Se negaron a acomodarse y eludieron las lamentaciones cuando la mayoría hubiera recurrido a ellas para escapar de la realidad traumática. Romina Lamas y Elzbieta Nykiel crearon hace un año la Academia Voley Tenerife (AVT), una propuesta con sede en San Miguel de Abona que se involucra en el apartado social a través de los hábitos de vida saludable y que se cimenta en el voleibol.

Casi ya ha transcurrido un año desde que las jugadoras- entrenadoras del Arona Tenerife Sur apostaran por crear la AVT. En la pretérita campaña, captaron un gran número de menores -niños y niñas-, tanto fue así que compitieron en los Juegos del Cabildo con cuatro equipos -cadete, infantil, alevín y benjamín-.

"Queremos seguir creciendo y, cuando alcancemos un nivel óptimo, competir en la liga insular. Para la venidera temporada queremos hacer una mayor captación y aumentar así el número de niños", relata Romina Lamas a EL DÍA.

En su proceso de crecimiento exponencial, la Academia apostará por ir creando una "base sólida" que adquiera y afiance los conceptos básicos del voleibol. "De cara a la próxima temporada pasaremos de tres a seis horas semanales de entrenamiento en benjamines y alevines. Nuestra idea es que, de aquí a cinco años, los benjamines lleguen con un bagaje de repetición y horas que les aporte un cierto nivel", argumenta la que fuera colocadora del Arona y Tenerife Marichal, entre otros.

Romina Lamas sigue siendo fiel a la excelencia que le caracterizaba como jugadora. Ahora, su esencia la traslada a su proyecto, el cual se basa en la "calidad" que ofrece a los usuarios. "Si las cosas no se hacen bien, mejor no hacerlas", refrenda.

Por otra parte y como aspecto innovador, la AVT ha incluido en su organigrama el deporte para mayores en la que se busca "implicar a los padres y madres. Si ellos están comprometidos, sus hijos también", dice la argentina con respecto a un trabajo en el que combinan la práctica del voleibol con entrenamiento funcional del que se encarga Elzbieta Ela, al tener estudios y competencias adquiridas como preparadora física.

En el horizonte, las dos preparadoras, y sin querer marcarse un plazo que sirva como presión, esperan generar en San Miguel un equipo que pueda salir a competir en sénior. Romina y Elzbieta han renunciado a otras propuestas, incluso a seguir aportando dentro de la cancha, por generar un proyecto consistente y donde la mujer demuestre que está capacitada para liderar.