Los adioses a Madrid de referentes de la política isleña en la capital

Oramas (CC), Quevedo (NC), Rosell y Pita (Podemos), Raya (PSOE) o Alarcó (PP) no repiten el 23-J después de estar en las Cortes entre cuatro y siete legislaturas

Ana Oramas tras ser elegida vicepresidenta primera del Parlamento de Canarias

Ana Oramas tras ser elegida vicepresidenta primera del Parlamento de Canarias / María Pisaca

Joaquín Anastasio

Joaquín Anastasio

Una gran mayoría de los diputados y senadores canarios durante la pasada legislatura no se presentan a las elecciones generales del próximo 23 de julio. Algunos por decisión propia y, los más, por decisión de las direcciones de sus respectivas formaciones políticas, pero de una manera u otra han dicho adiós, en muchos casos de forma prácticamente definitiva, al papel que han desarrollado durante muchos años desde su escaño en el Congreso o en el Senado como referentes de las política isleña en Madrid. A la mayoría les ha tocado vivir un tiempo convulso de la política española, en el que en menos de quince años han llegado a transcurrir un total de siete legislaturas, en las que se han sucedido hasta cuatro cambios de color político en el Gobierno del Estado y, sobre todo, una inestabilidad política e institucional y varias emergencias económicas y sociales de difícil gestión y de consecuencias aún por valorar.

Ha sido un tiempo en el que también se han sucedido en las Cortes y en el conjunto de la política nacional una muy variada aprobación de leyes y de medidas gubernamentales relacionadas con Canarias en las que todos ellos han participado e intervenido de una mantera u otra, con su apoyo o su voto en contra, pero siempre trasladando a los debates la visión isleña de los asuntos en función de la respectiva posición política de sus partidos. Una vez disueltas las Cámaras con el adelanto electoral decretado por el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, todos ellos se han visto sorprendido en la hoja de ruta de su trabajo sin apenas tiempo para despedidas tras muchos años de actividad en Madrid.

De entre la bajas al Congreso para el 23-J , las más llamativas son las de los nacionalistas Ana Oramas (CC) y Pedro Quevedo (NC), que habían sido candidatos en las últimas siete y cuatro elecciones, respectivamente, si bien el diputado por Las Palmas ya había causado baja hace un año tras tener que ceder el escaño a la también dirigente de CC María Fernández. Oramas no solo es la baja más representativa de entre los parlamentarios y candidatos de Canarias, sino del conjunto de la política española tras más de dieciséis años en el Congreso. Hace meses decidió y exigió a su partido regresar a la política regional y encabezar la lista por Tenerife a las elecciones autonómicas del 28-M, logrando un escaño en el Parlamento de Canarias (del que ayer fue elegida vicepresidenta primera) y asumiendo un papel político mucho más discreto e institucional del que ha jugado desde mayo de 2007 cuando sustituyó a Paulino Rivero, a la sazón candidato a la Presidencia de Canarias en las autonómicas de aquel año, durante la octava legislatura estatal con el socialista Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno central.

Desde entonces fue cabeza de lista de CC por Santa Cruz de Tenerife, logrando siempre el escaño, en las sucesivas elecciones de 2008, 2011, 2015, las dos de 2016 y las dos de 2019, es decir, las que dieron paso a las seis últimas siete legislaturas estatales. Durante todo este tiempo se ha labrado un bagaje de diputada muy activa y siempre presente en los grandes debates nacionales, que ha combinado y explotado distintas facetas de su perfil, desde la más batalladora y dura con los gobiernos de turno en relación con los temas de interés para Canarias, en ocasiones con ribetes populistas para triunfar en las redes sociales, hasta la política de apoyo y consenso sobre los grandes temas de Estado, que siempre ha puesto por encima de todo. Apreciada por casi todos los grupos parlamentarios por su capacidad negociadora y de llegar a acuerdos, y por los medios de comunicación por su cercanía, siempre ha apostado por pactos transversales en los que participaran los dos grandes partidos estatales, PSOE y PP, incorporando las visiones nacionalistas más templadas de grupos como CC, el PNV y lo que en tiempos fue CiU. Le ha tocado pactar con gobiernos de uno y otro color, pero todo el mundo la recordará por algunos momentos de gran tensión en el hemiciclo: el día que apoyó el decreto de los recortes de Zapatero en 2010 para evitar la intervención de la economía española por parte de Bruselas, cuando desveló una conversación con el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, en la que éste le dijo aquello de “que caiga España que ya le levantaremos nosotros”; y su voto en contra de la investidura de Pedro Sánchez en enero de 2020, pese a tener orden expresa de su partido de que se abstuviera, por haber pactado un gobierno de coalición con Podemos. La disolución de las Cortes por el adelanto electoral del 23-J, para el que será sustituida por Cristina Valido, le impidió la despedida formal del hemiciclo que le hubiera gustado.

