La crucifixión desde la playa de Almáciga

Desván Blanco reúne las propuestas de ocho creadores que dan su particular visión fotográfica de la cruz

La propuesta del escultor Mauricio Pérez para 'Iconografía de otra cruz'

La propuesta del escultor Mauricio Pérez para 'Iconografía de otra cruz' / El Día

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

El símbolo de la cruz adquiere una nueva dimensión en la exposición Iconografía de otra cruz, la muestra que se podrá ver en el espacio Desván Blanco, en Santa Cruz de Tenerife, hasta el día 20 de abril. La fotografía se convierte en el principal aliado para los creadores, que retratan a sus modelos en altares improvisados en la playa, en el esqueleto de un invernadero o haciéndose una fotografía con el móvil. Huyendo de la idea de la muerte y de la representación clásica del momento de la crucifixión, esta exposición reúne siete visiones únicas y originales y cuenta con las propuestas de los escultores Mauricio Pérez, Tomás Oropesa y Román Hernández, quien también comisaría esta iniciativa artística, y los fotógrafos Magda Medina, Guillermo Sureda, Efraín Pintos, Lucas Pintos y Tarek Ode.

El origen de este proyecto se sitúa en el año 2002, a través de una reflexión que realizó Román Hernández para su tesis doctoral pero que decidió dejar fuera para poder desarrollarla más en profundidad en el futuro a través del artículo publicado en la revista Bellas Artes, Revista de Artes Plásticas, Estética, Diseño e Imagen de la Universidad de La Laguna titulado Interpretaciones y especulaciones acerca del concepto vitruviano del homo ad circulum y ad quadratum. En este escrito hace referencia a un pasaje de Los diez libros de arquitectura del arquitecto y teórico romano Marco Vitruvio Polión y en el que planteaba la hipótesis de que los romanos crucificaban a sus condenados en la posición de una X, la denominada Cruz de San Andrés, que se corresponde con el cuerpo inscrito en el círculo. Sin embargo, fueron los artistas de aquella época quienes comenzaron a pintar crucifixiones con la forma de la cruz que se conoce en la actualidad, alentados quizás por los poderes eclesiásticos, y cambiaron la posición original. A partir de ese momento, los romanos se apropiaron también de este método de la crucifixión cuando extendieron su imperio.

Ahora, este proyecto expositivo surge con la idea de invitar a los artistas participantes a emplear el símbolo de la cruz más allá de cualquier connotación religiosa y crear así imágenes de gran calado visual y estético. Román Hernández comenzó a trabajar en esta propuesta en el año 2019, cuando Efraín y Lucas Pintos dieron forma a su propuesta, pero la irrupción de la pandemia paralizó la empresa, que se retomó de nuevo el pasado año.

Las propuestas de esta muestra son tan variadas como los autores de las mismas pero Román Hernández destaca que todas ellas tienen una clara intención de establecer un diálogo entre ellas y, sobre todo, de celebrar la belleza. Así, Iconografía de otra cruz incluye interpretaciones clásicas del crucificado junto a otras en las que una mujer sostiene un móvil delante de una cruz con estética cyberpunk; también muestran a un joven que se hace un selfie frente a una mujer crucificada sin ropa. En el caso de la propuesta de Román Hernández, por ejemplo, incluye varios modelos en la playa de Almáciga. El escultor y también profesor recuerda la producción para poder tomar estas fotografías fue complicada ya que no quería hacer ningún montaje y por eso trasladó hasta el litoral la gran cruz. "Fue como una auténtica procesión", afirma el creador quien lo considera "una experiencia interesante" en la que hasta incluyó los microplásticos.