La de Tenerife, una afición entendida que sabe apreciar y premiar una buena jugada
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El doble CERO del UCAM Murcia levanta el vuelo y se dispone a lograr una de esas canastas que si la firma un jugador del Real Madrid o Barça sale en los telediarios. La secuencia completa del mate la captó con su objetivo RAFAEL MACEIRA y esta es la continuación de tan meritoria acción ofensiva, delante de Fran Vázquez.
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Superando los 209 centímetros de Vázquez, más el metro largo de su brazo extendido, Soko, jugador del UCAM Murcia, protagonizó un mate estratosférico, con si pierna izquierda en la mismísima cara de Beirán.
La afición canarista no dudó en arrancarse en aplausos pues entendía que la belleza de la jugada merecía tan premio. Y a eso se le llama, simplemente, madurez deportiva y reacción espontánea ante una gran jugada, sin detenerse a mirar el color de la camiseta del autor.
Y esto no debe sorprender a nadie, pues esa exquisita educación ya la ha evidenciado en muchas ocasiones, tales cuando el equipo rival, gane o pierda en el Santiago Martín, demuestra su deportividad o se deja la piel sobre el paquet. Raro es el equipo que no salga por el túnel en medio de una ovación de la afición tinerfeña. Sucede tanto en ACB como ahora que jugamos en Europa. El Monar, rival de mañana, se fue con un severo correctivo y sus jugadores y técnicos se sorprendieron al ver la ovación del respetable. Se vivió también con la Cibona…
Sin embargo, ahora equipos no tan deportivos en pista que son pitados, caso del UCAM Murcia. O cuando vino el Fuenlabrada y salía el señor que nos dejó tirados la campaña pasada… ¿Cómo se llamaba que se me olvidó su nombre…?
Tampoco últimamente se aplaude la salida de los árbitros. Es más, me cuesta recordar la última vez que se vivió un buen arbitraje en el Santiago Martín. Eso sí, se les canta eso de «fuera, fuera, fuera», se les pita al salir y… si lo hacen rematadamente mal, entonces sale a relucir la ironía fina del pueblo canario y se le canta eso de «MVP, MVP, MVP» y lo de… «Ärbitro, que malo son, que malos son…»
En definitiva, en Tenerife hay pasión por el baloncesto (4.079 personas ante el UCAM Murcia y 2.000 en la final del Torneo U15 del CB Santa Cruz, a la misma hora) al tiempo que conoce las reglas del juego y saben cuándo hacen pasos, cuando es falta y, sobre todo, cuando los rivales montan la caseta de campaña en la zona y los árbitros no les cuentan los tres segundos.