El Cuesta Piedra asume su penitencia: "Fallamos con los fichajes"

Francis Hernández da instrucciones a sus jugadoras durante un partido

Francis Hernández da instrucciones a sus jugadoras durante un partido / Andrés Gutiérrez

La temporada de su regreso a la Liga Iberdrola se convirtió en un calvario para el CV Cuesta Piedra. La alegría por la vuelta a la máxima categoría del voleibol nacional una década después fue mermando conforme avanzaba la competición hasta tornarse en una agonía con final cantado: el descenso a Superliga 2, que se ratificó a falta de cuatro jornadas por disputarse. Las insulares ya solo pueden pelear por no terminar en la última posición (empatan con el Alcobendas).

Las de Francis Hernández, presidente y entrenador, comenzaron la Liga dejando buenas sensaciones y cumpliendo con lo esperado por el club. A falta de que pudieran llegar dos refuerzos de calidad que le dieran un impulso ofensivo importante al equipo, la base, aunque joven y falta de experiencia, era sólida. “No fueron las chicas las que fallaron, fuimos nosotros. Tenemos que reconocerlo”, lamenta Hernández antes de reconocer que no se acertó con las incorporaciones. El hándicap de llegar tarde al mercado fue determinante. La fase de ascenso se jugó en la postemporada y el desenlace definitivo se produjo a finales de abril (el día 23). Para ese entonces, apenas quedaban alternativas y el trabajo de confección de la plantilla resultó imposible.

“Si repasas nuestros números, los de nuestras jugadoras, te das cuenta de que tenemos a chicas entre las mejores de la Liga en la parte defensiva. Nuestra líbero, las receptoras, Meriyén [Serrano]... Están entre las mejores, pero nos ha faltado una opuesta mucho más contundente y algo más de aportación desde el ala, que son las dos principales posiciones de ataque”, lamenta Hernández en declaraciones a EL DÍA.

El lado positivo de un año así es que, aunque duela durante más tiempo (casi nunca hubo esperanzas de permanencia), las jugadoras tienen margen de sobra para asimilar lo que acabará sucediendo, no hubo shock. “Lo fuimos asumiendo poco a poco cuando vimos que los fichajes que llegaron no mejoraban lo que había. Vamos a seguir compitiendo, es nuestra obligación. Tenemos el compromiso de las chicas e incluso estábamos ilusionados con poder ganar el fin de semana [perdieron 0-3], pero Meriyén se lesionó y se nos chafó todo”, asegura el entrenador.

Terminar penúltimas abriría un pequeño margen para la esperanza de la permanencia. Para ello, alguno de los ascendidos debería renunciar al sueño de la Iberdrola. No obstante, desde el Quico Cabrera aseguran que la primera opción sería vender la plaza y el Cuesta Piedra “no va a comprar”.

Mirar hacia el futuro con optimismo y ambición es la única opción posible para el conjunto santacrucero, que ya prepara la próxima temporada, cuyo gran objetivo, según el dirigente, será el ascenso. “Vamos a tratar de apuntalar lo que tenemos y encontrar refuerzos que nos permitan regresar a la máxima categoría. No es fácil, pero se puede. Lo que nos preocupa es perder a alguna de nuestras jugadoras. Hay varias que tienen propuestas, pero estamos tranquilos, aunque sabemos que las cosas pueden cambiar. Nuestra ventaja es que hay chicas que priorizan sus estudios universitarios y nosotros nos hemos adaptado a eso. Otros clubes no lo hacen”.

El camino de regreso ya lo conocen. La liga regular no será complicada (la Superliga 2 cuenta con tres grupos y hay mucha diferencia de nivel), el problema vendrá después, en una hipotética fase final. “Tendremos opciones seguro. El Aguere [Fedes La Laguna] tiene muy buen equipo y va tercero. La pelea entre los cuatro primeros será muy dura. Solo se clasifican primero y segundo y es ahí donde se decide todo”, concluye Hernández.