Se trataba de un partido a vida o muerte. Sufrimiento, dos goles, clasificación y para casa. Fue la sucesión de acontecimientos hasta que la UD Las Palmas consumó su clasificación para la segunda eliminatoria de la Copa del Rey tras vencer al Castellón por 0-2 en Castalia. Cuando peor estaba, cuando más sufría por el empuje del rival y cuando Josep acababa de salvar al equipo con una extraordinaria parada en un mano a mano, el cuadro amarillo se encontró con un tanto del filial Juan Fernández (72') y otro de Maikel Mesa (75') para dinamitar el encuentro y lograr el pase para un equipo muy mermado sin sus estrellas y en el participaron 10 jugadores distintos a los que salieron de inicio 48 horas atrás en Elche.

Se trataba de un partido a vida o muerte, pero también de un examen para los menos menos habituales y algunos filiales como Jesús Fortes, Pablo Haro y Juan Fernández, que partieron desde el inicio. Sobre todo para el meta valenciano, que se reivindicó con su intervención salvadora tras haber perdido la titularidad hace más de un mes. El equipo aprobó, pero más por el resultado que por el juego. A una primera parte en la que los de Pepe Mel dominaron sin alardes sucedió una segunda en la que los locales, impulsados por 10.000 espectadores, merecieron adelantarse. Hasta que la suerte del 'grande' bajó al césped de Castalia para que la UD sumara su quinta victoria consecutiva.

Sólo Eric Curbelo repitió como titular con respecto a los que habían salido 48 horas antes en el Martínez Valero de Elche. Pepe Mel, además, se guardó en el banquillo a Ruiz de Galarreta , Narváez y Jonathan Viera , el gran reclamo de trabajadores, seguidores e incluso de la policía de Castellón. Tampoco Óscar Cano sacó lo mejor que tenía, pues el cuadro blanquinegro también tiene otras prioridades. Únicamente el lateral izquierdo, Satrústegui, y los dos mediocentros, Carles y Calavera, juegan de inicio cada fin de semana.

La rotación profunda de la UD implicaba también un cambio de sistema, del 4-2-3-1 con el que el técnico ha encontrado el camino al 4-1-4-1 con el que se había perdido a principios de temporada cuando pensaba más en destruir que en crear, y cuando Viera todavía no estaba, ni otros tantos lesionados. Costó a la UD meter mano a un equipo bien estructurado, con las líneas muy juntas y bandas muy rápidas.

Tanto es así que tuvieron que pasar 20 minutos para ver el primer disparo a puerta de Las Palmas. La jugada arrancó con un gran robo de balón de Mauricio Lemos , que se anticipó a su adversario y entregó la pelota a Pablo Haro, extremo derecho del filial y de lo mejor del equipo. Conviene no perderle de vista. Su tiro, en cualquier caso, se fue directo a las manos de Jesús López, que atrapó bien. Con la primera semiocasión, la UD confirmaba su control. Dominadora sin alardes, sólo sufría con algún balón colgado, como uno de Serra que no llegó a rematar Cubillas por poco (30').

Kirian ya se había convertido por ese entonces en el faro amarillo. Casi todas las acciones de ataque pasaban por él, con aperturas a la derecha en busca de Pablo Haro o a la izquierda para encontrar a Srnic. También conectó, aunque menos, con Maikel, su compañero en el interior, que probó desde lejos (34'), aunque sin fortuna, pues la pelota fue directa a las manos del portero. El tienerfeño puso mucha voluntad, pero poco fútbol.

Muy poco después, la tranquilidad de la UD se vio alterada por un doble error defensivo, primero de Mauricio Lemos y luego de Jesús Fortes, que brindaron una oportunidad al Castellón. El uruguayo olvidó la primera regla que dan los entrenadores a los defensas en benjamines, la que dice que nunca se debe dar un pase en horizontal en tu propia área cuando hay presión del rival, y buscó al lateral, quien, desconcertado, devolvió el churro hacia el centro, donde Serra, encantado, recibió el regalo, sólo que lo tiro a la basura con un mal tiro que su fue a la izquierda de Josep (36'). En la siguiente jugaba lo intentó con la otra pierna, la zurda, con idéntico resultado.

