La primera edición de ‘Waves Congress’ se cierra con éxito

En las charlas ‘Bitácora Surf Talks’ se debatió sobre las diferentes aristas que implican a la pujante industria del surf l La protección del entorno, prioridad en el mensaje difundido

Un momento de una de las charlas de las Bitácora Surf Talks. | | E.D.

Un momento de una de las charlas de las Bitácora Surf Talks. | | E.D. / El Día

El Día

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El sur de Tenerife acogió estos días el primer congreso dedicado al surf de la isla, encuentro al que acudieron como ponentes algunas de las caras más conocidas de la industria de toda España y que tuvo entre los invitados profesionales y seguidores de todas las edades de este deporte, que cada día acoge a más público. El congreso se inició el viernes en el Hotel Bitácora con las Bitácora Surf Talks, cuatro charlas en las que se debatieron sobre los retos y oportunidades de la industria y a las que acudieron un centenar de asistentes, que se inspiraron escuchando hablar sobre el deporte como estilo de vida, se motivaron con los emprendedores, aprendieron sobre la importancia del turismo deportivo y se sorprendieron con la tecnología aplicada a la ola, siempre desde un prisma centrado en la protección del entorno.

La primera charla, El deporte, una forma de vida, tuvo como ponentes a Félix Trujillo de Kontraola, Javier Pérez de Canary Run, la psicóloga Devy Pereyra y el cardiólogo Gianluca Cherubino, quienes hablaron de la importancia del deporte en general y el surf en particular, en la construcción de una sociedad más sana tanto a nivel físico como mental, y el valor que tiene practicarlo desde la niñez, «aunque cualquier etapa de la vida es buena para empezar, aunque sea con ejercicio suave», tal como afirmó Pereyra. «Da igual el motivo por el que lo hagas, el chute de endorfinas que recibes cuando terminas es inigualable, la vida cambia por completo», resumió Pérez.

Cherubino fue contundente desde su experiencia en el sector médico: «Se debería invertir en deporte más que en tratamientos médicos. Su capacidad curativa y preventiva es infinitamente superior, pero además en el surf el agua salada por sí misma ya tiene propiedades terapéuticas por el propio tacto, el equilibrio que ayuda a la homeostasis, la importancia de la exposición al sol, a la luz... Y el cortisol que genera la relación con la ola ayuda a eliminar la ansiedad», explicó. «Estar cerca del mar es una medicina barata». Con un trabajo de tanta responsabilidad como la suya, relató cómo para él, tras atender urgencias y problemas serios durante toda su jornada, entrar al agua a surfear es una forma de evadirse. «Es mi práctica particular de mindfulness», concluyó.

La psicóloga Devy Pereyra habló también del poder que genera «centrar la atención en el cuerpo y el entorno y aprender a vencer el miedo al mar y la ola, algo que ayuda a afrontar otras situaciones complicadas en la vida». Para Félix Trujillo, «el surf es un deporte que todo el mundo puede llegar a practicar, sólo hay que decidirse». Y habla con conocimiento de causa, puesto que entre sus alumnos no sólo cuenta con surferos presentes en campeonatos internacionales sino también con personas discapacitadas. «La gente alucina cuando me ve entrar al agua con ellos, pero lo que sienten es impagable». Y todos reconocieron que para disfrutar no hace falta coger olas muy grandes, se trata del contacto con el agua, que en el caso de Trujillo tiene que ser diario.

La segunda de las charlas corrió a cargo de Xue Gil (YOW), Patricia Magalhães (Lighting Bolt), Manuel Gómez (Radical Surf Wave) y Karla Imbert (Roxy), y se desarrolló bajo la temática del emprendimiento y la sostenibilidad en la industria del surf, uno de los grandes desafíos de un mercado en auge. Todos coincidieron en que ser deportista ayuda a emprender, porque ya hay una base de conciencia en torno a la capacidad para aprovechar oportunidades y la cultura del esfuerzo. También de la importancia de crear marcas sostenibles y conectadas con el cliente. Así, Gil explicó que desde YOW buscan alejarse del greenwashing practicando una sostenibilidad real, «eliminando el 99% de los plásticos, fabricando tablas de maderas de tala controlada y con energía solar». Porque, admitió, «un negocio que crece en torno a la naturaleza tiene que ser sostenible por responsabilidad». Para Gómez es también muy importante la formación de los jóvenes: «Los emprendedores tenemos una gran oportunidad para impulsarles a formarse, de nada sirve tener una industria de éxito si no puede evolucionar por falta de profesionales.»

