Justo siete días después de haberse medido a uno de sus rivales más encontrados, el Real Madrid (solo tres victorias en 29 encuentros), llega la antítesis para el Iberostar Tenerife. Y es que el cuadro lagunero se las verá este sábado contra el Monbus Obradoiro, el que bien se podría considerar su adversario más apetecible. Al menos en lo que a números respecta. Contra los gallegos, el cuadro aurinegro suma 11 triunfos y solo tres tropiezos (todos en el Fontes do Sar, donde los canaristas ya han ganado cuatro veces), el mejor de los balances entre los 17 conjuntos a los que se tendrán que medir este curso los de Txus Vidorreta. Casi sinónimo -si a los antecedentes se refiere- de éxito, y más aún cuando la confrontación lagunero-santiaguesa tiene lugar en el Santiago Martín.

Así, el Canarias afronta el choque del sábado con el aval de haber salido airoso en los siete encuentros que ha disputado en su feudo ante el Obra. El último de ellos el 6 de noviembre, cuando los aurinegros vencieron por un holgado 78-52, con sendas exhibiciones de McFadden e Iverson, que acabaron con 29 y 24 créditos de valoración respectivamente.

Un marcador, el de aquel día, que refleja, casi a la perfección, lo que han sido este tipo de confrontaciones, toda vez que la visita al Santiago Martín se ha convertido para los gallegos en un ejercicio casi imposible de anotar fluidamente. Los 73-69, 70-55, 71-56 y 77-53 de las temporadas anteriores así lo atestiguan. Una media de 58,25 tantos a favor que, de repetirse el sábado, debería significar -salvo sorpresa mayúscula-, la octava victoria de los tinerfeños contra el Obra -igualando el registro histórico que posee en la Isla contra el Murcia- y, como consecuencia, el segundo resultado positivo para el cuadro isleño en el presente ejercicio.