San Miguel-Úriz: lo que el CAI Zaragoza unió, Iberostar Tenerife lo reunió

San Miguel-Úriz (CAI Zaragoza)
Actualmente es la pareja de moda en Tenerife. Tanto Ricardo Úriz como Rodrigo San Miguel son los encargados de dirigir el juego del Iberostar Tenerife. Lo que pocos saben es que ya se conocían…

Redacción, 9 Oct. 2014.- Ha pasado ya más de una década desde que Ricardo Úriz y Rodrigo San Miguel vistieran la elástica rojilla. Fue en los albores de la campaña 2002-2003, año de nacimiento del club zaragozano. Una aventura de baloncesto en la capital aragonesa que reunió a aquellas dos promesas del baloncesto español: Rodrigo, la esperanza de la cantera zaragozana y Ricardo, una apuesta de futuro salida de las cateogrías base del Maristas de Pamplona, ganador de la Copa del Rey con el TAU. Diferentes trayectorias hasta recalar en el Iberostar Tenerife, próximo rival del CAI Zaragoza este domingo (13.30 horas).

Rodrigo San Miguel, aquel base de proyección

El base zaragozano llegó al CAI como uno de los referentes de cantera con visos de proyección, como así ha sido hasta ser un jugador de elite del baloncesto aragonés. Rodrigo permaneció dos temporadas en aquellos años en que el club rojillo daba sus primeros pasos en la LEB del baloncesto español al tiempo que él hacia lo propio como profesional siendo todavía junior: “Fue mi inicio profesional, tenía solo 17 años. Todo era nuevo para mí. Pasé de jugar con y delante de mis amigos a un mundo profesional”, recuerda al mismo tiempo, tiene en la memoria la pasión de su ciudad por el deporte de la canasta: “Era el primer año del CAI y el pabellón se llenaba cada viernes. Era realmente impactante y tenía que asimilarlo todo», reconoce apelando a su bisoñez por aquel entonces, en la que pese a su condición de jugador joven le competía los minutos a su compañero: «Fue una temporada llena de emociones por todo y además conté con minutos pese a que Ricardo estaba de primer base».

Once años después, a sus 29, Rodrigo acumula una dilatada carrera que le llevó a crecer en Valladolid a las órdenes de Manel Comas para brillar posteriormente en Manresa y llamar la atención del Valencia Basket, con el que compitió además en Eurocup. Tras dos temporadas como ‘taronja’ y una última en Murcia antes de vestirse de aurinegro y reencontrarse con su compañero de batallas de aquella 2002-2003, el aragonés reconoce que aún quedan cosas de aquel joven reflejadas en el contrastado director de juego de hoy en día: “Espero ser mejor jugador que el que era entonces”, sonríe. Y se sincera: “Lo puse el otro día en un tuit, la ilusión con la que he empezado esta temporada es prácticamente la misma que entonces. Mantengo esas ganas de seguir jugando, dar el máximo y seguir sumando triunfos”, concluye con esa ambición que le ha llevado a la elite.

Ricardo Úriz, un trotamundos asentado en La Laguna

Cinco años mayor que su compañero, el navarro, formado al alimón entre su Pamplona natal y Vitoria, llegó a aquel equipo debutante de las filas del Fórum Filatélico Valladolid. Poco o nada le importó al joven Úriz pasar de la ACB a la LEB en busca de oportunidades en una ciudad deseosa de baloncesto: “Recuerdo que fue el primer año del CAI y que la ciudad se volcó con nosotros. Estando en LEB éramos 9.000 socios», destaca. Sin embargo, la inexperiencia de aquel conjunto hizo que a nivel deportivo los resultados no fueran los esperados por todos: «Empezamos muy bien, pero acabamos jugando el ‘playout’. Fue un año de aprendizaje para todos», reseña con filosofía sobre una etapa que también le dejó una huella que aflora cada vez que visita la capital aragonesa: «Tengo muy buen recuerdo tanto de la ciudad como de la afición. Siempre que juegas allí recuerdas esa etapa. Jugar en el Príncipe Felipe es muy bonito y hacerlo como local es muy especial”, valora.

Solo fue un año de relación, pero a tenor de sus declaraciones caló hondo en el veterano base que, tras vestir la elástica rojilla, defendió los colores del Bilbao Basket ascendiendo a la ACB en 2004 y que encontró estabilidad en San Sebastián logrando dos ascensos consecutivos con el GBC hasta situarlo en la elite del baloncesto español. Después de siete años en Donosti, el Valladolid volvió a llamar a su puerta en 2011 para vivir una temporada de transición previa a su desembarco en Tenerife, donde demuestra acordarse de aquel Basket Zaragoza 2002 y de algunos miembros del club a los que podrá incluso saludar el domingo: “La estructura del club ha crecido mucho durante esta década, pero a pesar de eso todavía quedan empleados de aquella época. Además recuerdo que jugué con Pep Cargol, que ahora es ayudante de Joaquín Ruiz”, concluye el navarro antes de vivir un nuevo enfrenamiento cargado de recuerdos frente a su exequipo.