Nueva era en el Comité Interinsular Técnico de Árbitros de Tenerife (CITAF) con la llegada a la presidencia de Alejandro Morales Mansito en detrimento de Norberto Castilla Yanes. El colegio tinerfeño experimentará el cambio de timonel tras 32 años de mandato del portuense, y abrirá una nueva etapa donde el aperturismo, formación y captación -de nuevos árbitros y recursos económicos- serán los principales baluartes de Morales Mansito. El presidente entrante ostenta experiencia como colegiado de Segunda B -de 1992 a 1996-, delegado en el CITAF para el Norte y, hasta hace una semana, vicepresidente del ente que ahora lidera.

Después de 32 años, el CITAF tiene en usted un nuevo presidente. ¿Cómo se encuentra?

Sustituir a Norberto Castilla después de tantos años, es una tarea difícil. Evidentemente, no es que vaya a cambiar radicalmente pero, por diferencia de edad, yo quiero marcar otra línea en el arbitraje. La sociedad y, con ella todo, evoluciona.

¿Cómo valora la gestión de Castilla Yanes al frente del Comité?

Yo empecé en el arbitraje con 15 años y ahí lo conocí. Recuerdo cuando logró la presidencia tras unas votaciones muy duras y, al llegar al Colegio (de árbitros), no había nada. Había delegaciones, pero en cuartos pequeños con humedad -Tejina, La Orotava, etcétera-. Después de 32 años, Norberto Castilla ha conseguido tener en propiedad una delegación en el Norte, Santa Cruz, Sur y La Palma? ha hecho mucho por el arbitraje.

Hace alusión a sus inicios como colegiado. ¿Qué vino para usted después?

Bueno, fue muy ilusionante cuando empecé, es diferente la ilusión de ser árbitro a la de ser dirigente. Aquella fue una etapa muy bonita donde llegué hasta Segunda B -dirigió 45 duelos oficiales-. Lo que está claro es que el arbitraje ha cambiado mucho desde entonces, ahora es mucho más profesional; el colegiado tiene que dedicarle los siete días de la semana. Antes era una pasión, ahora también lo es pero, aparte de eso, es consciencia, trabajo, dedicación? la gente desconoce eso, pero es muy duro.

Duro y poco valorado socialmente.

Eso es verdad. Ha ido mejorando poco a poco pero no hemos conseguido que los niños y niñas quieran ser árbitros, prefieren ser Messi o Ronaldo. Yo lo entiendo, no obstante, debemos cambiar esa dinámica y participar todos en esto; deben tomar parte dirigentes, futbolistas, directivos de los equipos, el público, etcétera. Tenemos que integrar al árbitro en el mundo del fútbol. En este caso, la FTF está dando pasos agigantados en comparación con otras federaciones.

Entiendo que por ahí pasarán sus líneas de actuación como máximo responsable del CITAF.

Lo primero que tenemos que hacer, y sin haber culpables, debemos abrirnos. Todo el mundo tiene que conocer qué es el Colegio de Árbitros y todo lo que se cuece alrededor de los colegiados. No hay que olvidar que se nos tiene que reconocer como deportistas de élite. Desde el momento en el que el mundo del fútbol conozca al árbitro y se dé cuenta que es una persona normal y corriente, probablemente, estaremos dando dos o tres pasos hacia delante.

Por lo que comenta, el aperturismo del CITAF será fundamental en su gestión.

Sí. Es primordial que se nos conozca. Podemos tomar dos caminos: seguir como hasta ahora o adaptarnos a la sociedad; es más fácil esto último. Nos vamos a equivocar, yo erraré porque tomaré decisiones. Creo que si todos conocen cuál es la labor del árbitro y qué hacen sus dirigentes, será mucho más fácil de entender lo que piensan los colegiados y que, cuando se equivocan, lo hacen porque no se han percatado de la acción. El sentimiento de un árbitro cuando se cerciora de que ha fallado, solo lo siente él. El público y jugadores desconocen todo eso, por eso es importante la apertura.

Cambiemos de asunto. Yeray Carreño, Marta Huerta, Xiomara Díaz, Davinia Dorta? ¿En qué medida favorecen al Comité Tinerfeño estos ascensos.

Hablan muy bien de nuestros árbitros y sirven de ejemplo para los que vienen por detrás. Es curioso que se hayan conocido los ascensos y la sociedad, por lo general, no se sienta orgullosa de los mismos. Yo me siento orgulloso cuando un equipo tinerfeño asciende; nosotros (por el colectivo arbitral) también representamos a la Isla. En el periódico EL DÍA, y eso se lo voy a agradecer, Marta Huerta fue portada; creo que nos lo merecemos. Estoy muy contento con los ascensos, esperemos que el próximo año sea igual o superior.

