Desde que comenzó esta temporada y desde la intención de ser responsable en el manejo de la información cuando sus protagonistas son menores, el CD Tenerife ha optado por elidir en su página web los resultados exactos de algunos de sus equipos de cantera. Esto es, informar de un 7-0 o un 5-1 con la palabra «victoria», sin más. Con un aparente doble objetivo: por un lado, disimular la evidente diferencia del representativo en relación a los demás equiops, pues no es nada de lo que presumir (al fin y al cabo, a clubes como el Tenerife se le presupone la superioridad); y también por los efectos que la publicación de este tipo de marcadores podría tener en niños y padres.

Se suma así el representativo a la política de comunicación emprenida por otros clubes de referencia en sus respectivas provincias, y que han preferido esconder o disimular los estruendosos resultados que logran en divisiones inferiores, donde casi es costumbre que los equipos potentes(el Tenerife en su provincia, la UD Las Palmas en la suya...) goleen a algunos de sus oponentes.

No obstante, hace algunas fechas el conjunto blanquiazul –puede que fuera un descuido– calificaba en uno de sus perfiles en Twitter como «un resultado excelente»una goleada(4-0)de su infantil al Esférico. Y la publicación hallaba la aprobación de no pocos aficionados y padres de jugadores, ávidos de que esta realidad se mostrase y se exhibiese. «Los niños se adaptan a todo;a los que hay que educar es a los adultos», explica el exfutbolista blanquiazul y ahora entrenador de cantera, Aarón Darias.

Cuenta José Luis Hernández Yanes, vinculado como formador durante muchos años al Florida CFy en su condición de padre, que le llamó mucho la atención un comentario que leyó en Twitter a este respecto. «Un señor decía que el Tenerife hacía bien en resaltar su victoria al Esférico porque los niños en edad infantil ya tenían pelos en los h... Es salvaje que sigamos usando determinados términos para hablar de fútbol base, y que además seamos los adultos quienes nos comportemos de determinada manera». Resalta a continuación que hace unos días vio a un árbitro de alevines irse llorando de un campo porque había padres recriminándole una confusión. «Es increíble hasta qué punto se pone por delante competir y no formar».

Julia es la madre de un niño en edad infantil. «En Twitter dicen que como ya los críos tienen 12 años, deben de estar preparados para que se publique en las redes, que ellos mismos consumen en el móvil, si perdieron 7-0 o ganaron 4-1. Me pregunto si el resultado es noticia, si es beneficioso para alguien que se le dé publicidad. Yo solo le encuentro efectos nocivos. Una cosa es que el niño saque un aprendizaje de un resultado negativo y que se le enseñe a competir;otra bien distinta es que se genere la sensación de que el marcador es lo más relevante a esas edades».

Así que el debate sobre la importancia del resultado y su publicación –en los medios o las redes– «sí es preciso y sí es importante», concluye Jorge Pastor, psicólogo deportivo de referencia. «Me alegro que este tema se haya visibilizado en las redes durante esta última semana. De hecho, es un asunto que nosotros abordamos directamente en los clubes a los que asistimos».

«Cualquier mensaje en las redes sociales puede generar bastante toxicidad, de forma muy concreta en el fútbol, que es un deporte donde no hay límites. El problema fundamental es que queremos extrapolar o comparar el deporte formativo con el profesional. Yestablecer analogías entre uno y otro, hasta el punto de que se utilicen los mismos adjetivos –excelente, magnífico, colosal– para un resultado de cantera que para uno en la élite. Como si jugar en infantiles fuera hacerlo en la alta competición».

Llevado este caso al extremo, cuenta Pastor que ha visto titulares o publicaciones en Facebook del tipo «El prebenjamín del Andenes apaliza al San José». El profesional tinerfeño sugiere que «una frase así de contundentee tal vez busque un like o llamar la atención, pero aporta cero al deporte y a la formación; así que habría que erradicarlo por completo porque estamos hablando de niños».

Nauzet Hernández, futbolista del Victoria y entrenador del juvenil Longuera, considera que «está bien que la prensa visibilice el fútbol base y cuente que existe, pero cabría preguntarse si es trascendente la publicación de resultados y clasificaciones hasta en infantiles o alevines». Añade que desde hace tiempo, con esta costumbre, lo que se olvida por completo es que «lo fundamental es aprender y divertirse; y no que ganes todos los partidos y ver en el periódico que vas primero e invicto;o último y sin puntos».

