Los canarios son dueños de cerca de 150.000 viviendas que se encuentran desocupadas. Se trata de casas que son propiedad de ciudadanos y familias del Archipiélago, es decir, que no forman parte de las carteras de empresas, sociedades o fondos buitre. El número supera con creces la última cifra oficial de inmuebles vacíos en la Comunidad Autónoma, y ello a pesar de que en los cálculos del instituto de estadística, de 2011, sí se incluyen las viviendas de personas jurídicas. Así pues, la bolsa de casas sin residentes ni inquilinos no ha dejado de engordar en los últimos años. La aparente paradoja es que los inmuebles deshabitados continúan incrementándose en las Islas mientras a muchas familias les resulta cada vez más difícil encontrar un piso en alquiler a un precio razonable. Por eso la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias viene esforzándose desde el comienzo de la legislatura en convencer a los propietarios para que pongan en alquiler esas casas que permanecen ociosas.

Es la Agencia Estatal de Administración Tributaria la que por primera vez ha publicado al detalle los datos sobre las viviendas de los declarantes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en cada una de las Comunidades Autónomas. El organismo dependiente del Ministerio de Hacienda revela que los contribuyentes del Archipiélago declararon el año pasado un total de 619.926 casas. De estas, 343.655 son la vivienda habitual de sus propietarios, aunque entre ellos hay unos 7.000 que tienen parte del inmueble arrendado. Son personas o familias que alquilan una o más habitaciones, o incluso una planta en los casos de grandes edificios, y obtienen así unos ingresos extras. Luego la Agencia Tributaria contabiliza otras 120.120 casas cuyos dueños han arrendado a otros ciudadanos o familias para que las usen como su vivienda habitual. Y también otras 6.965 que están arrendadas pero que no constituyen la residencia habitual de los inquilinos, no al menos a efectos fiscales y tributarios, de ahí que el Ministerio de Hacienda las considere aparte. ¿Y qué pasa con las restantes 149.186? Pues que están, según el organismo público estatal, «a disposición», esto es, vacías. De este modo, un 24% de las viviendas que los canarios tienen en propiedad –prácticamente una de cada cuatro– se encuentran desocupadas. Algunas se usan de forma ocasional, otras llevan años cerradas, hay una pequeña parte en usufructo y un número indeterminado es pasto de los okupas. Pero hay también un porcentaje que está en la economía sumergida. Inmuebles que están alquilados y que les reportan a sus propietarios unos ingresos que estos no declaran en la renta. Ganancias y arrendamientos en negro cuyo mayor o menor peso en el total de casas de la región no puede cuantificarse con exactitud. A efectos tributarios y administrativos son viviendas «a disposición».

Bolsa de inmuebles

En cualquier caso, esta enorme bolsa de inmuebles y pisos desocupados destapada por el fisco pone de manifiesto que la mayoría de casas vacías en las Islas no es propiedad de multinacionales o fondos buitre, sino de particulares. Personas que se resisten a poner sus viviendas en el mercado. De hecho, el último recuento oficial del Instituto Canario de Estadística habla de 138.000 inmuebles vacíos, 12.000 menos de los que ahora contabiliza la Agencia Tributaria pese a que el Istac sí consideró todo el parque de viviendas, incluidas las de personas jurídicas. En otras palabras: el instituto de estadística encontró en 2011 hasta 138.000 casas y pisos desocupados de un total de 1,041 millones, mientras que Hacienda eleva ahora la cifra a 150.000 solo considerando las 620.000 viviendas de las personas físicas. En definitiva, el incremento ha sido notable en el último decenio.

En la Consejería de Vivienda, que dirige el socialista Sebastián Franquis, están intentando que estos inmuebles pasen poco a poco al mercado del alquiler. No obstante, el Gobierno canario tiene sus limitaciones, puesto que no tiene la competencia para intervenir las economías domésticas. En el Ejecutivo regional han tomado así una vía alternativa: la de ofrecer incentivos a los propietarios para que les salga rentable poner en alquiler las casas vacías. Ya el año pasado se puso en práctica un plan que incluía ayudas de 3.000 euros a quienes cedieran sus inmuebles al menos cinco años.