Todos los cementerios de La Laguna vivieron ayer un martes de gran afluencia con motivo de la víspera del Día de los Fieles Difuntos. Fue así en los camposantos más conocidos, como son los de San Luis y San Juan, y en los tres de la Comarca Nordeste. Uno de ellos es el de Tejina, cuyos orígenes se remontan a 1837, por lo que actualmente, y entre los que continúan en uso, es uno de los más antiguos de Tenerife.
Ya desde el exterior del cementerio de Tejina se podía comprobar que no era un día cualquiera. Al igual que ocurrió en otros camposantos del municipio, fueron muchos los que acudieron hasta allí para honrar a sus familiares fallecidos. En este caso se trataba fundamentalmente de tejineros y antiguos vecinos de este pueblo de la Comarca Nordeste que quisieron estar presentes en esta jornada de recuerdos y tradición.
Aunque menos conocido que los de San Luis y San Juan, se da la circunstancia de que este cementerio cuenta con gran antigüedad. Así lo indica el historiador y exconcejal lagunero Juan Luis Herrera en el artículo El cementerio de San Sebastián de Tejina: justificación histórica de su nombre, publicado en la web Fuentes de Tejina. En esa investigación sitúa sus orígenes en la primera mitad del siglo XIX. «El cementerio actual del pueblo de Tejina data del año 1837, denominándose ya desde sus inicios como cementerio de San Sebastián, debido a que se había construido en los terrenos donde desde el año de 1625 se había edificado una ermita dedicada a la advocación del protomártir San Sebastián», expone.
El pueblo de Tejina contó con el primer cementerio que se construyó en la Comarca Nordeste
«El nuevo cementerio remodelado fue bendecido por el obispo fray Albino el 19 de noviembre de 1939, según documento contenido en el libro de defunciones de la parroquia de San Bartolomé», expresa. «Nuestro cementerio es de los más antiguos que aún quedan en uso, junto a los de los municipios del Puerto de la Cruz (1811) y La Orotava (1823), pero, sin duda, podemos afirmar que fue el primero en construirse en la Comarca», se recoge en el texto.
El eje de este trabajo de Herrera, publicado en 2020, es la defensa de su denominación como Cementerio de San Sebastián. Argumenta a ese respecto: «(…) debido a que se encuentra localizado en el lugar donde se erigió la ermita del protomártir San Sebastián en el año de 1625, y que fue el lugar escogido para construir el cementerio de Tejina en 1837, cuando ya se había colapsado el suelo de la parroquia y no daba cabida a más enterramientos, conservándose la ermita de San Sebastián como parte integrante del propio cementerio». Y agrega: «Desde esa fecha aparece en distintos documentos parroquiales el cementerio de Tejina con la denominación de Cementerio de San Sebastián, así como de plaza o plazuela de San Sebastián al espacio público que se encuentra en frente del mismo».
Visitas antes y después
A media mañana, en el resto de camposantos del municipio también había bastante actividad. Hubo quienes adelantaron la visita y colocación de flores a los días previos, y especialmente al pasado fin de semana, pero este martes se congregó mucha gente en las otras cuatro instalaciones de este tipo: San Luis, la de mayores dimensiones; San Juan, ya clausurada a los enterramientos; San Gregorio, en la Punta del Hidalgo, y Valle de Guerra.
Fue también un día marcado por la música. Y es que una de las particularidades que se vienen dando en los últimos años en La Laguna es la ambientación musical. Según habían explicado desde el Ayuntamiento, grupos formados para la ocasión por componentes de las bandas de música del municipio serían los encargados de actuar en distintos horarios, interpretando un repertorio de temas alusivos a la jornada.
Actuaciones musicales ambientan este día en los camposantos del municipio
Entre los visitantes al Cementerio de San Luis se encontraba Carmen Rosa Pérez, que acudió junto a su hermana y su sobrina a esta cita con sus familiares que han fallecido. Vecina del municipio Santa Cruz, aunque nacida en La Laguna, explicó que tiene a algunos parientes enterrados allí y que le gusta «cumplir». Otro testimonio es el de Juan Pérez, de 70 años: «Compramos ayer unas flores y vinimos hoy a traerlas. Nos hubiera gustado llegar más temprano para evitar colas y problemas de aparcamiento, pero dentro de lo que cabe no hay tanto jaleo como me esperaba».
Ambiente también propio de estos días en el camposanto de San Juan, en el barrio del mismo nombre. Al igual que ocurre con el de Tejina, se trata de una de las instalaciones de este tipo con más historia de todo Tenerife. Se calcula que descansan allí unas 55.000 personas, entre las que hay nombres propios de la historia local y fallecidos en el accidente de los jumbos en Los Rodeos, la mayor tragedia de la aviación comercial. Recientemente también recibió los restos mortales del científico canario Blas Cabrera, considerado el padre de la Física española, que llegaron procedentes de su exilio en México.