Donde casi hay coincidencia y unanimidad es en la necesidad de variar el sistema de competición. «Cuando en baloncesto tienes un resultado de +50 se para el juego;y los chicos siguen jugando. Algo similar iría muy bien en fútbol. No hay necesidad de que los niños se llevan esas palizas cuando vas 0-10. No aporta nada al rendimiento deportivo ni al educativo. ¿Qué aporta?Esa es la pregunta», explica Pastor.

Sergio Alonso, entrenador del Laguna, incide en que la fórmula del baloncesto «es la idónea y sería bueno llevarla al fútbol, sobre todo en benjamines y prebenjamines». En cuanto a la comunicación de los resultados, apostilla que «hay resultados que sobran y mensajes que faltan». Respecto a esto último, remarca que «muchas veces en cuentas de fútbol de cantera, incluso en clubes profesionales y profesionalizados, falta felicitar a los dos equipos».

Aarón Darias introduce un elemento adicional. «Partamos de la base de que las capacidades de los niños en estas edades son muy diferentes, incluso en el mismo equipo de un año para otro;y que es un sinsentido clasificarlos en categorías desde un principio». Subraya el ex del Tenerife que «los conceptos de clasificación, goles a favor, puestos y demás son cosas de adultos que gestionan ellos, más que los propios niños». Se pregunta para qué publicitarlos, sea un 4-0 o un 21-1.

«Yo personalmente viví en mis primeros años de futbol resultados de más de 20 goles de diferencia entre los dos equipos y obviamente a nadie le agrada esto, pero aún así lo que me animaba a seguir jugando y mi prioridad era estar junto a mis amigos y ese sentimiento de pertenencia que al final siembra la semilla del trabajo en equipo, las relaciones sociales y un largo etcétera de valores que deberían estar por delante del competir».

La sugerencia de Darias pasa por hacer cambios. «Que los medios de comunicación, redes incluidas, no se centren en el resultado. Ysí en aliviar al jugador de presiones, disgustos o sinsabores. Los protagonistas son ellos, no nosotros», sentencia. «Ganar el trofeo de Tenerife o el de Canarias no es el primer paso para ser el nuevo Cristiano o el nuevo Messi», completa Nauzet.

La visión del periodista

Alejandro Siverio, corresponsal de RadioClub Tenerife y especializado en fútbol base, asegura que «hay directivos absolutamente empeñados en dar publicidad a los resultados de sus equipos». Sacan pecho, se regodean de sus éxitos y llevan la competición mucho más allá de lo sensato en edades de formación. «Son ellos a los que les interesa que se hable de que el Andenes va primero o el Portezuelo séptimo; y por supuesto hay muchos padres obsesionados con lo numérico. Lo preocupante es cuando esa obcecación se traslada al menor», replica Julia, en su condición de madre de un niño apasionado por el fútbol y que censura el uso que hacen ciertos equipos «de las dichosas redes».

Siverio confirma que hay directivos que ordenan la creación de perfiles en Twitter y también que se dé difusión a ciertos resultados. «Cuando lo realmente edificante sería mostrar momentos de confraternización, en los que se hace comunidad y equipo», expone Hernández Yanes, ex del Florida y padre de un menor inscrito en el Santa María.

Jorge González, periodista de profesión y miembro del cuerpo técnico del Juventud Laguna, ha sido administrador de cuentas oficiales en Twitter y Facebook durante muchos años y en diferentes equipos. «He visto de todo», resume. «Afortunadamente, cada vez son más los equipos que se han ido concienciando de que en la base lo importante no es ganar o perder;sino lo que aprendes en el camino».

La última reflexión la hace el psicólogo Pastor. «He llegado a la conclusión de que, si el CDTenerife u otros equipos enmascaran los resultados, es sencillamente porque publicitar un 40-0 no es nada por lo que sentir orgullo. Lo único que demuestra es que esos clubes son muy superiores a los otros.¿Se debe evitar el exhibicionismo del resultado?Es un primer paso para mostrar respeto al rival, a sus deportistas menores de edad y a sus padres. Pero quizá lo que debe evitarse es que produzcan estos marcadores ajustando urgentemente el sistema de competición». Y añade:«Claro que hay que aprender a perder. Yla que vida te va a dar derrotas duras, incluso por 20-0. Pero aquí la pregunta que cabe hacerse es: ¿Son estos resultados perjudiciales para la autoestima de un niño? La respuesta, evidentemente sí».

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