Una llamada de Feijóo y un mensaje de Bolaños para recabar apoyos de CC

El PNV frustra las expectativas de los populares de intentar llegar a la Moncloa con una negativa clara a ceder sus cinco votos para la investidura

CC no apoyará un Gobierno en el que esté Vox o Sumar

ACFI TV

Clara Morell

Clara Morell

Un Congreso de los Diputados «con una aritmética muy compleja», así describe el panorama que deja el 23-J el secretario general de Coalición Canaria Fernando Clavijo, quien insiste en que la puerta de acceso a un Gobierno en el que estén Vox o Sumar está cerrada. El nacionalista, sin embargo, deja abierta la posibilidad de una abstención cuando se le pregunta directamente por ella: «Nosotros lo que hemos dicho es que no vamos a apoyar gobiernos en los que estén los extremos. Esos escenarios están por ver, o sea, no queremos hacer política ficción, ni queremos anticiparnos. Insisto, queda tiempo», afirmó en la tarde de ayer tras la celebración del Comité Ejecutivo Nacional del partido.

Sin posicionarse «en ningún eje ideológico», CC estaría dispuesta a sentarse a hablar «si se articula una posible investidura de alguno de los candidatos que no sea fallida ni fruto de la frivolidad» sino «una propuesta seria para España y comprometida con los problemas de los canarios». En ese sentido, Clavijo expresó su deseo de que se logre «algún Gobierno» para evitar una repetición electoral, un escenario que en su opinión, si se produce «no será responsabilidad de CC».

De hecho, Clavijo reconoció que durante la noche del 23-J el socialista Félix Bolaños se puso en contacto con él a través de varios mensajes con el objetivo de fijar una fecha para hablar de una hipotética investidura. También el Partido Popular se ha puesto en contacto con el secretario de los nacionalistas a través de Alberto Núñez Feijóo, quien llamó por teléfono ayer lunes a Clavijo para mantener «una conversación cordial» de la que no ofreció más detalles. A estos contactos hay que sumar el de otras fuerzas políticas nacionalistas que han levantado el teléfono «para ir sondeando», dijo el líder del Coalición.

Pese a ser consciente de que con solo una diputada, Cristina Valido, su partido no será «determinante», Clavijo adelantó que a lo largo de la legislatura sí será «necesario» y que, incluso aunque se conformen gobiernos con «partidos extremistas», se sentarán a dialogar cuestiones importantes para Canarias como «ya lo hemos hecho recientemente en los presupuestos de 2023».

Coalición avisa que no dará su respaldo a gobiernos con Sumar o con los ultraderechistas

Entre las cuestiones que los nacionalistas pondrán sobre las mesas de negociación que se creen para buscar posibles investiduras, Valido señalaba ayer el «cumplimiento de nuestros derechos, como la financiación autonómica, el Estatuto de Autonomía de Canarias y nuestras competencias». En cuanto al Régimen Económico y Fiscal, la diputada electa adelanta que exigirán la bonificación del 100% al transporte de mercancías, algo que ahora mismo «no se cumple».

De momento, las opciones desde el flanco de los conservadores se desinflaban ayer a última hora. Si por la mañana el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, daba inició en a los contactos con dirigentes de varias formaciones para intentar su investidura, a sabienda de que la empresa que tiene por delante es casi imposible –tiene 136 diputados, 40 por debajo de la mayoría absoluta (176)– ya a última hora de la tarde el castillo de naipes se empezó a derrumbar. Primero el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, telefoneó a Feijóo para dejarle claro que no quiere iniciar conversaciones para facilitar su investidura como jefe del Ejecutivo central. Reiteran los vascos que el líder del PP «ha cruzado una línea roja al meter en las instituciones» a la formación de Santiago Abascal, Vox. Feijóo había anunciado públicamente horas antes que iba a intentar llegar a un acuerdo con el PNV y Vox, además de Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro (UPN), para ir a una investidura y ofrecer a los españoles un Gobierno «alternativo» a Pedro Sánchez.

