Los médicos del Carlos III que tratan a Teresa se muestran contentos y esperanzados en que la paciente pueda desarrollar inmunidad ante el ébola. La actualización del protocolo les ha hecho tener mucha más formación y fruto de ello es la seguridad con la que se muestran ante la prensa. Aseguran que el momento más crítico para evitar contagios es la retirada del traje, pero para ello cuentan con la ayuda de un supervisor que les guía y tranquiliza en cada paso que dan. También miden sus constantes durante el tiempo que llevan puesto el traje y monitorizan que no excedan el tiempo. Sobre Teresa cuentan que su profesionalidad le hace ser una excelente paciente. Está pendiente de sus compañeros todo el tiempo e intenta facilitar todo lo posible el trabajo a sus compañeros.