El Concierto de Navidad, tributo a Ucrania y un canto a la paz

El tradicional Concierto de Navidad que organiza Puertos de Tenerife cumple en este 2022 veintiocho ediciones. Sólo en el infausto 2020, la pandemia del covid-19 obligó a cancelar la cita, una aventura que comenzó sonando en 1994 al ritmo de una felicitación navideña, como regalo del puerto capitalino hacia los tinerfeños, y que con cada compás ha ido convirtiéndose en un certamen esperado por el público, un concierto en diciembre y al aire libre ya ampliamente reconocido y que proyecta al exterior la imagen de Tenerife y Canarias.

A lo largo de este tiempo se han ido sucediendo sobre el escenario habilitado en la dársena santacrucera un nutrido conjunto de intérpretes de prestigio tanto nacional como internacional. Bajo la batuta del maestro Víctor Pablo Pérez, uno de los impulsores de esta ilusionante partitura, los músicos de la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST) siempre ha contribuido a dar realce y calor a esta entrañable cita musical, que este año se retransmitirá en directo a nivel nacional a través de Televisión Española en Canarias (TVE), una alianza que asegura su continuidad durante muchos más años.

Melody’, contra la invasión rusa.

También conocida como Melodía en la menor esta obra del ucraniano Myroslav Skoryk, compuesta para la película Vysokyy pereval (1982), tiene una estructura simple que comprende un tema de apertura, una sección de desarrollo corto y una repetición modificada del tema original. Originalmente fue concebida para flauta y piano, pero ha sido arreglada para muchas otras instrumentaciones. Melody es la obra más popular de Skoryk y se interpreta con frecuencia en conciertos, incluso en respuesta a la invasión rusa de Ucrania.

Selección de ‘El Mesías’.

Acaso sea la pieza más célebre del compositor Georg Friedrich Händel (algo más que sus Aleluyas), un oratorio que cuenta con todos los ingredientes para enganchar al público, más aún en una fecha tan señalada. Para esta ocasión se han seleccionado algunas piezas. Una melodía fácil de memorizar, un coro que cualquier oído puede seguir y la instrumentación perfecta son algunas de las claves destacadas de una obra que es popular a la vez que clásica.

La ‘Coral’ de Beethoven.

Con el nombre de Himno a la alegría se conoce al cuarto movimiento de la Novena sinfonía de Ludwig van Beethoven, conocida también como Coral, que musicaliza el poema de Friedrich Schiller (1759-1805) llamado Oda a la alegría (Ode an die Freude). Sin duda se ha convertido en una referencia de la música y un cántico a la fraternidad universal y a la paz. Su influencia ha sido tal que ha pasado de la música académica a la música pop, por ejemplo, en la versión que hizo en su día el cantante español Miguel Ríos.

Airam Hernández, excelso tenor.

Este esperancero. Hijo Predilecto de El Rosario, lleva la música en el ADN. Primero como instrumentista, después formando parte de diversos coros, protagonizando papeles pequeños y, desde hace algunos años, triunfando con su voz (un timbres espectacular y propio que dicen recuerda al del joven Pavarotti) en escenarios nacionales e internacionales con roles míticos de la historia de la lírica, gracias a un registro muy versátil que le permite acometer diferentes repertorios y que lo sitúan entre las mejores voces del momento. Pero desde su perfil ecléctico, también se significa este tenor por su valentía en el rescate de obras olvidadas y sus incursiones en proyectos contemporáneos, asumiendo riesgos. El Concierto de Navidad, que considera uno de los más importantes para los canarios y una cita que todo artista isleño sueña hacer, le debe un minuto de gloria. Como solista participó en la edición de 2021, marcada por las restricciones, y esta es su reválida.

Fernando Campero, joven barítono tinerfeño.

Discípulo de la recordada María Orán, quien le inculcó que la voz está al servicio de la música, y del gran Celso Albelo, confesor y amigo, que lo atempera en la idea de no cubrir demasiado el sonido y encontrar la riqueza vocal, se está erigiendo en el panorama nacional como un cantante de enorme personalidad, la que brota de esa naturaleza volcánica de las Islas que aún está por estudiar. Después de haber protagonizado diferentes roles en escenarios de Tenerife y Gran Canaria  (Belcore, el conde de Las bodas de Fígaro; Dandini de La Cenerentola, algo de Rossini, Donizetti), el pasado año debutaba fuera de las Islas, en Oviedo, con el personaje de Hormigón en El Gato Montés. Todo un valor en alza.

Alicia Amo, soprano.

Tras estudiar violín en el conservatorio burgalés Antonio de Cabezón ha actuado en salas españolas y también internacionales. Funda junto a Andoni Mercero el ensemble Musica Boscareccia, cuyo primer trabajo discográfico es nominado a los premios ICMA.

Ana Ibarra, mezzosoprano.

Dotada de un bello timbre se ha distinguido a lo largo de su carrera no sólo por la gran calidad de su voz, sino también por su versatilidad en el canto y su cuidada línea musical, cualidades que le han permitido abarcar un amplio repertorio. Desde su debut operístico en 2000 ha desarrollado una intensa carrera a nivel internacional. Es también una consumada intérprete de zarzuela y repertorio lírico español.

Coral Reyes Bartlett, un lujo.

Esta formación amateur, que toma su nombre del músico portuense Juan Reyes Bartlet (1889-1967), se fundó en 1970. A lo largo de este tiempo ha dado conciertos en la mayoría de los municipios canarios, así como giras por Madrid, Castilla-La Mancha, Cantabria, Cataluña, Galicia y en el extranjero. Son frecuentes sus colaboraciones con la Orquesta Sinfónica de Tenerife, la Filarmónica de Gran Canaria y otras formaciones nacionales. Desde 1984, con el maestro José Hijar a la batuta , este conjunto coral ha ido alcanzando unas cotas magníficas, recibiendo múltiples elogiados. Sin duda se trata de todo un lujo, acaso no ponderado, para Tenerife.

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