Otras bajas emblemáticas

El también nacionalista Pedro Quevedo, de NC, ya no era diputado desde hace un año, pero sí se contaba con él para una nueva candidatura al Congreso por Las Palmas. Finalmente y tras fracasar la alianza electoral con CC y mantener él su concejalía en el ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canarias, su partido ha optado por Luis Campos como candidato. Quevedo, también muy popular en la cámara y entre los periodistas, ha defendido su candidatura al Congreso en las últimas cinco elecciones aunque con distintas formulaciones. Ganó el escaño en alianza con CC en 2011 y en 2015, y en las listas del PSOE en abril de 2016, pero no resultó electo cuando NC acudió en solitario en abril de 2019. Volvió a conseguir escaño, de nuevo junto al otro partido nacionalista, el 10-N de 2019, es decir, que ha sido diputado durante más de diez años y cuatro legislaturas distintas, por lo que su baja para el 23-J puede ser considerada como emblemática respecto a años y elecciones anteriores.

En el campo de los partidos estatales, la más notoria de las bajas canarias en el Congreso es la de la socialista Tamara Raya, diputada por Santa Cruz de Tenerife que encabezó la lista o fue de número dos por esa provincia durante las últimas cuatro elecciones y ha pasado también a la política regional tras su elección como diputada del Parlamento de Canarias el 28-M. En el PP, el caso más llamativo es el del senador tinerfeño Antonio Alarcó, que por primera vez desde 2008 se queda fuera de las listas a pesar de que él contaba con repetir en la Cámara Alta e incluso poder pasar el Congreso en algún puesto de salida. Alarcó fue senador durante más de 15 años, siendo una de las referencias de su grupo en materias como sanidad y bienestar social, desarrollo e innovación, o economía y competitividad.

Pedro Quevedo junto a Carolina Darias el primer día del nuevo gobierno municipal de Las Palmas de Gran Canaria

Pedro Quevedo junto a Carolina Darias el primer día del nuevo gobierno municipal de Las Palmas de Gran Canaria / Angel Medina /Efe

Las grancanarias Meri Pita y Victoria Rosell también parecen haber dicho de manera definitiva adiós a su participación en política en Madrid tras sus respectivas y distintas experiencias como candidatas de Podemos al Congreso en las últimas legislaturas. Pita, que ya abandonó la filas moradas hace más de un año y anunció entonces que también dejaba la política, ha sido candidata durante las cuatro elecciones generales desde 2011 y diputada durante ocho años, aunque en la última legislatura lo fue sustituyendo a Rosell, que había sido designada Delegada del Gobierno contra la Violencia de Género. La magistrada en excedencia, por su lado, defendió candidatura al Congreso durante tres elecciones también desde 2015, aunque se vio obligada a dimitir al año siguiente y a renunciar a presentarse a las de aquel año 2016 como consecuencia de la querella que le interpuso el entonces presidente del PP canario, José Manuel Soria, por una causa que fue sobreseída por los tribunales. La corta duración de la XIII legislatura y el mencionado nombramiento en la que ahora acaba de concluir ha limitado mucho la presencia de Rosell en el Congreso, pero es una de las bajas canarias más destacadas respecto a las candidaturas en unas elecciones generales de los últimos años. La baza de Podemos para el 23-J al Congreso por Las Palmas bajo la marca Sumar será la de Noemí Santana como cabeza de lista, que se estrena como candidata en Madrid.

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