"Respeto y admiración" de los expresidentes canarios en la despedida de Olarte

Fernando Clavijo, Manuel Hermoso, Ángel Víctor Torres, Paulino Rivero y Román Rodríguez rinden homenaje al exmandatario de Canarias en la Presidencia del Gobierno antes de ser trasladado a la Iglesia de Santo Domingo para su último adiós

Funeral de Lorenzo Olarte

Los expresidentes del Gobierno canario rindieron este domingo una muestra de «respeto y admiración» al que fuera presidente del Gobierno, entre 1988 a 1991, Lorenzo Olarte, fallecido en la madrugada del sábado a los 91 años, en un sentido acto que clausuraba la capilla ardiente, instalada en la Presidencia del Gobierno en Las Palmas de Gran-Canaria, tras conocer el óbito del exmandatario canario. El primero en llegar fue el anfitrión, el actual presidente del Ejecutivo, Fernando Clavijoque esperaba en la puerta a sus antecesores en la Presidencia del Gobierno mientras los familiares, allegados y distintos cargos públicos arropaban en el interior del salón principal, el féretro con los restos mortales de Olarte, en una estancia repleta de coronas de flores de muy distintas procedencias - institucionales, políticas, de empresas de comunicación, la ULPGC, entidades sociales y financieras, sin faltar la Federación Canaria de Colombofilia, actividad a la que era muy aficionado -.

Posteriormente arribó el expresidente y ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, que fue jefe del Ejecutivo entre 2015 y 2019, y acto seguido Paulino Rivero, que ostentó este cargo en dos legislaturas, desde 2007 a 2015, y actualmente es el presidente del Club de Fútbol Tenerife. Más tarde apareció Román Rodríguez, expresidente con CC entre 1999 y 2003 y ahora dirigente de NC-BC.

El último en llegar desde Tenerife, y el más emocionado, que arribó andando con su bastón y con el porte señorial que siempre le ha caracterizado fue Manuel Hermoso, de 88 años, que compartió tareas de gobierno con Olarte entre 1995 y 1999, siendo el ya fallecido su vicepresidente y consejero de Turismo. Solo faltó de los expresidentes vivos Fernando Fernández, al que sustituyó Olarte en la Presidencia en 1988 tras una moción de confianza que perdió el primero. 

Hermoso es el más cercano en edad a su predecesor fallecido, y recordó que hace algo más de dos meses, el 21 de noviembre de 2023, fallecía Jerónimo Saavedra, a quien también tuvo la oportunidad de despedir en Las Palmas de Gran Canaria, y hace trece años se fue su gran amigo, el expresidente Adán Martín, en octubre de 2010, al que embarcó en la política tinerfeña.

"¿Qué pasa, se nos están muriendo los grandes? Perdimos a Jerónimo hace poco, hoy perdemos a Lorenzo. Yo tengo que decir que tengo un sentimiento profundo de tristeza, pero también me siento afortunado por haber tenido la oportunidad de trabajar y colaborar con todos ellos. ¡Qué satisfactorio para mí! Fueron personas a las que Canarias le debe el esfuerzo que hicieron y la gratitud de que lo hicieran", enfatizó el expresidente.

El reencuentro de la quinta de los activos fue de complicidad –están en el foco político o futbolístico diariamente-, pero la llegada de Hermoso inesperada, pues se pensaba que solo podría acudir, por su avanzada edad, a la misa que se le ofició a Olarte posteriormente en la Iglesia de Santo Domingo, tras una comitiva fúnebre hasta el centro religioso, fue muy entrañable. Cuando entró, muchas de las personas que estaban en el salón se acercaron a saludarlo, pero él, paso a paso con su bastón, lo primero que hizo fue acercarse al féretro de Olarte, donde estuvo unos minutos en silencio. Y luego se acercó a saludar cariñosamente a la mujer del fallecido, la lagunera María Lecuona, y a los ocho hijos del expresidente.

No fue un acto de palabras, sino solo un testimonio de "respeto, admiración y aplauso", en palabras de Manuel Hermoso,» al expresidente fallecido y a sus familiares, un último adiós en la que fuera también la casa de Lorenzo Olarte, como la de todos los presidentes. Y una última foto de familia de los jefes del Ejecutivo en distintas legislaturas arropando a la esposa de Olarte, María Leucona, y con el féretro de su marido detrás como testigo del legado que dejó en la consolidación de la Transición en Canarias y la gestación y desarrollo de la Autonomía. 

«Es el respeto no solo a la figura y persona de Olarte, sino al puesto del presidente del Gobierno, porque cuando se pierden los respetos institucionales y la separación de poderes, la democracia peligra y es importante que ese respeto continúe en el tiempo, y la gente joven en un mundo totalmente distinto y cambiante, sepan que, al final, aquellos que incluso fueron sus adversarios políticos han venido a rendirle respeto», remarcó Clavijo ya en la entrada de Presidencia, donde los expresidentes ofrecieron su visión a los medios de comunicación presentes de lo que ha representado Olarte para Canarias.

Parte de la historia de Canarias

Para Fernando Clavijo, «es la Canarias hoy en día, un hombre muy hábil políticamente, que luchó mucho por Canarias y que dejó como uno de sus legados la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, pero supo enfrentarse al Estado, plantar batalla por defender una Canarias que en aquellos años que comenzaba en la etapa de la Transición, prácticamente, y con su amigo Adolfo Suárez, al final consiguió que Canarias contase para el Estado». «A pesar de su edad y en el último encuentro que tuvimos como expresidentes en el sur de Gran Canaria, con 91 años tenía la mente igual de rápida, de brillante, y con sus chascarrillos y su socarronería que eran inherentes a él, y, por lo tanto, se va uno de los grandes», reflexionó. «Hoy vamos a enterrar parte de la historia de Canarias, pero lo más importante es que su legado y su experiencia nos debe guiar en los momentos en los que a pesar de la dureza de los debates, y a pesar del las dificultades, siempre los grandes supieron encontrar un punto de encuentro para beneficiar a Canarias y esperamos lo mismo en la política nacional con lo que estamos viviendo». 

El ministro de Política Territorial del Gobierno de España, Ángel Víctor Torres, lamentó este "segundo mazazo para la política canaria" en tan breve espacio de tiempo, si bien imaginó que tanto Jerónimo Saavedra como Lorenzo Olarte y el también fallecido, en 2016, Juan Carlos Alemán -quien dirigiera el PSC-PSOE- "estarán en algún lugar discutiendo de Canarias, de cómo mejorar esta tierra".

Paulino Rivero subrayó que "se va un hombre importante, un hijo adoptivo de Canarias que no nació en Canarias, pero que se ha sentido canario con el máximo orgullo".

Y Román Rodríguez, por su parte, expresó que "se va uno de los grandes de la política canaria, desde la última etapa del franquismo a la actualidad, una persona singular, con una gran personalidad, criterio, elocuencia, socarronería y un buen defensor de las singularidades del Archipiélago" que evidenció que "siempre hay que tener la guardia alta porque es fácil que en el otro lado del charco se olviden de nuestras cosas".

En el acto, estuvieron presentes el delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, el portavoz de CC en el Parlamento, José Miguel Barragán, la presidenta del Cabildo de FuerteventuraLola García, o la consejera del PP del Cabildo grancanario y exalcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Josefa Luzardo, que recordó que Olarte compartía con su padre una gran afición por la colombofilia, además de autoridades militares, entre otras. Posteriormente se dio traslado al féretro a la Iglesia de Santo Domingo que ofició una misa como última despedida al expresidente Olarte.