El Festival Canarias en escena, en suspenso

La programación del Festival Internacional de Artes Escénicas de Canarias, Canarias en Escena, ha quedado en el aire. La segunda edición del certamen, que debería haber empezado este mes, está paralizada a la espera de que se resuelva el recurso presentado por una de las tres empresas que presentó su propuesta para conseguir la adjudicación del contrato. Eso, por el momento, ha perjudicado a varias compañías que ya tenían previstas sus actuaciones en las Islas y que deberán esperar a que se resuelva el trámite administrativo para que se reubiquen sus funciones, si eso es posible.

La semana pasada, el Instituto Canario de Desarrollo Cultural (ICDC) hizo pública la suspensión de este procedimiento: «Se hace pública la interposición de un recurso especial en materia de contratación en relación con el expediente L517-23 Contrato de servicios de dirección, programación, realización artística y técnica, gestión, comunicación y ejecución de todas las actividades a realizar para la organización del Festival Internacional de Artes Escénicas de Canarias –Canarias en escena– que origina la suspensión automática del procedimiento en aplicación del artículo 53 de la Ley de Contratos del Sector Público».

Este recurso obligó al Gobierno de Canarias a paralizar la contratación, que aún no se había firmado con la productora que ganó el pliego y que, por el momento, es la adjudicataria del servicio. Es un paso obligatorio y automático que provocará que todo el procedimiento sea revisado por el Tribunal de Contratación del Gobierno de Canarias, un estamento administrativo especializado en materia de revisión de estos procesos burocráticos. Está adscrito a la Consejería de Hacienda y se encarga de «conocer y resolver» estas situaciones.

Perjudicados

Una de las compañías especialmente perjudicadas por lo que ha sucedido es Lazona, que iba a traer hasta Canarias la obra RUN (Jamás caer vivos), escrita y dirigida por el que es uno de los principales dramaturgos que ha dado el Archipiélago: José Padilla.  

Los primeros contactos con la compañía de Padilla tuvieron lugar el pasado mes de febrero. Ese primer concurso se declaró desierto. Ahí tuvo lugar la primera decepción del equipo que, meses más tarde y con la apertura de un segundo proceso, fueron contactados de nuevo para realizar la función, que iba a poder verse además en varias Islas. La noticia de la interposición de este recurso que ha paralizado la contratación ha sido el jarro de agua definitivo para la compañía, que ya había declinado otras ofertas y había dedicado tiempo y dinero para preparar su viaje al Archipiélago. Idéntico proceso se ha repetido con otras compañías. A unas se las podrá reubicar en otras fechas. Otras, como Lazona, no podrán hacerlo.

El festival tiene de plazo hasta el 31 de diciembre para celebrarse y entre las exigencias del pliego están la necesidad de que se realicen funciones en las ocho islas y que exista un equilibrio de representación entre compañías canarias, nacionales e internacionales. Para concurrir a este tipo de procedimientos públicos es necesario presentar una «propuesta artística» que implica que cada productora se ponga en contacto previo con las compañías sobre la posibilidad de participar en el certamen. Lo mismo deben hacer, por ejemplo, con los recintos en los que se celebrarán las propuestas. El Gobierno de Canarias confía en que la resolución del Tribunal de Contratación no se dilate y se haga efectiva entre finales de este mes y principios de octubre. 

"Me siento desamparado"

«Me muero por trabajar en Canarias y ahora mismo me siento desamparado». Así confiesa encontrarse el actor, director y dramaturgo nacido en Santa Cruz de Tenerife, José Padilla. El creador cuenta, entre sus numerosos éxitos, el haber sido merecedor de un Premio Max por Dados, una pieza teatral sobre la identidad de género y la transexualidad.

Por fin, este 2023 y de la mano del Festival Internacional de Artes Escénicas de Canarias, Canarias en Escena, Padilla iba a cumplir una de sus mayores aspiraciones: que una de sus obras pudiera verse en la ciudad que le vio nacer, en «mi tierra». Estaba previsto que RUN llegara, el pasado miércoles, a las tablas del Espacio La Granja.

Padilla lamentó el perjuicio que la cancelación ha supuesto tanto para los actores como para todo el equipo de la obra, que llegaron rechazar otras ofertas de trabajo o becas formativas. De hecho, y para que RUN llegara a disfrutarse en Canarias completamente «rodada» volvieron a montar el espectáculo y programaron dos funciones previas, a finales del pasado mayo, en Asturias. Allí «las críticas fueron asombrosas». La sensación de frustración aumentó porque a la primera «cancelación» de principios de año (provocada por la suspensión del concurso por motivos administrativos) hay que sumar una segunda que se produjo «tan solo dos semanas antes de la función en Santa Cruz». 

«No dábamos crédito a lo que estaba pasando. El nivel de desesperación que tenemos es muy grande», dijo. «¿Cómo se puede especular con algo tan frágil? No entiendo cómo después de lograr cosas tan difíciles como estar en los Teatros del Canal o en el Teatro Español el próximo 10 de octubre, mi trabajo tiene tan poca importancia en mi tierra.Nadie me ha llamado para ofrecerme una explicación», concluyó.