El ente que usted preside tiene un buen elenco de féminas.

Sí. Ahora está en boca de todo el mundo el fútbol y arbitraje femenino, pero el Comité Tinerfeño, gracias a Norberto Castilla, lleva trabajando el clave femenina 15 años, por eso tenemos a Marta Huerta en Segunda B -y Liga Iberdrola- y a Xiomara Díaz, Davinia Dorta y Belinda Castilla en Primera Femenina. Llevamos trabajando en esto mucho antes que el resto de comités, que ahora están teniendo problemas.

¿Está garantizado el cambio generacional en el arbitraje tinerfeño?

Árbitros siempre nos hacen falta, pero sí que es verdad que hay juventud. Hemos trabajado focalizándonos en aquellos noveles que empiezan a crecer como árbitros y personas. Los colegiados de Primera Regional viene apretando muy fuerte, esa es la que nos va a empezar a dar el cambio generacional de los árbitros que están arriba.

¿Qué actuaciones plantean para captar nuevos colegiados?

Dentro del proyecto Balón de Oro de la Federación Tinerfeña de Fútbol se ha movido una estrategia de captación de árbitros. En breve, saldrá un proyecto de esta índole que será impactante. Aunque, lo fundamental, es que quieran ser árbitros. Es un mundo que desde fuera parece opaco pero que en realidad es agradecido.

Ya que menciona el Balón de Oro, parece que hay que ir más allá de ese proyecto para paliar la violencia en los campos regionales.

A mí no me gusta hablar mucho de los incidentes violentos que hay en el mundo del fútbol. Lo que está claro es que el Balón de Oro está funcionando, prueba es que muchas federaciones de la península han prestado atención a ese proyecto. En Tenerife somos pioneros gracias a la FTF. Es difícil erradicar la violencia pero, si logramos concienciar a la comunidad futbolística, llegaremos a unas cuotas mínimas que son las ideales.

Hemos abordado varios puntos que incluye su hoja de ruta como presidente. ¿Qué más parámetros contempla?

Aumentar la tecnificación de los árbitros y darles más apoyo. Estamos invirtiendo mucho en clases técnicas y preparación física de los colegiados pero, con el presupuesto que contamos, que es mínimo, podemos hacer solo un 10%. Muchas veces, gracias a la FTF podemos elaborar proyectos e impartir clases. Si el árbitro está bien preparado, el fútbol lo va a agradecer.

¿En esa tecnificación contemplan la formación con respecto al VAR?

Sí, daremos charlas sobre VAR. Lo importante es que, cuando lleguen, tengan algunas nociones sobre cómo funciona. Además, contamos con que Trujillo Suárez, Escuela Melo y, ahora, Yeray Carreño que trabajan con el sistema de videoarbitraje, puedan impartir esos conocimientos. También intentaremos que en el mes de septiembre u octubre venga Carlos Velasco Carballo -presidente del Comité Técnico de Árbitros de la Federación Española- y nos explique y dé impresiones acerca del VAR.

Por último, ¿se marca objetivos parciales al frente del CITAF?

Ahora mismo estoy aterrizando y colocando todas las piezas para saber lo que tenemos que hacer. No obstante, nuestra línea de trabajo tiene que estar enfocada en conseguir el mayor número de árbitros internacionales. No te voy a engañar diciéndote que vamos a tener cinco o seis porque es muy difícil, pero intentaremos trabajar en ello. Si no tenemos árbitros arriba, ¿los de abajo qué clase de motivación tendrán?

El CITAF pedirá el respaldo de las instituciones públicas

La falta de recursos priva al CITAF de poder implementar muchos proyectos relacionados con la tecnificación de sus colegiados. La cuantía económica de las colegiaciones y los derechos no es suficiente, es por ello que, Morales Mansito, activa la búsqueda de patrocinios y subvenciones. "Queremos conseguir recursos externos. Nos tenemos que dirigir a las instituciones, y yo sé que nos ayudarán. Se trata de un trabajo arduo y lento", explica el presidente. El dirigente capitalino también apunta que el Colegio de Las Palmas "va más avanzado" y cuenta con subvenciones, no obstante, confía en que esas líneas de colaboración se puedan instaurar en Tenerife. "Voy a intentar reunirme con los dirigentes políticos y les haré saber que representamos a Tenerife", concluye Alejandro.