El uso diario desgasta la cubertería, los vasos, las copas y los platos, que acaban rayándose, manchándose o perdiendo el brillo. Cuando compramos la vajilla está resplandeciente, pero las manchas de grasa, la cal y el óxido van deteriorando su aspecto, dejando huella sobre su superficie y acabando con el brillo. 

Hay un truco que utilizan los restaurantes y que devuelve el brillo a tus utensilios. Tan solo te hace falta un producto que seguro tienes en casa, pues es muy recurrente en la cocina y tiene múltiples usos. Se trata del papel de aluminio.