Madrid acelera en la cesión a Rabat del control del espacio aéreo del Sáhara

El ministro de Transporte viaja a Marruecos tras desbloquear Sánchez el proceso abierto en abril de 2022

Clavijo sigue sin respuesta de Moncloa a su carta sobre la reunión con Mohamed VI. El senador de AHI pregunta al Ejecutivo

Pedro Sánchez con Mohamed VI en su visita a Marruecos.

Pedro Sánchez con Mohamed VI en su visita a Marruecos. / Moncloa

Joaquín Anastasio

Joaquín Anastasio

Madrid y Rabat pisan el acelerador en el proceso de negociación sobre la gestión del espacio aéreo del Sáhara Occidental, ahora en manos de España desde Canarias por mandato de Naciones Unidas, pero que Marruecos exige y ha metido de lleno en la agenda bilateral entre ambos países. El Gobierno español está dispuesto a buscar un acuerdo en este sentido lo antes posible y todo parece indicar que los movimientos que está llevando a cabo en los últimos días podrían estar encaminados a ese objetivo. Tras la visita de Pedro Sánchez, el pasado 21 de febrero, a Rabat y su reunión con el monarca marroquí, Mohamed VI, el jefe del Ejecutivo central ha dado órdenes para que los ministerios implicados vayan dando los pasos necesarios en ese sentido.

De esta forma, el ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, por un lado, y el de Transportes por otro, estarían ya inmersos en una operación de avance en los aspectos diplomáticos y técnicos, respectivamente, para que la polémica cesión del control del espacio aéreo de la antigua colonia española pase a manos marroquíes. La contrapartida para España a cambio sería la reapertura inmediata de la aduana comercial de Melilla y la creación de una en Ceuta, para lo que Rabat parece haber puesto como exigencia el reconocimiento por parte de España de la soberanía marroquí sobre espacio aéreo saharaui y, en consecuencia, la cesión del control del tráfico también en el caso de la aviación civil.

Los dos pasos decisivos que el Gobierno de Sánchez estaría dando para ese acuerdo entre Madrid y Rabat en torno a este asunto los constituyen el reconocimiento del ministerio de Asuntos Exteriores que dirige José Manuel Alabaras, de que “España y Marruecos acordaron iniciar conversaciones sobre cooperación en la gestión de espacios aéreos, en cuestiones tales como la seguridad en el tráfico aéreo o las comunicaciones, y estas siguen su curso”, o el hecho de que el titular de Transportes, Oscar Puente, esté estos días de visita oficial al país vecino para abordar, entre otras cuestiones, “ahondar y reforzar los canales de comunicación regulares establecidos entre ambos países en materia de infraestructuras y transportes”. Aunque en ninguno de los dos departamentos interpretan este viaje de Puente a Marruecos en clave de negociación sobre el control del espacio aéreo saharaui, muchos analistas de las relaciones hispano marroquíes consideran que “forma parte del proceso” y que tendrán “consecuencias prácticas inmediatas”.

Ese es uno de los asuntos sobre que los que se centró la reunión de Sánchez con Mohamed VI hace casi dos semanas y sobre los que el Gobierno de Canarias, junto a la negociación de la mediana marítima entre Canarias y la costa marroquí, la explotación de recursos minerales en esa zona, y las políticas de lucha contra la migración irregular, considera que debería estar informado de forma directa por el Gobierno al ser uno de los mencionados en el acuerdo entre CC y el PSOE sobre la agenda canaria en las políticas estatales. El propio presidente de Canarias, Fernando Clavijo, remitió el pasado 26 una carta a Sánchez exigiendo esa información, pero al menos hasta la tarde de este lunes no había recibido ninguna contestación.

Vinculación entre viajes

Desde el Ejecutivo regional se da por hecho que esa cesión a Rabat del control del espacio aéreo que ahora se ejerce desde el Centro de Control de Tránsito Aéreo del aeropuerto de Gran Canaria a través del gestor aeroportuario español, Enaire (dependiente del Ministerio de Transportes) está más que cerrada con Marruecos y que es cuestión de tiempo que se formalice, mientras que, por otro lado, también se ve una vinculación directa entre la entrevista de Sánchez y el monarca alauita el pasado día 21, y el viaje de esta semana del ministro Puente al país vecino. En todo caso, el ministerio de Transportes ha tratado se enmascarar el viaje dándole al mismo otros varios objetivos, entre ellos el impulso de las empresas de transportes españolas que operan en ese país, el ambicioso plan de Marruecos para dotarse de una extensa red ferroviaria interregional, de cercanías y de alta velocidad, o el abordar temas relacionados con la colaboración portuaria entre ambos países y los intereses de las empresas españolas en proyectos del país vecino.

Javier Armas (AHI) avisa que no es un asunto menor, ya que para volar entre Canafrias y la Península hay que pasar el espacio aéreo de Marruecos

Las razones y el procedimiento de esta cesión del control de espacio aéreo a Marruecos está en el centro de las denuncias realizadas desde la mayoría de fuerzas políticas y otras entidades y organismos, como el colectivo de controladores aéreos. Como por ejemplo la que plantea el senador de AHI (Agrupación Herreña Independiente), Javier Armas, en la pregunta que acaba de registrar en la Cámara Alta para su respuesta por escrito por parte del Gobierno. En ella, el senador herreño interpela al Ejecutivo sobre si esta decisión la puede adoptar Madrid por su cuenta o, por el contrario, es competencia de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la agencia de la ONU que supervisa la aviación civil internacional y que otorgó a España el control del espacio aéreo saharaui tras la descolonización. AHI considera este asunto de gran relevancia, “ya que para volar entre la Península Ibérica y Canarias hay que pasar por el espacio aéreo de Marruecos”.

"Si España cede a Marruecos el control del espacio aéreo del Sáhara y no obtiene, como mínimo, un corredor, sería una cesión más ante Marruecos que nadie entendería”, señala la formación herreña, cuyo senador consulta al Ejecutivo si se ha contemplado solicitar, a través de la OACI en Montreal, la creación de un corredor Canarias-Península con cesión de parte del espacio aéreo de Portugal y Marruecos que permita a las Islas Canarias no estar aisladas o dependiendo de un control aéreo extranjero de un país que no pertenece a la Unión Europea”.

Esta circunstancia debería impedir cualquier cesión unilateral del control de los cielos saharauis, pero el Gobierno de Pedro Sánchez aceptó incluir desde el primer momento esta exigencia marroquí como parte del nuevo enfoque español sobre el conflicto del Sáhara, considerando que la vía autonomista, bajo soberanía de Rabat, para la ex colonia española, era “la más seria, realista y creíble” para resolver el conflicto. La disposición española a dar este paso se concretó primero en la reunión de Sánchez con el Gobierno de Marruecos el 7 de abril de 2022, y más tarde en la cumbre de Alto Nivel de febrero de 2023, pero se paralizó con motivo de las elecciones generales en España en julio de ese año. Con la visita de Sánchez a Rabat y su entrevista con Mohamed VI el pasado 21 se reactivó una negociación que ahora se acelera.