"Ayo, Ayo, Ayo" cantaba la afición del Guamasa, mientras Ayoze Reyes se preparaba para afrontar su contienda ante Fabián Rocha -Tegueste- y su mandador -a la par que presidente- José María Reyes no podía dejar de observar el espectáculo de la grada.

Reyes y Rocha se eliminaron, y finalmente fue Diego Pérez -superó a Mahamadou Camara en la muerte súbita- el artífice de que la Copa Cajasiete de Primera terminase en la vitrina guamasera.

Horas después del hito, el máximo mandatario se queda con la actuación de su "directiva, la afición y los niños de la escuela. Ver esa unión en la grada, el empuje que tenía a mis espaldas, es el recuerdo que me queda de esta final. Se me ponían los pelos de punta. No podía hacer otra cosa sino mirar para atrás. Se me asemeja a cuando el Llano del Moro ganó la Regional con Aday -Barbuzano-, en aquel terrero que se llenaba por todos lados. Hacía tiempo que no veía esto".

José María reconoce que el "ser local" -por sorteo- le "favoreció a la hora de elegir las sillas". Incluso contaba con tener que remontar (0-4 se llegó a poner el Tegueste), con el añadido de no contar con uno de sus destacados, Jairo de la Paz -causó baja-. "Nos quedó mucha pena de que no pudiera disfrutar de esto. Como es un gran luchador, nos hubiera echado una gran mano".

Amén del punto de Diego, Reyes destacó como claves los logrados por Jonay Reyes -batió a Eusebio Díaz y se eliminó con Argeo García-, "que siempre hace una labor en la sombra", y de Taylor Hernández, "remontando la primera en contra a Hakim -García-".

Cuestionado por lo que le comentó a Diego Pérez en los prolegómenos de la muerte súbita, el entrenador explica que, más que aspectos técnicos, le recordó que había "nacido para luchar, que se crió en una escuela de lucha de las mejorcitas -Valle de Guerra-, que valorara todos los años que lleva poniéndose la ropa, sudando desde chiquito para poder disfrutar esto y tener un recuerdo para toda la vida; que bregara con todo lo que tenía a una sola agarrada. Le dije que, en la medida de lo posible, el encuentro no pasara de esa agarrada; que si teníamos que perder, iba a ser con él; y si teníamos que ganar, también con él".

Al final, "igual que en la Liga nos salió todo al revés -el Tegueste cantó el alirón en su casa-, aquí nos salió todo a la perfección. Nos merecíamos este triunfo porque hemos estado todo el año, desde octubre, en cabeza en todas las competiciones", valora.

Incluso la eliminación en la Regional les ayudó. "Nos dio tres semanas de preparación: entrenamos dos veces al día. Nos sirvió para llegar en mejor estado de forma que el contrario, al que felicito por su gran campaña", afirma un deportivo José María Reyes.

A la segunda, la vencida

El 24 de julio de 2013, en Las Canteras -La Laguna-, el Guamasa perdió la final copera ante el Rosario (12-8). Por aquel entonces, José María Reyes también era el entrenador guamasero, y tenía a sus órdenes a los hermanos Reyes: Ayoze -aquella noche fue sacado de brega por el cadete Eusebio Ledesma, hoy puntal A- y Jonay.

Las incógnitas del futuro

"No hemos tenido tiempo sino que para preparar la final. Ahora hay que ponerse con el equipo del próximo año. Hemos hablado con muchos luchadores, pero no hemos podido concretar nada. Se nos ha quedado el equipo bastante cojo. Quizás somos el más perjudicado al haber subido de categoría los dos puntales -Ayoze Reyes y Diego Pérez no podrán coincidir en la misma escuadra-. Vamos a buscar posibilidades, a ver si el próximo año podemos hacer un equipo competitivo y seguir llenando el campo, que es lo que más me preocupa", expuso un José María cuya "idea es seguir compaginando ambos cargos -presidente y mandador-. Veremos hasta cuándo podré aguantar".