Música

Los límites entre la música y la IA

La creación de temas inéditos a partir de la voces conocidas sitúa el debate en el centro de la escena musical | El Parlamento Europeo intenta legislar sobre esta tecnología para garantizar los derechos de la ciudadanía

Los límites entre la música y la IA

Los límites entre la música y la IA / E. D.

La irrupción de la inteligencia artificial (IA) cambiará completamente las reglas del juego. La creación y la producción estarán intermediadas por esta herramienta tecnológica que está alcanzando una cota de perfección nunca antes vista por el ser humano. Tanto, que el componente emocional que era lo que distinguía y, sobre todo, utilizaban los detractores del invento como la última barrera a salvar, es posible de programar con la acumulación de datos que analizan constantemente los algoritmos. Entonces, ¿en qué queda la creación, la originalidad, esa última salvaguarda de la pasión si es usurpada?

La canción Heart on my sleeve de los raperos Drake y The Weeknd —ahora Abel Makkonen Tesfaye— alcanzó el número uno de reproducciones a nivel mundial. Pero... No eran ellos. En ningún momento habían ideado las letras, las bases, ni se habían juntado en el estudio delante del micrófono. Una cuenta de YouTube ideó a partir de distintos modelos de audio este sencillo que denunció la discográfica Universal Music Group, dueña de sus derechos de autor. Por tanto, Spotify y Apple Music tuvieron que eliminar esta ensamblaje que sigue pululando por las redes. Y a quien lo creía imposible, Quevedo puede cantar Demasiadas mujeres de C. Tangana. Así que, ¿qué ocurre ante la suplantación cuando ya hay artistas que, a causa de la polémica, han declarado que ceden sus derechos a quien utilice su voz?

Oportunidad y condena

El pianista tinerfeño Gustavo Díaz Jerez ha investigado en profundidad la aplicación de la tecnología en la composición. Como creador del programa FractMus, el trabajo Metaludios es un reflejo de esta dualidad, donde se inspiró en las redes neuronales en vez del actual ChatGPT. También, el disco Iamus fue fruto del primer ordenador capaz de escribir música sin intervención humana. Aunque haya experimentado con este formato, admite que la potencia actual lo sobrepasa, "esto era impensable hace una década", y comparte la preocupación de los padrinos de la IA, Geoffrey Hinton y Yoshua Bengio, acerca de su peligrosidad para la humanidad.

"La IA nos puede ayudar a la humanidad a florecer como nunca y es una herramienta maravillosa que puede ayudar a potenciar tu propia creatividad, pero sabiendo qué hay ahí dentro y sobre todo qué intereses la llevan. Por tanto, el primer paso es regular pronto su utilización", insta. En cualquier caso, ve que los puestos de creadores de músicas comerciales, bandas sonoras o productos "de consumo rápido", "tienen los días contados". Da una pista: entre los reclamos de la huelga de guionistas de Estados Unidos, está la regulación de la IA para que se siga utilizando a guionistas humanos y material original humano, "lo mismo que va a ocurrir con la música". 

El debate está en el Parlamento Europeo para una posible primera regulación. A lo que Luis Capote, catedrático de Derecho Civil en la Universidad de La Laguna y especialista en derechos de autor, comenta que esta evolución enfrenta varios problemas en torno a los derechos de la personalidad porque "la voz forma parte de la imagen de una persona". En este sentido, la UE discute sobre la posibilidad de crear una nueva personalidad robótica, a semejanza de la jurídica o física. Además, hay dos cuestiones a distinguir, subraya, por un lado, la creación de obras derivadas de unas originales o la interpretación de obras preexistentes. Entonces, ¿quién es el dueño y puede explotarla?

