Los ya famosos Júnior de Oro significaron para el baloncesto nacional, y más concretamente para la ACB, un salto de calidad global apenas visto en generaciones anteriores. Un impulso que junto a la presencia anterior, y también posterior, de un par de notables camadas permitió que el jugador español fuera actor principal en la que desde hace un buen tiempo se denomina la mejor competición del Viejo Continente. Jorge Garbajosa, Felipe Reyes, Germán Gabriel, Carlos Jiménez, Juan Carlos Navarro, Rudy Fernández, Marc Gasol, Fran Vázquez o Fernando San Emeterio. Son solo algunos de los españoles que, en temporadas anteriores, más brillaron en la élite de este país.

Una preponderancia que dejaba atrás ese dominio insultante de la figura del jugador norteamericano. Las estrellas de cada uno de los equipos. Sin excepción. Los que más cobraban, los que más jugaban y, por extensión, los que más rendían. Aquella generación acabó con una especie de tiranía que, de una u otra manera, parece haber vuelto. Y es que la marcha de los mejores españoles a la NBA y la apertura de fronteras ha llevado a que los clubes se plaguen de baloncestistas extranjeros, dejando otra vez de lado al producto nacional... en número y, por supuesto, en relevancia.

Tendencia regresiva a la que parecen resistirse tanto el canarista Javi Beirán, como Jaime Fernández, jugador del Unicaja. A falta de dos jornadas para el término de la fase regular los dos son los españoles más valorados de esta Liga Endesa: cuarto y duodécimo respectivamente en el ránking global. Casi una rara avis en medio de una fauna de importados que vuelve a reinar, como hace unas décadas, en la máxima categoría nacional.

Mañana ambos se miden sobre el parqué del Santiago Martín. El colectivo (atar el playoff para Javier, y no perder la quinta plaza para Jaime) como objetivo principal, aunque sin olvidar otro reto de ámbito más personal: acabar como el nacional más valorado de la competición. Todo apunta a que este simbólico galardón (la ACB no tiene a bien reconocer al MVP español) será para el dorsal 33 canarista, que aventaja en casi dos puntos (14,7 créditos frente a 13) a su más inmediato contendiente.

Pero en un plano más ambicioso Beirán tiene ante sí la posibilidad de acabar la liga regular en una situación de privilegio casi inédita para casi ningún español en estas últimas temporadas: estar entre los cinco más valorados de la liga. Solo seis lo han logrado en los nueve ejercicios más recientes. Y es que el alero madrileño se encuentra muy cerca de rubricar la que por números sería la mejor temporada de su carrera, superando los 14,7 créditos de media de hace tres cursos, e incluso el interruptus 17 que llevaba de promedio cuando se rompió la rodilla en la jornada 12 de la campaña 16/17. Precisamente varios problemas físicos han impedido que tanto Javier como Jaime lleguen a este epílogo con mejores registros, ya que en la jornada 21 eran segundo y tercero en esta carrera por el MVP, con 16,6 y 16,4 de valoración respectivamente. Que su impronta sirva para que otros españoles se muevan, más pronto que tarde, en puestos de privilegio dentro de una ACB cada vez más globalizada.