Las pequeñas claves de la felicidad

El diplomático Domingo de Silos Manso publica ‘De lo bueno, hermoso y verdadero’, que recoge 17 relatos sobre personas que han logrado la plena realización personal

Domingo de Silos Manso García.

Domingo de Silos Manso García. / E. D.

‘Ingrid’, ‘El payaso’ o ‘El ratón blanco’ son algunas de las diecisiete historias que forman parte del libro ‘De lo bueno, hermoso y verdadero. Cuentos de hoy’ (Pigmalión) que acaba de publicar el diplomático Domingo de Silos Manso García. Todos ellos tiene en común que retrata la vida de personas que han decidido anteponer su felicidad sobre cualquier otro aspecto material. Una obra deliciosa que se lee ágilmente

La felicidad. Ese estado de ánimo o emoción que experimenta un individuo cuando alcanza la plena satisfacción espiritual y física. Ese objetivo que, se supone, todo el mundo desea conseguir. Pero la felicidad no es tan abundante como se piensa. Y tampoco depende de alcanzar el poder, la riqueza o conseguir el amor. Es algo mucho más complejo y sencillo al mismo tiempo. Y un modo de entender la verdad que encierra ese término es leyendo el último libro del escritor y diplomático Domingo de Silos Manso García (Zaragoza, 1944) titulado De lo bueno, verdadero y hermoso. Cuentos de hoy (Pigmalión). Una deliciosa obra formada por diecisiete cuentos cortos que, a través de otras tantas historias, dan las clave de lo que es llevar una vida plena tanto interior como exteriormente.

Así, el lector puede disfrutar de Ingrid, la historia de la mujer que regenta una tienda de juguetes y chocolatinas que sufrió los estragos de la guerra y decidió que su principal vocación iba a ser hacer felices a los niños. O El afilador, la historia de un hombre sencillo, con un trabajo antiguo, que, aunque se haya ganado la lotería y es millonario, no renuncia a su oficio, teniendo en cuenta la cantidad de amigos y sorpresas le ha deparado llevar esa vida. Manso García señala que, a pesar de lo que pudiera parecer, ninguno de los cuentos son autobiográficos. «Todo se basa en el día a día, pero ni he sido cliente de Ingrid ni amigo de ningún afilador», señala entre risas. Todas son historias inventadas que, eso sí, parten de la propia observación de la realidad cotidiana por parte del autor. Así sucede también con El payaso sobre el millonario triunfador y mujeriego que, tras sufrir un accidente, acaba trabajando de payaso. O Smile que aborda la vida de una sonriente niña abandonada que termina creando una fundación para pequeños sin hogar.

Sencilla

Pero lo que más llama la atención del libro es su prosa sencilla, que no fácil, escrita con de forma austera, casi al modo de prosa poética. Frases cortas, que hace llevan a una lectura ágil y entretenida, que atrapa al lector desde el primer momento, al modo de una de esas golosinas que aparecen en uno de los relatos. El propio Manso reconoce que la idea surgió porque tras tantos años involucrado en puestos de máxima responsabilidad, ha entendido que lo que verdaderamente importa es, en definitiva, encontrar la felicidad. Y lo dice alguien que ha tenido cargos de tanta relevancia como los de director general de Editorial Prensa Ibérica, embajador en Gabón o que ha sido alumno de la prestigiosa Escuela Nacional de Administración (ENA) junto al ex presidente francés, François Hollande.a. «Qué dice el afilador», recuerda el autor. «Que yo quiero seguir siendo afilador porque es lo que me gusta, porque es lo que me ha llevado a conocer a mis amigos con los que juego a las cartas, y no quiero cambiar de vida». Porque el libro trata de «gente que no hace cosas extraordinaria, pero que son muy felices en la vida porque siguen a sus gustos».

En su opinión, la gente «escribe muchas tragedias y no se dan cuenta de que tienen la felicidad al alcance de la mano». El problema es que «nunca te educan en que sea feliz, en qué consiste». y de eso habla el prólogo que ha sido escrito por Jaime Olmedo. «Es gente que lleva una vida aparentemente normal y corriente, pero también es gente a la que les gusta su trabajo, que lo viven con pasión, que tienen una afición a la que se dedican con plenitud y eso es una ilusión de vida».

La ilustración de la portada se ha hecho con inteligencia artificial y parece representar al personaje de Ingrid en su tienda para niños. «Se podía haber puesto un dibujo en cada página, pero no hace falta porque es el texto el que te lleva de cabeza». El diplomático reconoce que «la gente me dice eso de que la felicidad es lo único importante. Pero lo que yo veo es que la gente no es feliz porque no se para a reflexionar sobre lo que le gusta realmente». Otro aspecto de sus textos es que «no le pongo moraleja, no doy ningún consejo final, simplemente explico una vida y tú sacas tu propia moraleja». Manso García publicó anteriormente La onza de oro, una crónica de España desde el año 39 al 92 sobre una niña, hija de una costurera belga « que se coloca en una pastelería en una ciudad española, y acaba creando una gran empresa». Por la novela pasan los cambios en la vida de la ciudad y de sus habitantes, así como «su reacción ante el éxito de la protagonista», aclara.

Su otro libro, Diplomacia ayer y hoy: España en el mundo 1939-2022, pone de relieve la importancia de las relaciones internacionales en la vida de España. Su gran evolución desde 1939. Un país arruinado y dividido al término de una guerra civil, internacionalmente aislado de 1946 a 1950, con una economía autárquica al borde de la quiebra en 1958, que se abre al mundo, se convierte en una democracia, ingresa en la Unión Europea, en la OTAN, participa en operaciones de paz, se encuentra entre los países fundadores del euro, y en los años 2000 se sitúa entre las diez primeras economías del mundo. Pero también aborda los retos y desafíos que hoy se presentan. «Esto demuestra que cuando España se pone puede hacer muy bien las cosas» asegura.