El PP busca colocar a Canarias en su frente autonómico contra Sánchez

Los populares se distancian de CC, que pretende mantener una vía de colaboración con el Gobierno central si prospera la investidura del candidato socialista

El Senado se convierte en teatro de operaciones de los de Feijóo sobre la futura política territorial

Intervención de Manuel Domínguez en la Comisión General de las Comunidades Autónomas

Intervención de Manuel Domínguez en la Comisión General de las Comunidades Autónomas / Daniel González/Efe

Joaquín Anastasio

Joaquín Anastasio

El PP inició el pasado jueves en el Senado su estrategia de oposición al hipotético futuro gobierno de Pedro Sánchez, si finalmente el candidato socialista a la investidura consigue la reelección, aprovechando tanto su mayoría absoluta en la Cámara Alta como su actual hegemonía en el poder territorial al gobernar doce de las 17 comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla. Los populares quieren sumar Canarias a ese frente con el que pretenden convertir toda la política territorial en un atolladero para la hoja de ruta de Sánchez en la nueva legislatura, y dificultar los acuerdos que en este ámbito el PSOE está tratando de alcanzar con los partidos nacionalistas con los que negocia la investidura de su líder.

La sesión del jueves de la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado, en la que el PP escenificó el rechazo de sus presidentes autonómicos a la amnistía para los independentistas que participaron en el referéndum ilegal en Cataluña el 1-O de 2017 que Sánchez negocia con ERC y Junts, sirvió también para poner sobre la mesa algunos de los puntos calientes que van a marcar la política territorial en los próximos años. En todos ellos, el PP y sus barones avanzaron sus postulados y apenas si dejaron margen para un entendimiento con el posible futuro gobierno. Más bien confirmaron que seguirán la línea marcada por la dirección de la calle Génova y la del propio presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, de oposición frontal a todo lo que proponga Sánchez si es consecuencia del pactos con los independentistas catalanes y vascos.

Muchos de los presidentes autonómicos populares mencionaron los aspectos de política territorial sobre los que van a confrontar con el Gobierno sobre la premisa previa, que maneja el PP a todos los efectos, de que se verán afectados por esos acuerdos no solo con ERC y Junts, sino también con Bildu y el PNV: reforma de la financiación autonómica en la que temen un ‘cupo catalán’ similar al actual cupo del que se beneficia el País Vasco o privilegios vía presupuestos generales del Estado; posible condonación de la deuda de más de 70.000 del FLA (Fondo de Liquidez Financiera) de Cataluña con el Estado que repercutirá en los fondos estatales para el resto de regiones; políticas de infraestructuras; nuevos traspaso de competencias o cesión de impuestos estatales; o incluso un cambio, más o menos enmascarado, del modelo territorial actualmente en vigor. Todo ello consideradas por los populares “cesiones vergonzantes” a los independentistas (además de la amnistía) y “agravios” para con otras comunidades que romperían el principio constitucional de “igualdad de todos los españoles” independientemente de dónde vivan.

En su afán de sumar a Canarias al frente anti Sánchez en política territorial, el PP logró aparentemente su objetivo dado que fue el presidente de los populares canarios, Manuel Domínguez, quien representó en el debate a la Comunidad Autónoma en calidad de vicepresidente del Gobierno regional. Domínguez sustituyó al presidente de Canarias, Fernando Clavijo, de CC, en teoría por la imposibilidad de éste de acudir al Senado con motivo de la visita a las Islas del ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, y aunque buena parte de los argumentos que expresó el dirigente popular son compartidos por el líder nacionalista, no ocurre lo mismo respecto a la estrategia de fondo que pretende el PP. Mientras el partido de Feijóo cierra toda posibilidad de entendimiento con el futuro gobierno de Sánchez, CC apuesta por mantener una puerta abierta a la colaboración con el PSOE y con Sánchez para lograr acuerdos sobre la agenda canaria gracias al valor del voto que la diputada nacionalista en el Congreso, Cristina Valido, tendrá a lo largo de la legislatura.

“Desde el surgimiento de los nacionalismos periféricos las cesiones de los gobiernos del Estado a sus exigencias se repiten de manera cíclica”

Manuel Domínguez

— Vicepresidente de Canarias y presidente del PP de Canarias

Uno de los aspectos que mencionó Domínguez que CC no comparte es precisamente el que se refiere a la posibilidad de que los partidos nacionalistas logren mejoras presupuestarias u otro tipo de medidas para sus territorios de referencia a cambio de sus votos en las Cortes. El vicepresidente regional señaló en este sentido, siguiendo un hilo argumental que utilizaron muchos de los presidentes del PP en la sesión del Senado, que “desde el surgimiento de los nacionalismos periféricos” las cesiones de los gobiernos del Estado a sus exigencias “se repiten de manera cíclica” a cambio de sus votos, algo de lo que precisamente hace gala CC, que sostiene que “los partidos estatales y el Gobierno central sea del signo que sea, sólo atienden a los intereses de Canarias cuando hay representación nacionalista en Madrid y sus votos son necesarios”.

La investidura como marco

El PP apela a su pacto de gobierno en Canarias con CC y el apoyo de la diputada Cristina Valido a la fracasada investidura de Feijóo, donde se fijaban los aspectos centrales de las reivindicaciones al Estado en relación con la agenda canaria, para sostener que las posiciones de fondo en política territorial son muy parecidas. También recuerda que comparten con CC las críticas al Ejecutivo central actual sobre la mayoría de las políticas estatales hacia Canarias, especialmente en materia migratoria, y que el hecho de que la formación nacionalista haya descartado apoyar la investidura de Sánchez les mantiene en el mismo eje político de fondo. Pero CC apuesta claramente por no condicionar su estrategia en Madrid al pacto en las Islas, y menos aún a los posicionamientos del PP nacional, que busca claramente la repetición electoral frente al ferviente deseo de la formación de Clavijo de que Sánchez forme gobierno y arranque de forma efectiva la legislatura.

Canarias se presenta ademas en este marco como una agenda territorial de intereses que tendrá que gestionar con el nuevo Gobierno si es que se llega a formar, y con alianzas cambiantes con otras regiones en función del asunto de que se trate. Algo que, de facto, también tendrán que hacer las comunidades del PP más allá de esa estrategia política de ‘frente autonómico’ contra el hipotético nuevo Ejecutivo que seguramente extenderán a las conferencias sectoriales, donde se juega el día a día de las relaciones entre las comunidades y el Gobierno de turno, con los respectivos ministerios. CC rechaza de plano esa estrategia popular y buscará acuerdos tanto en el Congreso como en las negociaciones multilaterales entre comunidades autónomas y ministerios. Los nacionalistas son conscientes de que Canarias está colocada al margen de los dos frentes políticos de PSOE y PP y tratarán de evitar que los populares arrastren a la comunidad hacia su bando sin que por ello abandone sus enfáticas reclamaciones al Estado y al próximo gobierno.

En el debate del jueves, CC evitó significarse claramente aprovechando que Clavijo tenía la excusa de una ausencia presuntamente justificada, pero que planeaba ya ante la incomparecencia también de los presidentes autonómicos del PSOE y del lehendakari vasco. Menos oportuna sería incluso ante la sorpresa de la participación del presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, escenario en el que habría quedado emparedado entre los discursos monolíticos del PP y la estratégica aparición del dirigente independentista.

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