Las cocinas de nuestros hogares son los espacios en los que más solemos estar y los que más quebraderos de cabeza suelen darnos.

Especialmente el horno y el fregadero son utensilios que más trabajo suelen dar debido a la importancia de tenerlos siempre limpios para evitar malos olores.

Muchas veces usamos remedios que no tienen el efecto esperado y nos desesperamos ante los olores tan incómodos que nacen, por ejemplo, de las cañerías.

Las causas de este mal olor pueden ser varias. En los sifones de los desagües se pueden acumular restos de comida, de cepillarte los dientes, de jabones y detergentes, que pueden ser el caldo de cultivo perfecto para hongos y bacterias que provocan este olor tan desagrables.

Sin embargo, existe un truco infalible que es perfecto para contrarrestar y eliminar el olor que surge de nuestros fregaderos.

Barato y fácil

Estos son algunos de los dos productos que te proponemos para erradicar de raíz los malos olores: el vinagre blanco y el bicarbonato de sodio.

Para acabar con el mal olor del fregadero debes verter media taza de bicarbonato de sodio en el desagüe. A continuación pon a hervir medio litro de agua. Cuando esté a punto de hervir añade un vaso de vinagre blanco y remueve. Ahora llévalo a ebullición. Cuando haya llegado al punto quita la olla del fuego y comienza a verter poco a poco el agua en la tubería. 

Hay veces que este remedio desprende un olor fuerte, así que, si lo prefieres, en vez de vinagre puedes usar el jugo de un limón o algún aceite esencial.

Otro truco infalible lo protagoniza el café. Tira el café por el desagüe y no abras el grifo durante un par de horas, verás como consigues también excelentes resultados. Y lo mejor de todo, aprovecharás el café que no te hayas bebido.