"En Estados Unidos hay juicios sobre la autoría, ya que los juzgados consideran que eres dueña de una imagen creada por IA si esa imagen la tenías previamente en la mente. Pero le has dado cuatro instrucciones con un resultado, como si le hicieras un encargo a otra persona, algo que en su momento ocurrió con la fotografía. En el instante en que hay una planificación, disposición de elementos, surge el aspecto creativo y, en consecuencia, su propiedad intelectual", explica el jurista. En este sentido, el siguiente escalón es al distinguir si posee un componente creativo pues determinar si es digno de protección por la legislación. "Esto es un capítulo muy importante dentro de la historia de la protección del arte", tal y como sucedió con el cine, la televisión o los videojuegos.

Trabajo y conocimiento artesanal

Lo que parecían elucubraciones de una galaxia exterior en 2001: Una odisea del espacio o La guerra de las galaxias son ya la realidad. Jesús Alonso Hernández, director del Instituto Universitario de Investigación IDeTIC de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, rememora estos filmes y comenta que la síntesis de voz siempre ha existido: "Su evolución viene de los sistemas que garantizaban la inteligibilidad, luego, la naturalidad y ahora vivimos la época del hiperrealismo, como ocurrió con la voz del físico Stephen Hawking". Entre "los modelos de redes neuronales artificiales o sistemas de clasificación han dado pie a la IA, tecnología que funciona a base de entrenar el sistema hasta dar con el fundamento básico".

Rodeados del internet de las cosas, de la robótica o las sugerencias de las plataformas cuando vemos una serie, "la IA permite nuevas oportunidades, pero también nos surge la duda sobre qué profesiones desaparecerán o, al contrario, resistirán". Más cuando en otros campos artísticos, señala, se ve su auge, como que el fotógrafo Boris Eldagsen ganara el Sony World Photography Awards a través de este mecanismo que puso en entredicho el criterio del jurado.

El productor Jesús Mendoza trabaja con mimo con los artistas que graban en el estudio Jesiisma en Gáldar. Aúnan las nuevas tecnologías, en los que se encasillan los procesadores como la serie M1 o los software de preproducción que indican progresiones armónicas, tonalidades, es decir, caminos a escoger, con equipos de los años 60 que aportan timbres únicos. "La tecnología está para usarla y ha democratizado el acceso a que cualquiera en su casa pueda hacer una buena preproducción o hacer arreglos con una tarjeta, pero hay que valorar el conocimiento de los profesionales", apunta.

Aparte del saber, poseen material especializado que se adapta a cada instrumento o voz dependiendo del estilo musical y facilita el trabajo, "llevamos más de 30 años y vemos cómo muchos estudios han desaparecido, en parte, también a esa competencia desleal, cuando hay gente de fuera que viene a grabar aquí sin que nosotros lo valoremos". "A nivel de producción musical, la cuestión es no dejar decidir todo el proceso a la IA, la cual también se puede equivocar, sino al contrario, que sea un apoyo sin renunciar a aportar tu estética. Ahora la gente se dedica a copiar sonidos o patrones rítmicos que a otros les ha funcionado, y en ese sentido se ha perdido un poquito la magia", advierte.

Contempla certámenes como Música Joven, donde ha estado implicado en la representación y grabación de artistas noveles, y ve lo difuso de su tiempo: "Esta era es maravillosa porque es fácil que te escuchen en cualquier lugar del mundo, aunque es difícil la visualización dado que la competencia es cada vez mayor". En ellos está la semilla, a pesar de las grandes lagunas que Díaz Jerez considera que hay aún en la educación musical, "la música popular nunca ha sido tan mala como ahora, a nivel general, y esto también radica en el intrusismo profesional que hay en el sector, es como si alguien que no sabe de matemáticas ahora descubriera las tablas de multiplicar". Una base, unas letras, listo, pero si todo es duplicable, ¿entonces qué queda?

"Todavía estamos lejos de considerar que la IA tenga creatividad, lo cual constituiría tener un concepto de conciencia propia y tendríamos que plantearnos que estaríamos coexistiendo con un elemento reflexivo con sus propios derechos... Pero de momento todavía queda un pequeño trecho", vaticina Capote. El futuro es incierto, por lo que todos reconocen la necesidad de tener pronto una legislación ágil y efectiva.