También se habló de cómo ha cambiado la manera en que las marcas se relacionan con los clientes con la llegada de nuevos canales como las redes sociales. «Ayudan a crear comunidad, a unir perfiles por nichos, por pequeños que creamos que sean, por su capacidad de alcance universal», afirmó Imbert. En esa línea Gil explicó cómo «antes el consumidor veía a las marcas como deidades, estaban muy alejadas de su cliente; sin embargo ahora cliente y marca están al mismo nivel y las relaciones han evolucionado más como una amistad de igual a igual, logrando comunidades que aumentan el sentimiento de pertenencia». En cuanto a la competitividad actual en un mercado masificado donde conviven muchas marcas, Magalhães destacó la importancia de «ser auténtico y no perder el rumbo, trabajando con pasión y manteniendo la diferenciación que nos conecta con nuestro nicho de mercado.»

La charla Turismo deportivo como palanca de desarrollo socioeconómico sostenible fue una de las más esperadas e interesantes por la importancia que supone el deporte para un destino como nuestras islas, y así fue explicado por Miguel Villarroya (Spring Hoteles), Maurici Carbó (Sports Tourism Consulting), Ángel Lobo (Federación Canaria de Surf) y María Martín (Lanzarote European Sports Destination). Villarroya comenzó su intervención con datos: «Aún es una palanca minoritaria, supone un reclamo para un 7% de los turistas que nos visitan pero una vez en la isla el 30% realiza alguna práctica deportiva, así que definitivamente tenemos en el deporte un importante atributo para atraer clientes.» Martín habló desde su experiencia en Lanzarote, donde explicó que el deportivo es «el turista perfecto». «Gasta un 15% más que el resto y es un perfil premium que protege y respeta el territorio, tiene la mente más abierta y practica una filosofía de viaje más inmersiva con el destino, además de la capacidad tractora de la economía de la isla», añadió. Además explicó cómo el Ironman (cumple 30 años), ha sido un evento clave en la isla, posicionando Puerto del Carmen como la cuna del triatlón en Europa y atrayendo grandes inversiones: el 57% de las empresas de Lanzarote están en este municipio, y además el evento ha creado un fuerte sentimiento de orgullo entre los residentes.

Adaptación del destino

Todos coincidían en la necesidad de ofrecer infraestructuras y entornos para que los deportistas se sientan cómodos. «Hay que preguntarle deportista qué necesidades tiene», afirmó Carbó. «Es un perfil al que no le gusta molestar pero por parte del destino se pueden hacer pequeños esfuerzos para adaptarse a ellos. A veces son cosas básicas como adelantar media hora el desayuno o facilitar un espacio para guardar el material». En ese sentido Villarroya tomó la delantera hace 3 años, cuando decidió facilitar la vida a los surfistas atraídos por la Ola de Las Américas, que se encuentra a 2 minutos andando del Hotel Bitácora, construyendo un vestuario con acceso directo desde la calle donde los deportistas pueden aclarar y guardar sus tablas, o en el Arona Gran Hotel, con facilidades para los ciclistas.

Para posicionar a las islas como referente en turismo deportivo «es importante la alianza público-privada, porque el destino no es la administración ni es un hotel, el destino somos todos». Un ejemplo de éxito de este tipo de colaboración se encuentra en la isla de Lanzarote, donde todos los actores –privados y públicos, grandes y pequeños– tienen voz y voto bajo el paraguas de Lanzarote European Sports Destination. «Este tipo de ente tiene un importante valor a la hora de crear infraestructuras y mantener el ecosistema», concluyó Villarroya.

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El punto final a las Bitácora Surf Talks lo puso Las nuevas tecnologías del surf, interesante charla en la que Fernando Odriozola (Wavegarden), Ramón Casanovas (Honna Surf) y Mariano Alarcón (Siam Park) hablaron de los parques de olas artificiales, en expansión en los cinco continentes, acercando el surf a ciudades sin acceso al mar pero también complementando la oferta en lugares como Brasil o Australia, donde la ola artificial se ha convertido en una excelente alternativa para surfistas profesionales y amateur. «La tecnología permite acercar el surf a personas que tienen miedo al mar, porque están en entornos más seguros, pero también ayuda a tecnificar», explicó Casanovas. Alarcón, por su parte, defendió las bondades de la ola artificial del Siam Park como el modelo perfecto en el sentido de que puedes «elegir una ola de izquierda o derecha, la potencia que lleva... Y todo sin esperar ni pelearse por el pico». Wavegarden es el proyecto de olas artificiales más grande y presume de ser «un parque de surf sostenible económica, medioambiental y socialmente que además lleva múltiples beneficios a las comunidades locales». Los ponentes coincidieron en que los parques son una solución para descongestionar los spots naturales, playas limitadas donde cada vez se suman más surfistas y donde coinciden profesionales con amateurs. «Si Canarias quiere estar en la élite internacional tendrá que combinar surf natural y parque de olas», concluyó Odriozola. Ayer tuvo lugar la segunda jornada de Waves Congress, que se cerró con una exhibición en la ola del Siam Park ante 200 personas, que disfrutaron de las maniobras de ocho de los mejores surfistas de Tenerife.

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