Con tiempo de por medio para analizar y canalizar todas las emociones que emanaron de él en la rueda de prensa posterior a la victoria frente al Barcelona, Pier Luigi Cherubino visita las instalaciones de El Día unas horas después de que se oficializara su no continuidad y la llegada de David Amaral al banquillo de la UDG Tenerife Egatesa. El técnico se despidió de un equipo en el que, tras su efímero paso por el Finca España, creció como entrenador y evidenció que, si como jugador no titubeaba frente a la portería, tampoco le tiembla el pulso dando órdenes a un grupo de futbolistas de élite.

Finaliza una temporada y también acaba una etapa para usted como entrenador del Granadilla.

Así es. Se acaba una etapa bonita en mi primera experiencia como entrenador. Llegué siendo un amigo de Sergio (Batista) que iba a echar una mano, después me convertí en un entrenador en prácticas y terminé siendo entrenador. El broche de oro fueron unos resultados que quedarán para siempre.

¿Lo ve como un final injusto?

En el mundo del fútbol hay pocas personas con palabra y Sergio (Batista) lo es; le dio la suya a David Amaral y la cumplió; es de agradecer y admirar. Creo que se había creado algo bonito y mágico entre jugadoras y cuerpo técnico; eso no es fácil de crear.

¿Cómo se tomó las conversaciones que se dieron a mitad de curso entre directiva y Amaral?

Cuando perdimos contra el Madrid CFF, fue un momento crítico de la temporada. Tenía un pie fuera. Sergio me dijo que no iba a cesarme, pero dependía de los próximos partidos. Si no llegamos a ganar, me hubiera ido yo; si no estaba capacitado tenía que marcharme. Sergio me dijo que había hablado con David para coger el equipo; por suerte reaccionamos.

¿Hasta cuándo mantuvo las esperanzas de poder continuar al frente del Granadilla Egatesa?

Hasta el mismo domingo, después de despedirme, intenté quedarme. Si se precipitó o no, no lo tengo que valorar yo. Él (por Batista) es el presidente de este club, el creador de este milagro deportivo; por lo tanto, no creo que tire piedras sobre su propio tejado. Confía en David y yo le voy a estar eternamente agradecido, no quiero que la gente se enfade con la decisión del club, lo que quiero es que las chicas sigan en lo más alto; un camino que inició Toni Ayala.

¿Le había transmitido a sus jugadoras la posibilidad de seguir?

Sí. Cuando lo hice sabía que me estaba tirando a una piscina en la cual no sabía si había agua. Hace algunas semanas les dije que, si ellas daban el 200%, yo intentaría, por todos los medios, continuar como entrenador. En ese momento corrí el riesgo de que alguna jugadora que no estuviera conforme conmigo se relajara y no lo diera todo.

Se evidenció que las jugadoras estaban con usted.

Estoy muy contento de esa demostración que me hicieron. Estoy convencido de lo que hemos sembrado aquí va a quedar para siempre y ellas lo van a recordar. Como les dije un día a ellas: aunque no esté, estoy.

¿Y ahora qué pasa con Pier? ¿Lo veremos compartiendo tándem con Fernando Redondo?

Ya se verá. Hay cosas que hemos hablado él y yo, pero todavía no ha decidido lo que va a hacer. Lo importante es que me he demostrado a mí mismo que puedo tener un recorrido largo en los banquillos. Estoy en el mercado y mantengo el sueño, que no es real ahora mismo, de entrenar al Tenerife.

El cómputo total de partidos y los resultados obtenidos en ellos hacen que, exceptuando la temporada 2017/18 con Toni Ayala en el banquillo, Pier Cherubino haya cosechado números más que respetables al frente del banquillo del representativo femenino.

"Al principio costó porque era un equipo que tenía unos hábitos y una línea de trabajo muy buena que yo intenté seguir, pero yo quería darle un poco más de verticalidad. Al principio costó porque el equipo tenía carencias defensivas; ellas (por sus jugadoras) no creían en esa manera de jugar, tampoco en su grandeza. El partido ante el Atlético de Madrid (en La Palmera) fue el punto de inflexión", reconoce Pier. Además, con el trabajo desempeñado y el cambio de estilo, el Granadilla ganó "intensidad y dureza, deportivamente hablando".

La ambición está grabada a fuego en la personalidad del técnico, y se la inculcó a sus jugadoras desde el primer día en el que llegó. "Les dije que a mí no me servía competir contra los grandes, teníamos que jugarles de tú a tú; lo hicimos ante Atlético, Levante y ante el Barça. Logramos que las jugadoras se vieran como equipo grande y ese es un reto para el próximo entrenador", puntualiza de cara al futuro.

Con la permanencia ya hecha, el Egatesa compitió, incluso, a mayor nivel pese a no jugarse nada que no fuera el anecdótico cuarto puesto. Cherubino revela que, con el equipo sumido en la mala racha de resultados y en el séptimo puesto, les aseguró que pelearían por "algo grande. Un poco más adelante, les dije que íbamos a por el cuarto puesto. Mucha gente se hubiera reído, pero cuando hablé con ellas me di cuenta que me seguían y creían en lo que yo les decía", afirma.

En su discurso marcado por la sinceridad, asevera que arribó al banquillo sureño "muerto de miedo. No creía en mi capacidad como entrenador", indica un preparador que recibió, en ese momento, la cobertura de mucha gente del club que ayudó a "tapar las carencias" que tenía. En su última semana como técnico blanquiazul venció al FC Barcelona, una de las claves estuvo en el visionado del encuentro entre Barça y Liverpool de Champions de fútbol masculino. "Me sirvió para salir a buscar al rival, con personalidad y en su campo", concluye haciendo balance de su última gesta.

"Logramos que se vieran como equipo grande"

Amaral será presentado en el día de mañana

En la jornada de ayer se oficializó el acuerdo entre la UDG Tenerife Egatesa y el distinguido técnico David Amaral. A falta de la firma de contrato y el acto de presentación, que se realizará en el mediodía de mañana, el que fuera técnico del CD Tenerife firmará por una temporada y cuenta con los integrantes actuales del cuerpo técnico, es más, se le ofreció la posibilidad a Pier de seguir perteneciendo a él como segundo. "No tenía sentido. Si sales a lo grande no puedes pasar a un segundo plano; no por mí, sino por la reacción de las futbolistas al bajarlas del pedestal en el que están", reconoce Cherubino. Según declaraciones del presidente Sergio Batista a este medio, la decisión del relevo "estaba en conocimiento de Pier, cuerpo técnico y jugadoras desde el pasado mes de enero".