Jorge Sánez de Miera no quiere dejar pasar más trenes. Tras dos temporadas como cedido en el Celta de Vigo en las que únicamente ha jugado nueve partidos, el central tinerfeño (24 años) arriba al Marítimo de Funchal (Madeira) con la intención de recuperar esas buenas sensaciones futbolísticas que dejó en su última campaña en el CD Tenerife. Un cambio de aires para el zaguero isleño, que de nuevo sale del Valencia CF en calidad de préstamo hasta final del ejercicio 21/22. El técnico che José Bordalás no contaba con él y su llegada al fútbol luso se ha visto como la más conveniente para recuperar a un jugador que, el próximo junio todavía tendrá dos años más de vinculación con los valencianistas.

En su presentación de ayer Jorge reconoció que llegar a su nuevo destino supone para él «una alegría tremenda» y admitió estar «con muchas ganas de conocer» a sus nuevos «compañeros y poder entrenar con ellos». «Quiero trabajar al máximo para dar todo lo mejor para el club, y que mi paso por la Isla no sea en vano sino que deje un buen recuerdo, lo que significará que será una buena temporada, tanto en lo personal como en lo colectivo», expresó el defensa tinerfeño en la televisión del club de Madeira. El Marítimo fue decimoquinto (de un total de 18 clubes) en la última edición de la competición lusa.

Sáenz de Miera, que se definió en su presentación como «un jugador elegante, aunque no blando, que trata de dar seguridad a sus compañeros», estará a las órdenes de Julio Velázquez, uno de los técnicos que más sonó el pasado verano para hacerse cargo del CD Tenerife. En su nuevo destino el central chicharrero tratará de revertir su ostracismo futbolístico de los dos últimos ejercicios. Así, el pasado curso no jugó ni un segundo con el RC Celta pese a que desde el club vigués se le invitó a salir en el mercado invernal. Fue convocado en ocho de los 13 primeros duelos ligueros, pero nunca llegó a saltar al campo. Luego, ni una sola vez entre los citados. Su última aparición oficial data del 11 de julio de 2020, cuando disputó 45 minutos en el duelo contra el Atlético Osasuna. En la campaña anterior (19/20) sí tuvo presencia en nueve encuentros, siete del campeonato liguero y dos de Copa del Rey. Ahora, en suelo luso, Jorge está obligado a recuperar el tiempo perdido.