Ocasión de oro desperdiciada por la UD Granadilla Tenerife. En un encuentro atrasado de la 17ª jornada, el cuadro isleño sucumbió en su visita al Real Madrid –como ya lo hiciera hace dos semanas contra el Atlético de Madrid–, dejando pasar la ocasión de desbancar al Atlético de Madrid y volver a colocarse en la tercera plaza, puesto que da derecho a jugar la ronda previa de la Champions. A pesar del gran inicio de las guerreras, el conjunto madridista logró adelantarse poco antes de la media hora de encuentro en una de sus primeras llegadas de peligro. Las blanquiazules trataron de igualar antes del descanso, aunque sin éxito ante la portería local. Ya en la segunda mitad las merengues fueron mejores y apenas concedieron ocasiones claras a las de Francis Díaz, que recibieron el 2-0 definitivo a falta de pocos minutos para el final.

Nuevo resbalón en la capital

Inicio de partido muy serio por parte de las tinerfeñas, que rápidamente se hicieron con el control de balón y jugaron con las líneas muy adelantas, provocando que los intentos de ataque rival acabaran en posición antirreglamentaria. A los 8 minutos, Koko dio el primer aviso en un tiro con la zurda que llegó suave a las manos de Misa; y poco después, María José Pérez, quien se mostró muy activa en ataque desde los primeros compases, lo intentaría sin éxito desde fuera del área. Las isleñas llegaron a reclamar incluso dos penas máximas en sendas acciones que la colegiada no consideró punibles.

A pesar del buen juego mostrado por las guerreras, el Madrid se adelantaría en el minuto 28 tras un centro de Claudia Zornoza desde la derecha al segundo palo, donde apareció Rocío Gálvez para adelantar a las suyas de un certero testarazo. Cristina Martín-Prieto pudo devolver la igualada justo tras la media hora cabeceando fuera una acción a balón parado; mientras que al filo del descanso, tras un tramo de partido sin llegadas claras en ninguna de las porterías, volvió a rozar el empate en un mano a mano ante la portera madridista, quién se mostró segura para evitar el 1-1.

Francis Díaz movió ficha al comienzo de la segunda mitad. Sin embargo, las merengues salieron más fuertes tras la reanudación y acosaron la portería defendida por Noelia Ramos, quién tuvo que emplearse a fondo para evitar el segundo tanto. Con el paso de los minutos, el Granadilla fue recuperando la versión mostrada en los primeros 45 minutos e igualó las fuerzas, volviendo a acercarse al marco local. Aunque no fue hasta pasada la hora de juego cuando Nasello protagonizó la oportunidad más clara en una buena acción individual que a punto estuvo de convertir en el empate.

Desde el minuto 70 el partido, se abrió, con más llegadas a las áreas, aunque fueron las merengues quienes disfrutaron de las ocasiones más claras aprovechando los errores defensivos, fruto del nerviosismo, de las blanquiazules. En una de las llegadas de las de Alberto Toril, Maite Oroz puso el 2-0 (85’), tras una internada en el área que finalizó con un disparo cruzado raso a la base del poste. El cuadro tinerfeño no tuvo tiempo para reaccionar, y salvo una falta lateral en la que Paola estuvo a punto de sorprender a Misa, no tuvo opciones reales de recortar.

«Excesivo castigo»

Para Francis Díaz «por lo que se ha visto en los 93 minutos, ha sido un excesivo castigo». El técnico del club isleño cree que «el partido se ha decidido por pequeños detalles». «El 1-0 fue un gol a balón parado, algo que teníamos más que trabajado, pero a veces en el fútbol hay despistes y este tipo de equipos no te perdona; y el 2-0 llega tras una pérdida innecesaria en el centro del campo, un asunto que también habíamos hablado. Tuvimos alguna ocasión que no materializamos», argumentó.