La lealtad, algo tan importante y que muchas veces se da por hecho sin valorarla. ¡Cómo de importantes son los clientes de toda la vida para los negocios! Ese que nunca falla, que apuesta por ti cada vez, en el caso de la restauración, que quiere pasar un buen rato acompañado con buena comida. Y algunos de estos establecimientos creen que, pase lo que pase, van tener de por vida la lealtad de estos comensales y se olvidan de cuidar dichas relaciones.

En el caso de hoy nos dirigimos al norte de Gran Canaria. Un usuario de Tripadvisor reconoce ser un cliente 'de toda la vida' de un conocido restaurante de la zona. Tanto es así que tiene una "buena relación con el dueño del negocio, aunque hace no mucho se ha fusionado con otro empresario". La historia empieza con una cena para "más de 50 personas".

Organizada por este comensal, que recomienda "su querido restaurante" ya que siempre se ha comido "muy bien" y los precios son justos. Es una comida acordada, "habiendo contratado los menús con postre y bebidas", en la que llegan a "perdonar bastantes botellas de vino ya pagadas", simplemente porque no les apetecía tomarlas.

El problema llega en los postres. Después de haber acordado unos "de calidad y caseros" para cada comensal, el restaurante hizo oídos sordos a lo prometido y "después de varias discusiones", terminaron sacando "helados de cucurucho ¡para compartir!". "Es decir, después de 'haber perdonado' las botellas de vino sin problema y ser más de 50 personas, nos hicieron ese feo".

Una equivocación la tiene cualquiera, claro. Sin embargo, hay que intentar subsanar los problemas de una forma seria y razonable. Compartir unos cucuruchos puede parecer romántico pero desde luego no algo serio de parte de un negocio. "No creo que sea la solución a dar a unos clientes que llevan yendo a tu restaurante tantos años y que te llevan a comer a tanta gente por recomendación", aseguraba el cliente.

La reseña concluye comentando lo "poco inteligente que es perder a tantos comensales y futuros clientes por unos postres".