Con las últimas cuentas de la legislatura en la mano, Montoro ha aprovechado para sacar pecho de la política del Gobierno. Los presupuestos se asientan en un crecimiento del 3%. Que revertirá todo en creación de empleo: 600 mil puestos de trabajo más. Lo que permitirá un ahorro en desempleo de un 22%. Favorecido porque cada más parados no cobran ninguna prestación. Con más trabajo y más consumo, el ejecutivo prevé una recaudación récord en impuestos, de IVA e IRPF. Con esa mejora, el ejecutivo eleva el gasto social un 3,3%.