Entrevista | Jaime Moreno Bau Director del centro Sefarad-Israel del Ministerio de Exteriores

«Recordamos el Holocausto para que no se vuelva a repetir»

Jaime Moreno Bau, esta semana en La Laguna.

Jaime Moreno Bau, esta semana en La Laguna. / Carsten W. Lauritssen

Jaime Moreno Bau (Madrid, 1977) es desde marzo de 2022 director del Centro Sefarad-Israel. Ingresó en la carrera diplomática en 2006 y ha estuvo destinado en varias embajadas, entre ellas la de Israel durante tres años. Estuvo en Tenerife para participar en la conmemoración de la Memoria del Holocausto.

Valore el cargo que ocupa.

Es un privilegio y un honor porque se trata de una figura que intenta divulgar y conservar la cultura de esos judíos españoles que perdieron su nacionalidad y la recuperan progresivamente. Dar a conocer el legado y la cultura judíos a la sociedad española es una labor gratificante.

¿Qué es Sefarad-Israel?

Centro Sefarad-Israel es una institución de diplomacia pública creada en el año 2006, cuyo objetivo es profundizar en el estudio del legado de la cultura judía y fomentar un mayor conocimiento de la misma en el seno de la sociedad española, a través de actividades culturales y divulgativas. Además, impulsa el desarrollo de los vínculos de amistad y de cooperación entre la sociedad española y el mundo judío. Desde el Centro divulgamos y recordamos el Holocausto para concienciar a la población española con exposiciones y actos a los que acuden supervivientes, como el de estos días en el Parlamento canario. Es absolutamente necesario mantener viva esta parte de la historia y la memoria de estas personas.

Estuvo destinado durante tres años (2016-2019) en la embajada en Israel. ¿Como fue la experiencia?

Muy positiva y enriquecedora. Aprendí mucho sobre la cultura y el mundo judío. En realidad de las tres culturas –judía, católica y musulmana– porque en un pequeño y abigarrado espacio como Jerusalén conviven las tres. Se aprende mucho y es un puesto formativo de primer nivel.

Fue muy especial la relación entre judíos y republicanos españoles en Mauthausen

¿Cuál es su visión del problema palestino?

La solución es la que tantas veces se ha dicho: dos estados que vivan cada uno de forma segura y con fronteras claras. Respetándose mutuamente. Es la posición de la Unión Europea y de España como parte que es de la UE. Ese es el planteamiento activo. Están, además, los acuerdos de Abraham que han extendido el reconocimiento del estado israelí por parte de países árabes como Marruecos, Bahrein o Emiratos.

Fue el responsable de aplicar la Ley 12/2015 sobre concesión de la nacionalidad a los sefardíes originarios de España. Valore ese trabajo.

Me encargué de eso en el consulado. La ley estaba prevista para tres años con un cierto prorrogable y se extendía de 2015 a 2019. Quedan aún muchos expedientes por tramitar. Había muchos en Israel, pero también en América Latina en concreto en Colombia, México o Panamá, en Grecia o en Turquía. Una diáspora importante hacia los Balcanes, África del Norte o América. Se han concedido más de 40.00 nacionalidades y quedan pendientes otras muchas.

¿Alguna historia humana que le haya dejado huella?

Son actuaciones muy especiales y, por ejemplo, inauguramos ahora en el Centro Sefarad una exposición de memorias compartidas entre judíos y republicanos españoles que se conocieron en Mauthausen. Cuando los republicanos llegaron al campo les sorprendió ver que había judíos que hablaban un idioma muy parecido –el ladino– al español. Y se sentían españoles. Algo espectacular en medio del Holocausto. Allí se mezclaron realidades muy distintas pero conectaron. Los sefardíes mantuvieron el idioma y las tradiciones durante siglos y mucha gente habla algo muy similar al castellano con algunos toques de griego o de turco. Incluso, hay posibilidades de que la muestra pueda venir a Canarias.

