La magia del circo al alcance de la mano

«Queremos contarle esta historia para que el circo continúe viviendo”. Ese es el objetivo que se marcó durante el fin de semana la compañía tinerfeña Clownbaret con su nuevo espectáculo, La Loca (y falsa) Historia del circo, que se pudo disfrutar en dos funciones que tuvieron lugar en el Parque Científico y Tecnológico de Las Mantecas, en La Laguna, los día 9 y 10 de diciembre. Un carrito de cotufas y un zancudo avisaron del inicio del espectáculo unos minutos antes de las seis de la tarde del domingo, cuando tuvo lugar el último de los pases programados. Y así los miembros de esta compañía se unieron al público que esperaba en el exterior del domo geodésico adquirido para la ocasión y donde varias familias revivieron ayer la magia del circo.

Aunque parecía que todo el público no iba a caber en el recinto, el deseo de disfrutar de un buen espectáculo hizo que todos entraran para ser partícipes de esta obra interactiva e inmersiva donde el teatro se dio la mano con el circo. La carpa estuvo a rebosar en ambas funciones protagonizadas por los payasos Woody y Yiyolo y los tramoyistas Harry y Luka, así como por la estricta Madame Leal quien llevó la batuta de este espectáculo que en todo momento hizo partícipe al público de las locas aventuras de sus protagonistas.

Misión: perpetuar la historia del circo. Así lo comunicó Madame Leal al comienzo de la función e hizo hincapié en que «no se puede perder una de las mejores formas de arte del mundo». Durante una hora y media, los artistas recibieron en su «hogar» al público y les relataron la historia del circo, «que siempre ha estado muy vinculado al mundo militar». Así comenzó este espectáculo que también contó con la proyección de imágenes en movimiento, con cotufas, juegos de luces y música que hizo que el público no parara de moverse en las gradas.

Viaje por el mundo

«El circo ha sido un oasis inaudito en este mundo de locura». Y así, la compañía no precisó de ninguna clase de animal para llevar a cabo este espectáculo en el que no faltaron los números aéreos ni los malabares.

«El circo siempre ha sido amigo de lo diferente». Y por eso este espectáculo también propuso un viaje alrededor del mundo, comenzando por China, la tierra de lo divino, de la seda y de las mandarinas, tal y como recordó Yiyolo. Luego le tocó el turno a Grecia y a las Olimpiadas, con su pantomima. Tras ello llegó Roma y, a pesar de que todas estas zonas vivieron grandes guerras durante el desarrollo del circo, los protagonistas de La Loca (y falsa) Historia del circo recordaron que «este círculo –en referencia a la carpa del circo– aporta al mundo una paz incomparable porque este elemento es pacificador». Egipto, Inglaterra y Estados Unidos también estuvieron entre las paradas de esta loca trouppe que en todo momento trataron de trasmitir «la paz que el circo nos ofrece».