A falta de goles y alegrías deportivas, el Tenerife repite éxito económico. La próxima junta de accionistas, prevista para el 26 de diciembre en primera convocatoria y el 27 en segunda, reflejará una reducción de la deuda de 400.000 euros, lo que dejará los números rojos en 11.597.648 euros. Además, los resultados del curso 18/19 han vuelto a ser positivos, quedando registrado un beneficio de 2.525.227,15 euros antes de impuestos y 2.468.925,18 después.

Un primer análisis de las cuentas anuales blanquiazules permite observar también un fondo de maniobra negativo de 2.000.219,35 euros, cantidad que a juicio de los auditores es perfectamente asumible con el funcionamiento regular del club. Esta cantidad se ha visto reducida en 1,6 millones, lo que supone otra buena noticia para su salud financiera.

Dentro de la deuda, que baja de los 12 millones por primera vez en dos décadas, hay que reflejar la diferencia entre el corto y el largo plazo. Hasta el 30 de junio de 2020, el Tenerife deberá afrontar el pago de 5,3 millones. Dentro de esta cantidad están pagos como el segundo plazo por el traspaso de José Naranjo desde el Genk belga (200.000 euros), un pequeño remanente de la amortización de Filip Malbasic (12.000) o 382.905 euros pendientes de abonar a varios representantes de futbolistas. No obstante, la mayor parte de la tarta se la vuelve a llevar la devolución del crédito concedido por CaixaBank que, para el curso 19/20, obliga a afrontar 834.486,13 euros del total de casi 6,2 aún pendientes de pago.

En cuanto a la deuda a largo plazo, fijada en 6,2 millones, más de 5,3 pertenecen al mencionado crédito bancario. El resto se reparten en pequeños pagos a representantes y organismos como LaLiga o la Federación Española.

Con respecto al ejercicio contable 18/19, se advierte en el repaso a los datos la pérdida de más de un millón de euros en los ingresos de televisión, algo que se explica fundamentalmente por la peor clasificación obtenida con respecto a la temporada anterior. De los 7,6 millones que deparó la clasificación para el playoff en 2017 se pasó a poco más de 6,6 por quedar en la zona templada de la clasificación doce meses más tarde. También se redujeron ligeramente los ingresos por abonados (de 1,7 a 1,6 millones).

La parte positiva llegó en el apartado de ingresos por publicidad, que rompió la barrera de los cinco millones. El incremento fue de 750.000 euros. No computan en este caso las mal llamadas ayudas públicas, que se firman como convenios de patrocinio con el Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias. Con la Corporación Insular ya se había mejorado la cantidad a percibir hace un año, hasta alcanzar un convenio plurianual con casi 1,8 millones de media por temporada hasta 2022. Con el Ejecutivo Regional se negoció también un alza en la contraprestación publicitaria para alcanzar cifras precrisis (1,5 millones) en un vínculo que durará hasta 2023.

No es menos cierto que el Tenerife ha logrado equilibrar las cuentas con la intervención decisiva del traspaso de futbolistas. Por esta vía, la capacidad de gestión de los rectores de la entidad insular permitieron pingües beneficios. Así, se conoce por fin la cuantía exacta de la operación de salida del hondureño Bryan Acosta al FC Dallas de la Major League Soccer estadounidense a cambio de 2.112.360 euros (2,4 millones de dólares, que fue la moneda en la que se realizó la transacción). Aproximadamente la mitad se percibió en enero de 2019, quedando un segundo pago para este curso de 1,05 millones.

No fue la única inyección económica en las arcas blanquiazules por esta vía, puesto que en el verano ya se había traspasado a Juan Villar al Osasuna (850.000 euros) y se habían percibido 306.279,30 por el llamado "mecanismo de solidaridad de antiguos jugadores", fundamentalmente por derechos de formación. La marcha del central tinerfeño Jorge Sáenz al Valencia CF contará en el ejercicio 19/20, aunque la firma del traspaso se produjera el pasado 8 de febrero (después del cierre del mercado invernal). Permitirá ingresar 2 millones de euros en fijos, además de otras cantidades por variables que no se reflejan en estas cuentas anuales.

La estabilidad que genera este tipo de ingresos deportivos permite, por ejemplo, incrementar el tope salarial pese a la merma en otro tipo de partidas. Así, el gasto en la plantilla inscribible llegó a 5,9 millones (+0,6 con respecto a la 17/18). Con todo, el importe neto de la cifra de negocio se disparó hasta los 14.303.394,90 euros, lo que supone 0,5 millones menos que en el ejercicio anterior. Como nota curiosa, la tesorería, a 30 de junio, arrojaba cifras azules por valor de 389.251,31 euros.