Entrevista | Andrea Cabrera Kñallinsky Periodista y escritora

«El realismo mágico tiene mucho que ver con la forma de vivir de los canarios»

Andrea Cabrera, ayer, en la librería Antonio Machado donde presentó ayer su primera novela. | | E.D.

Andrea Cabrera, ayer, en la librería Antonio Machado donde presentó ayer su primera novela. | | E.D. / Alberto García Saleh

El barrio de San Lorenzo es el espacio en el que se desarrolla la primera novela de la periodista grancanaria Andrea Cabrera Kñallinsky ‘La galería del los antepasados’ (Machado Libros) que presentará los días 27 y 28 de abril en las dos capitales canarias. La escritora transforma sus recuerdos de infancia en la casa de su abuela en una obra de realismo mágico durante varias generaciones en la que la mujer es la protagonista. 

¿Tiene algunos precedentes esta primera novela suya?

Llevo escribiendo ficción siempre, desde que era pequeña, lo que pasa es que nunca me atreví a darle una forma hasta que en 2018 empecé con esta novela. Llevaba varios años dándole vueltas y me atreví y empecé a hacer una escritura más estructurada y más pensada en una posible publicación.

¿Cuál es la trama de la obra?

Es una saga familiar que transcurre a lo largo de cuatro generaciones. Es una familia muy marcada por sus mujeres y toda la energía femenina. Transcurre en una Canarias en principio rural, en un pueblo que tiene mucho que ver con San Lorenzo, que es donde yo me crié, y de donde es mi familia. Yo iba mucho ahí para estar con mi abuela, por lo que es un pueblo que tengo muy presente, y como he mitificado el lugar no lo llamo San Lorenzo, sino Santona. La peculiaridad de la novela es que hay mucha magia en ella porque toda la historia transcurre alrededor de una casa en un pueblo perdido entre plataneras como era antes San Lorenzo. Y cuando construyen esa casa le ponen unos azulejos que tienen la peculiaridad de absorber el humor de sus habitantes. Así, si están tristes tiene un color más apagado y las enredaderas pierden las hojas y después hay que barrerlas. Y cuando fallece algún miembro de la familia se queda su energía allí porque hay toda una fila superior de azulejos tiene forma andrógina. Está inspirada en la casa de mi abuela, hay distintos personajes inspirados en otras personas que conozco, pero toda la trama es ficción.

¿Y cómo reciben los habitantes de la casa esos cambios?

La cualidad que tiene fundamentalmente el realismo mágico es aceptar como cotidiano aquello que al principio puede parecer fantástico. Hay situaciones antes las cuales se sorprenden, pero se aceptan con naturalidad. Cuando Isabel Allende dice que «amarra un cordelito a la pierna aquella persona porque era tan liviana que podía salir volando», pues todos lo entendemos como normal. Pero yo, dando un paso más allá, creo que la vida es un poco así. Si uno está abierto a la magia le suceden situaciones mágicas.

¿Cuáles son sus recuerdos más intensos de San Lorenzo?

Recuerdo la plaza con la fuente pequeñita en el centro y un chorrillo exiguo. Recuerdo la iglesia, unos laureles de indias gigantescos, la tienda. Lo que pasa es que el territorio de mi infancia es el barranco lleno de plataneras, y también he tenido al suerte de haber tenido una familia, como mínimo, peculiar, muy abierta a personajes diversos y, sobre todo, extraordinarios, desde mi mirada de niña. 

¿Hay algo del estilo de Gabriel García Márquez?

Yo creo que sí. Es un realismo mágico del que yo creo que en Canarias no somos conscientes. El realismo mágico tiene mucho que ver con la forma de vivir de los canarios. Pero no solo es el de García Márquez, sino Jorge Amado con obras como Doña Flor y su marido, que me encantó. O los primeros de Isabel Allende. Pedro Páramo de Juan Rulfo fue para mí un antes y un después cuando lo leí y toda esta corriente de esos años latinoamericanos. Y luego me gusta mucho la literatura de no ficción. Yo entré en el periodismo porque me parecía era lo que tenía que estudiar para hacer algo que se asemejara a lo que hacía Truman Capote con Sangre fría. También Ricardo Piglia. Y de los autores canarios Los milagros prohibidos de Alexis Ravelo me parece una obra superior. Me ha impresionado recientemente la literatura rusa con Zuleija, abre los ojos de Cuzel Yajina, que solo ha publicado este libro. Me interesa mucho ver la vida desde la luminosidad y esta mujer cuenta en su novela un episodio terrible de la historia de la humanidad y de la historia rusa en concreto y lo hace desde una mirada tan amorosa y tan poética que es un verdadero aprendizaje placentero con toques de Dostoievsky en esos personajes tan bien elaborados psicológicamente.

Nombra a Alexis Ravelo, recientemente fallecido. ¿Qué destacaría de su obra?

Su versatilidad, el exquisito mimo que tiene hacia el lenguaje, su corrección y su generosidad como persona y su afabilidad. Hasta lograr publicar con Machado Libros ha sido un camino largo y en general me ha parecido un mundo muy frío, algo que me resulta extraño porque las novelas reflejan un mundo tan íntimo que requiere de una sensibilidad que luego la industria deja de serlo. Y en todo este camino poder encontrarte con una persona que te tiende una mano como Alexis me parecía como mínimo un bálsamo.

Usted desde 2010 lleva trabajando con los estibadores. ¿Le ha influido a la hora de escribir?

Me ha ayudado mucho porque trabajar con ellos me ha empujado a atreverme a soñar. Me parece que son un colectivo que persigue aquello que quiere y, muchas veces, cuando te cuentan sus metas, te pueden parecer un sueño, pero son capaces de hacerlas realidad a través de su constancia, organización y su falta de complejos. Y yo me dije que «esto lo quiero emular». Steve Jobs decía que uno miraba para atrás y veía muchísimos puntitos que eran las cosas que había hecho en su vida. Y que con una edad veías el hilo conductor entre ellos. Cómo todo aquello que habías hecho era lo que conformaba la persona que eras hoy. Y uno de esos puntos para mí es haber trabajado con la estiba. 

¿Cómo van a ser las presentaciones de la novela?

La presenta conmigo el editor Aldo García, pero en Madrid estará la actriz Alicia Borrachero leerá los fragmentos. La primera presentación en Canarias será el jueves 27 de abril, en Santa Cruz de Tenerife, a las 18.00 horas, en la Librería Agapea situada en la Avenida Tres de Mayo 71A. La segunda será el viernes 28 en Las Palmas de Gran Canaria, a las 19.00 horas, en Talleres Palermo de la calle República Dominicana, 18. 

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