El juez Baltasar Garzón se sienta hoy en el banquillo de los acusados del Supremo. Se le acusa de prevaricación por haber ordenado grabar conversaciones de los cabecillas de la trama Gürtel con sus abogados. Las escuchas contaron con el visto bueno de la Fiscalía Anticorrupción y se realizaron tras detectar movimientos en cuentas bancarias de Suiza de Francisco Correa y Pablo Crespo, cuando ya estaban en prisión.