José María Mesa Martín: «Me gusta innovar, pero no provocar; la polémica surge de la ignorancia»

José María Mesa Martín es el autor del belén bíblico que estas semanas se puede contemplar en el Cabildo de Tenerife. Es el artista de este tipo de obras que más ha expuesto en el Palacio Insular. Pero también ha llevado sus obras a ciudades como Sevilla o Málaga, a museos insulares y a municipios como Güímar o Los Realejos. Asegura que «me gusta innovar, pero no provocar; la polémica surge de la ignorancia de alguna gente».

Licenciado en Bellas Artes y en Historia, Mesa Martín, natural de Guía de Isora, recibió como regalo su primer belén cuando tenía menos de un año. En su familia, la recreación de estas escenas se vivía con mucha intensidad. De niño, recuerda de plantar trigo en las cajas de dulce de guayaba Conchita para recogerlo en el momento preciso de hacer el belén. Y las tapas de la leche en polvo se usaban como base para las montañas y plantar lentejas.

Hasta los diez años ayudaba a hacer los montajes, con aportaciones a los paisajes, con corchos y papel teñido con anilinas. Desde ese momento, empezó a hacer él sólo su propio belén. Pasado el tiempo, realizó su primer gran Nacimiento y Adoración de los Reyes en su vivienda. Al siguiente año, el trabajo se expuso en el Museo de Historia, en el Palacio Lercaro de La Laguna. Y, después, se mostró en el Museo de Artesanía Iberoamericana de La Orotava. Y llegó a oportunidad de estar presente en el Recinto Ferial, en una feria de artesanía dedicada a los belenes. Y surgió la primera gran polémica. En una de las escenas se veía «la matanza de Papá Noel por los Reyes Magos». Aclara que se trató de un gesto simbólico de reivindicación de la figura de los Reyes Magos, «frente a la aculturación y la influencia de la cultura nórdica en la Navidad».

A partir de ese momento, le surgió la oportunidad de exponer sus figuras y paisajes en el Cabildo de Tenerife. Pero antes, las autoridades responsables lo convocaron a una reunión, en la que fue informado que la escena de «la matanza de Papá Noel» debería quitarla. Como ya intuía lo que le iban a decir, al encuentro llevó en una servilleta la cabeza decapitada del símbolo nórdico.

A algunas personas también les escandalizó su figura de la Virgen amamantando al Niño. José María aclara que se trata de «una iconografía medieval de la Virgen de la Leche, como una representación de la naturaleza humana de Cristo, que existe desde el siglo XIII». El artista admite que algunas personas «igual desconocen la existencia de esas imágenes».

Inauguración del portal de belén del Cabildo de Tenerife

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El belén «etnográfico»

Cuenta con un gran «belén etnográfico», es decir, que recrea costumbres tinerfeñas con ambientación y vestimentas del siglo XVIII y XIX, así como con el «bíblico», que incorpora edificios, ropas y parajes de Judea. Además, en el año de la canonización del Santo Hermano Pedro también recreó escenas de Tenerife y de Guatemala, donde el pastor chasnero realizó su gran obra solidaria.

Resalta la importancia que el investigador Juan de la Cruz ha tenido en el Belén del Cabildo de Tenerife. Recuerda que De la Cruz, que entonces trabajaba en la administración insular, tuvo la idea de exponer un belén en el Palacio Insular, «en un momento en que a estas representaciones no se les daba importancia». Sin embargo, a raíz del éxito que tuvo el expuesto en la corporación tinerfeña, la experiencia se repitió en otros cabildos, ayuntamientos e instituciones públicas.

Explica que, para las figuras costumbristas, realiza las cabezas y manos con barro, siguiendo la tradición de la escultura barroca. Y estos elementos son incorporados al resto del cuerpo, fabricados sobre una estructura de madera o alambre. Se trata de las denominadas «imágenes de candelero», aclara el artista isorano. En las imágenes «hebreas» o «bíblicas», para las ropas utiliza servilletas escayoladas y telas encoladas.

Exposiciones fuera de la Isla

En Sevilla ha expuesto en la Escuela Superior de Estudios Americanos, en el Palacio Yandurí y, este año, en la Sala del Apeadero del Ayuntamiento hispalense. Sus obras también se han podido ver en el Archivo Histórico Provincial de Málaga. En la Isla, también ha llevado sus belenes a ayuntamientos como Güímar o Los Realejos.

Sobre el belén que estas semanas se puede contemplar en el Cabildo tinerfeño, el «bíblico», señala que sólo se muestra una parte de todo el conjunto, pues hay escenas, como los Reyes Magos en el Desierto o la Matanza de los Inocentes, que no caben en el espacio disponible en el Palacio Insular.

Cuando se le pregunta a Mesa Martín si existe unión entre los artistas que se dedican a este tipo de trabajos, apunta que en Gran Canaria existen varias asociaciones y, además, cuentan con una especie de federación insular. Pero no ocurre lo mismo en Tenerife, donde hay algunos colectivos municipales, como en el Puerto de la Cruz o La Orotava, pero no conoce ninguna organización de ámbito insular. Y advierte de que casi todas las provincias disponen de entidades de este tipo, como la de Rondana, en Sevilla.

¿Y existe algún trabajo de estas características que admire? José María responde que uno muy interesante es el del Círculo Mercantil de Sevilla, «que está muy cuidado, en sus figuras, ambientación, colores y recursos técnicos». Apunta que «hay algunas cosas muy buenas», pero lamenta que otras no tienen interés, puesto que «están mal hechas, son pretenciosas o se presentan de forma descuidada».