Su predecesor en Casa Sefarad, el también diplomático Miguel de Lucas, es embajador en Jordania. ¿Su siguiente paso será también una embajada?

No es algo que me plantee ahora mismo, pero es verdad que un diplomático ingresa en la carrera y la vocación de servicio lo va llevando por un camino muy diverso. De embajadas  –ha estado destinado en las de Israel, Chile, Sudáfrica y Mozambique– a consulados o casas dedicadas a un trabajo específico como África, América o Sefarad. Nunca se sabe lo que le espera a uno. Enriquece estar en países tan diferentes porque te enfrentas a situaciones nuevas. Conoces gente muy disienta y todos los puestos me han dado mucho en el aspecto profesional y en el personal. Pero, una vez dicho esto, donde mejor se vive es en España, sin duda.

¿Tiene conocimiento de que exista una comunidad judía organizada en Tenerife o en alguna otra parte de Canarias?

La verdad es que no. Lo que noto es que nos reciben muy bien. Las dos comunidades más grandes están en Madrid y Barcelona hasta un total cercano a los 40.000 o 45.000 en todo el país. A ellos hay que sumar los 40.000 que han solicitado la nacionalidad y la previsión es que puedan llegar a 100.000. Un grupo de españoles como los 2,8 millones registrados que viven fuera y de los que 2,2, mayores de 18 años, pueden votar en unas elecciones. Son españoles con todas las de la ley.

¿Por qué cree que el Paramento de Canarias conmemora cada año el Holocausto, la Shoá, para los judíos?

Pues creo que tiene que ver la labor de algunas personas de aquí como Ángel Pérez. Espero que se mantenga ya como algo habitual. Depende del empuje de las pronas de la comunidad judía. También se hace en la asamblea de la Comunidad y en el Ayuntamiento de Madrid, instituciones que están integradas en Sefarad-Israel, y en municipios pequeños de la región. También en el Senado.

He estado en muchos lugares del mundo, pero donde mejor se vive es en España

¿Repuntan el antisemitismo y los discursos de odio en Europa y en España?

Siempre han existido y llegó a su punto álgido durante el Holocausto. Hasta el nivel de que después de las atrocidades cometidas mucha gente que era antisemita no se atrevía a manifestarlo. Ahora resurge, incluso con atentados como los ocurridos en Francia, Alemania o Polonia. En España existe en las conductas, sobre todo online. Es cuestión de educar y concienciar sobre el Holocausto. Que los profesores transmitan lo que pasó, pero no de una forma aséptica sino activa. Educar en la diferencia. Centro Sefarad-Israel coordina a nivel estatal para poner en común a las 17 consejerías de Educación de otras tantas comunidades autónomas. Estamos en contacto con ellas para dar formación en judaísmo o sobre el Holocausto. Resulta imprescindible acompañar a los más jóvenes y hacerles reflexionar respecto a cómo sociedades civilizadas cometieron actos tan terroríficos. Hitler no llegó a al poder mediante un golpe de estado, sino de forma democrática. Nada podrá igualar a esta catástrofe –aunque el ser humano se empeña en intentarlo– que podría llegar a aniquilar a la humanidad. El camino es traer a supervivientes de los campos de exterminio, que no quedan muchos por razones biológicas y que cuenten sus terribles experiencias.

Recibió la Cruz de Oficial de la Orden del Mérito Civil por la evacuación de ciudadanos afganos en agosto de 2021. ¿Cómo recuerda aquel proceso?

Nos sorprendió un verano y resultó muy complicado. Teníamos un listado y recomendamos a la gente que se desplazara al aeropuerto. Fue de película. Con una segunda parte en la base militar de Torrejón donde se habilitó un campamento para recibirlos. Pero más interesante aún fue la evacuación de los 15.000 españoles de fuera que lo pidieron durante la pandemia de la covid-19. El equipo consular, 17 o 18 personas, nos dedicamos a repatriarlos.

Suscríbete para seguir leyendo