El 23-J reduce la atomización del Congreso y abre otro contexto para CC

Los representantes de partidos nacionalistas o regionalistas en la Cámara Baja pasan de ser 41 a apenas 28

Cristina Valido representará a Coalición Canaria en el Congreso de los Diputados

ED

Joaquín Anastasio

Joaquín Anastasio

El nacionalismo canario se mantiene por la mínima en el Congreso de los Diputados tras el 23-J y se abre ante él un nuevo escenario tras el avance del bipartidismo. El fracaso de las negociaciones entre CC y NC para reeditar la alianza con la que se habían presentado en noviembre de 2019 –que les reportó un escaño por cada una de las dos circunscripciones canarias–, ha dado como resultado que solo la primera de estas formaciones lograra representación y solo un escaño por Santa Cruz de Tenerife, que ocupará Cristina Valido.

Los resultados del domingo, con la pírrica e inservible victoria del PP y la posibilidad de que el PSOE pueda lograr conformar una, aunque difícil, mayoría parlamentaria para la investidura de su líder y candidato a la presidencia, Pedro Sánchez, deja a CC en un territorio de nadie dado que ha manifestado su rechazo a apoyar un gobierno en el que esté integrado Sumar (la nueva versión de Podemos según CC) o que se apoye en los independentistas ERC y Bildu.

Los nacionalistas liderados por Fernando Clavijo consideran no obstante que si la legislatura echa a andar y se forma nuevo gobierno, la nueva composición parlamentaria le será propicia para ser determinantes en la gobernabilidad independientemente de su posición inicial en la votación de la investidura. De entrada, CC tiene a su favor que el avance del bipartidismo deja un Congreso mucho menos atomizado que en noviembre de 2019 y por tanto con mayor capacidad de maniobra y mayor protagonismo para los grupos pequeños que sí han logrado mantenerse. El dato fundamental en este sentido lo constituye el hecho de que en el nuevo Congreso, que se constituye el próximo 17 de agosto, solo vayan a estar representados un total de quince partidos, incluidos los cuatro asociados a Sumar (En Común Podem, IU, Más País y Conpromís), frente a los 22 de la pasada legislatura.

Además, y es un dato más relevante aún que el anterior, es que se reduce también prácticamente a la mitad el número de partidos nacionalistas y regionalistas presentes en el Congreso, que pasan de once a siete, así como el número de diputados pertenecientes a los mismos, de 41 a 28. En concreto, desaparecen de la escena parlamentaria partidos como la CUP, Foro, PRC, Teruel Existe y la propia NC, mientras que se mantienen ERC, Bildu, PNV, BNG, UPN y la propia CC, si bien el dato determinante en la pérdida de escaños por parte de estos partidos es el hecho de que los republicanos catalanes pierden nada menos que seis escaños. El otro aspecto novedoso en la nueva configuración del Congreso y que afecta de lleno a los nacionalistas canarios es que el grupo Mixto en el que se va a integrar su diputada pasará de acoger a 11 diputados, como en el final de la pasada legislatura (dos de la CUP, dos de UPN, dos de CC-NC y uno de PRC, Foro, Teruel Existe y los tránsfugas Pablo Cambronero, de Cs, y Meri Pita, de Unidos Podemos), a únicamente tres: la propia Valido de CC; Néstor Rego, del BNG; y Alberto Catalán, de UPN. 

Esta nueva circunstancia sobre la composición del grupo Mixto, independientemente de la posición que cada uno de estos partidos adopte en la hipotética sesión de investidura a la que se sometan los posibles candidatos, va a suponer una clara ventaja para estos tres partidos de origen territorial ya que les corresponderá una cuota mayor de la subvención al grupo por parte de la Cámara, así como una mayor capacidad de iniciativas parlamentarias, de representación en los órganos de gobierno y comisiones, así como de tiempo de intervención en los debates. 

La Cámara tiene fijada una subvención fija para cada grupo parlamentario de 30.346,72 euros mensuales y otra de 1.746,16 euros mensuales por cada diputado que lo integra. CC percibirá por tanto por este concepto casi 33.000 euros mensuales.

El grupo Mixto pasará de once escaños a únicamente tres, los de CC, BNG y UPN

Todo este nuevo panorama en la composición del Congreso y en la novedosas dinámicas que afectará a los grupos parlamentarios de carácter nacionalista o regionalista ofrece a la diputada de CC un contexto muy diferente al que dominó la legislatura pasada y en el que se tuvieron que desenvolver tanto su predecesora, Ana Oramas, como el diputado y la diputada que se repartieron el escaño por Las Palmas, Pedro Quevedo y María Fernández

Los tres representantes nacionalistas hasta el pasado 29 de mayo, fecha de disolución de las anteriores Cortes, no coordinaron entre sí ninguna de sus posiciones sobre la política nacional, ni sobre la agenda canaria que se abordó en el Parlamento o que se desprendía de la acción del Ejecutivo de Sánchez, incluida la propia posición ante la investidura del líder socialista, que NC apoyó y que Oramas rechazó, eso sí, desobedeciendo la orden de CC para que se abstuviera.

Agendas incompatibles

Valido se enfrenta ahora a una situación política y parlamentaria en la que se abren muchas dudas sobre sus posibilidades de negociar con otras formaciones o con el próximo Ejecutivo, en el supuesto caso de que no haya bloqueo y no se tenga que ir a repetición de elecciones, asuntos relacionados con las Islas y con el programa electoral de CC en su objetivo de «ser la voz de Canarias en el Congreso». Una investidura de Sánchez que suponga cesiones a ERC, Bildu o incluso Junts en determinados asuntos cerrará el camino a cualquier posibilidad de apoyo, sobre todo si se incluyen aspectos constitucionales o asuntos como la financiación autonómica que, según CC, afectaría a los intereses de las Islas. Serían en ese caso agendas territoriales incompatibles, pero con todo no cierra la puerta a otros posibles acuerdos específicos sobre Canarias.

 El escenario por el que suspiraba la formación canaria de una amplia victoria del PP cercana a la mayoría absoluta en el que no necesitara contar con el apoyo de Vox, pero sí con el de algunos grupos territoriales como el PNV, UPN o el suyo propio, no se ha dado ni de lejos, y ahora todo dependerá de múltiples factores tanto respecto a la investidura que entre en juego, como de los apoyos con que pudiera contar el nuevo hipotético gobierno.