Enrique Cruz ultima su debut en el Campeonato de España: "Tengo ese gusanillo de la primera vez"

El piloto tinerfeño confiesa sentir «la ilusión» del primer día  

Se estrenará en el Rally La Llana, Cataluña, este fin de semana

Enrique Cruz posa sonriente delante de su Ford Fiesta Rally2

Enrique Cruz posa sonriente delante de su Ford Fiesta Rally2 / E.D.

Cuenta atrás para la celebración del Rally La Llana, que se disputa este fin de semana en Vic, Cataluña. Allí, en la línea de salida de la primera de las seis pruebas que forman el Campeonato de España de Rallyes de Asfalto, estará el tinerfeño Enrique Cruz. Lo hará ocupando la butaca izquierda de un Ford Fiesta Rally2 y acompañado por su inseparable copiloto Yeray Mujica. 

A solo unas horas de que arranquen las verificaciones, Cruz confiesa sentir «ese gusanillo» de los momentos previos a una gran cita. Ya ha corrido alguna prueba puntuable para el nacional, pero ha sido cuando se han celebrado en Canarias. Esta será su primera participación íntegra en el campeonato. Por eso confiesa que, pese a su experiencia, se encuentra tan ilusionado como la primera vez que se subió a un coche para competir. «Eso era lo que buscábamos. Nuevos retos. Esta experiencia nos hará mejores deportistas»

Cruz, de 37 años pero con una larguísima trayectoria sobre las cuatro ruedas (empezó en karts y cuenta con una amplia y exitosa trayectoria en las pruebas regionales), da el salto a la España peninsular con el soporte del Past-Racing, equipo que dirige y preside su amigo Daniel Alonso. El apoyo de La Laguna, el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife también han sido fundamentales. El deporte del motor es muy caro, casi prohibitivo. 

«Para que te hagas una idea, cada kilómetro de carrera puede costar unos 120 euros y cada prueba tiene entre 100 y 120. Eso ya son 12.000 euros. Luego están los neumáticos, cada uno cuesta 400 euros y suelen utilizarse hasta 10. Eso son otros 4.000 a los que habría que añadir el seguro que se pide a cada piloto, que asciende hasta los 5.000. Desplazamientos, dietas... Yo diría que el costo, por prueba, no baja de los 25.000 euros». Es por eso que, apunta el corredor laguneros, el apoyo de los patrocinadores es muy importante. «Los de siempre y los que se han sumado. De no ser por ellos, sería imposible». 

Por delante, el salto a un escenario desconocido para él. El piloto explica que no domina el trazado de ninguna de las citas del circuito nacional. Es por ello que, dentro del altísimo ritmo que exige una carrera, habrá que conducir con cautela. En sus manos llevará un Fiesta Rally 2. El imponente aparato con el que ha dominado en el Archipiélago en los últimos años. Aunque hay un matiz. «Es el mismo modelo, pero no el mismo coche. Este es nuevo y se nota un poco la diferencia», cuenta. 

Marcado en rojo en el calendario está, desde ya, el último fin de semana de junio. El Villa de Adeje acogerá también la tercera cita del torneo. Correr en casa será «especial». «En Tenerife hay mucha afición y en Adeje hemos ganado en los últimos años». 

Todavía en el recuerdo está la reciente retirada obligada en el Rally Norte. Cruz perdió el control del coche por un efecto acuaplanin y chocó contra un muro. «Comeitmos un error. Yeray y yo estamos perfectos, pero mentiría si dijera que un susto así no te deja una pequeña secuela, por eso es tan importante volver a correr cuanto antes. Para recuperar esa confianza», concluye.