Luego, un comunicado del PNV, enviado a las 20.58 horas, dejaba claro de forma pública que se frustraba la única opción del líder del PP para intentar forjar una alianza que le llevara a la Moncloa. Un camino que el gallego está dispuesto a transitar, según dejó claro junta directiva nacional ayer.

Antecedentes

En el PP, y lo mencionó directamente Isabel Díaz Ayuso, tenían miedo de que calara la comparación con Inés Arrimadas (Ciudadanos), quien estando en la oposición en Cataluña fue la más votada en las autonómicas de diciembre de 2017 (las celebradas bajo la aplicación del 55), pero no peleó por ser designada para una investidura porque ella sabía que iba a ser fallida. Feijóo no quería que se le reprochara su inacción y ayer mismo, horas después de ganar de forma insuficiente las generales (136 escaños), dio un paso al frente que el PNV neutralizó rápidamente. En el comunicado de los nacionalistas vascos, se concreta que la decisión fue acordada en la reunión del Euzkadi Buru Batzar (EBB), el comité ejecutivo nacional del partido.

El político gallego argumentó ante la junta directiva nacional que sentía la obligación de intentarlo, porque la otra opción, la que puede tratar de cerrar Pedro Sánchez (122) con Sumar y el resto de socios de estos últimos años, es formar una «coalición de perdedores» que acabe dando «más poder y más capacidad de decisión que nunca» a los partidos independentistas. Feijóo, que ha logrado 136 diputados en las elecciones del domingo, quería alcanzar los 176 de la mayoría absoluta con una alianza de Vox (33 diputados), PNV (5), Unión del Pueblo Navarro (1) y Coalición Canaria (1). Pero la combinación entre dos partidos antitéticos como PNV y Vox ha resultado inviable.

Euskadi celebra elecciones autonómicas en 2024 y cualquier decisión de los nacionalistas vascos tiene que tener en cuenta el impacto allí de sus alianzas en Madrid. La situación del PNV no es nada fácil en estos momentos, porque han perdido su tradicional poder de influencia estos últimos años en favor de EH Bildu, socio habitual de Sánchez esta legislatura. La coalición liderada por Arnaldo Otegi ha logrado sacar por primera vez más diputados al Congreso que ellos: seis contra cinco.

El resultado de las generales fue un shock para el PP, que acabó el ayer con otra mala noticia. Los portavoces oficiales de Feijóo no quisieron comentar la negativa del PNV.

Los miembros de la junta directiva nacional (barones, alcaldes, parlamentarios...) llegaron a la sede de Génova intentando poner su mejor cara, aunque muchos no consiguieron disimular. La noche electoral había acabado de la peor manera posible después de semanas en las que la euforia se había extendido y todos veían a Feijóo en la Moncloa. Con o sin Vox dentro del Gobierno, pero con Feijóo de presidente.

Ahora, el político gallego y su equipo, que se trasladó hace 15 meses a Madrid cuando Ayuso ganó el pulso a Pablo Casado, tienen que replantearse su futuro. Nadie en el partido quería hablar ayer de Feijóo y su carrera truncada contra pronóstico. Salió a impedir que Sánchez pudiera escribir su Manual de resistencia 2 y, por ahora, parece que no lo ha conseguido.

En el partido no hay consenso sobre lo que va a hacer el dirigente del PSOE. Algunos barones creen que Sánchez va a ceder en todo lo que le pidan los independentistas catalanes para lograr su investidura (especial relevancia tienen los votos de Junts), mientras otros dirigentes del PP creen que habría que «alentar la repetición electoral» para que Feijóo tenga oportunidad de volver a pasar por las urnas dentro de unos meses.

No se sabe qué querrá Feijóo. Este martes estará en Santiago de Compostela con motivo de la festividad del apóstol. Fuerza va a necesitar tras este resultado totalmente inesperado del 23J.

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