Al descanso, la sensación era de que habían pasado muy pocas cosas. Sin la fantasía de sus estrellas, Las Palmas era un equipo mediocre, percepción que se acrecentó en el tramo inicial de la segunda parte, cuando el cuadro local dio un paso al frente, imprimió más intensidad al juego y comenzó a dominar. Los centros laterales eran todavía la fórmula más utilizada para tratar de marcar un gol, pero sea como fuere, la UD pasó a ser dominada. En dos de esas incursiones por los extremos, Fortes cometió dos faltas. En una vio la amarilla; en la otra no lo hizo de milagro.

Tal acontecimiento sirvió para calentar a Castalia, que empezó a creer que la victoria era posible. Un taconazo de Mauricio Lemos (56') que paró Jesús López significó el primer acercamiento amarillo, pero nada cambió. Con los 10.000 espectadores encendidos, los de Óscar Cano buscaron, a base de los jugadores y de la grada, la puerta de Josep, inédito hasta que hizo un mala entrega que cayó a Carles, que puso el balón en profundidad a Cubillas y este centró con el portero superado, pero no encontró rematador. La UD acababa de salvarse por poco.

También poco después (68'), cuando Cubillas cabeceó alto tras superar a Fortes, totalmente fuera del partido desde hacía un buen rato. Fue la antesala de la mejor ocasión del partido, también para el Castellón. En medio del desconcierto de la UD, los dos mediocentros fabricaron la mejor jugada ante una defensa descolocada y perdida. Carles encontró a Calavera entre los centrales y este, solo frente a Josep, trató de colocar el balón por bajo a la izquierda, pero el valenciano salvó a su equipo con una extraordinaria parada con el pie. Significó por otro lado, la reivindicación del portero.

Y como el fútbol es tantas veces inexplicable, al gol fallado por el Castellón le sucedió el de Las Palmas. Tras un fuerte disparo de Maikel Mesa desde fuera del área el balón quedó rechazado por Jesús López y Juan Fernández, que casi ni lo había olido en todo el choque, lo empujó a la red (72'). Fue el respiro, el alivio de un equipo contra las cuerdas. Supuso, además, la última acción del delantero del filial.

Sólo tres minutos después, con Castalia ya silenciado, el mediapunta tinerfeño realizó una jugada en la que se vio favorecido por una indecisión entre la defensa y el portero y el balón superó a este último. Araujo, que acaba de entrar al campo, pasó de empujarlo y dejó que Maikel se apuntara el tanto. Dos apariciones, dos fogonazos y una sentencia. Cuando peor estaba, Las Palmas se encontró con dos goles en los que el contrario tuvo mucho que ver. Trató el Castellón de marcar un tanto que le metiera en la eliminatoria, pero con poca fe. Porque la UD ya esperaba un nuevo rival.

Ficha técnica

CD Castellón (0): Jesús lópez; Veintimilla (Jorge Fernández, 76'), Castells, Gálvez , Satrústegui; Alfredo (Muguruza, 72'), Carles, Calavera; Íñigo; Serra (Cárcaba, 78') y Cubillas.

UD Las Palmas (2): Josep; Fortes (Dani Martín, 88'), Álex Suárez, Mauricio Lemos, Curbelo; Deivid; Pablo Haro, Kirian, Maikel (Josemi, 84'), Srnic; y Juan Fernández (Araujo, 72').

Goles: 0-1.- (72'): Juan Fernández. 0-2.- (75'): Maikel Mesa.

Árbitro: Ávalos Barrera (C. Catalán). Amonestó a los locales Gálvez, Óscar Cano (entrenador), Cubillas y Calavera y al visitante Fortes.

Incidencias: partido correspondiente a la primera eliminatoria de la Copa del Rey, disputado en el Estadio Municipal de Castalia ante unos 10.000 espectadores.