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Un gesto solidario en La Orotava

Leroy Merlin y Acufade colaboran para mejorar la calidad de vida de Fran Delgado, un gran dependiente del municipio villero

Francisco en su cuarto. Andrés Gutiérrez

Fran Delgado es un gran dependiente de La Orotava que desde que era un bebé sufre una atrofia muscular que en la actualidad sólo le permite mover el cuello y algunos dedos de las manos. La imposibilidad de moverse y de cambiar de postura por sí solo provocan que sufra mucho el calor que, en ocasiones, se siente en la vivienda donde vive con sus padres. Tras años de sufrimiento y ansiedad por la llegada de los meses más cálidos, Leroy Merlin La Orotava, a través de Acufade, ha tenido un gesto solidario que mejora la calidad de vida de este gran dependiente. La tienda ha donado un moderno aparato de aire acondicionado y el instalador Billy Eduardo Bari ha asumido el coste de su colocación. Esto ha permitido a Fran Delgado vivir el estío más tranquilo de su vida: «Antes le tenía pánico al verano y este año, por primera vez, lo he vivido con tranquilidad porque sabía que por fin no me iba a asfixiar».

El director de tienda de Leroy Merlin La Orotava, Juan Jesús Hernández; el jefe de la sección de Electricidad, Víctor Manuel Martínez, y Dácil González Díaz, del área de Recursos Humanos, visitaron recientemente a Fran Delgado en su casa para conocerle y comprobar los resultados de esta iniciativa solidaria.

Fran Delgado recibió la visita de representantes de Leroy Merlin en La Orotava El Día

Juan Jesús Hernández explicó que esta acción forma parte de las acciones de responsabilidad social empresarial de Leroy Merlin, «que busca mejorar también la calidad de vida en el máximo número de hogares de nuestro entorno, bien sea a través de ofertas, precios o este tipo de donaciones». Se trata de «devolver a la sociedad parte de lo que la sociedad nos da», detalló Dácil González.

Fran Delgado agradeció el gesto de Leroy Merlin de preocuparse también por los grandes dependientes y recalcó que «ha sido un alivio enorme para mí, que por mis circunstancias debo estar casi todo el día en la cama. He pasado días en los que el cuarto, al que le da el sol todo el día, está ardiendo y lo paso fatal. Sudando, con ansiedad, sin poder descansar, mareado... Y todo eso me lo quita este aire acondicionado. Cuando estoy agobiado, lo pongo y me relajo. No hay ansiolítico que consiga eso. He pasado por fin un verano sin miedo después de muchos años».

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