La agricultura vuelve a brotar en la comarca nordeste del área metropolitana de Tenerife. La recuperación del campo en el municipio de Tegueste y en los pueblos laguneros de Tejina y Valle de Guerra está detrás de que la Isla haya acabado con su tendencia a la pérdida de superficie cultivada de los últimos años, al ganar el año pasado 1.100 hectáreas, según los últimos datos del mapa de cultivos del Gobierno de Canarias. Solo el Nordeste ha incrementado la superficie cultivada en 170 hectáreas, según adelanta Javier Parrilla, consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Tenerife. «Es una de las zonas agrícolas tradicionales que se está recuperando gracias al esfuerzo conjunto con los ayuntamientos de La Laguna y Tegueste», detalló el responsable insular del sector primario.

Este desarrollo agrario de Tegueste, Tejina y Valle de Guerra se debe, en parte, al aumento de la disponibilidad de agua. El Cabildo de Tenerife, a través de la empresa pública Balsas de Tenerife (Balten), informó ayer de que ha duplicado este suministro de agua de regadío en el Nordeste en cuatro años. Parrilla recuerda que «este verano ha sido mucho más duro de lo esperado, y sin el agua regenerada no hubiéramos podido acometer este incremento tan sustancial en el servicio de agua». Según expone el responsable insular, en el primer semestre de este año se incrementó el volumen de agua suministrada en un 210% con respecto al año 2018, lo que supone distribuir a los agricultores de la comarca 711.000 metros cúbicos, el líquido equivalente al que cabe en 284 piscinas olímpicas.

Javier Parrilla incide en que estas cifras «reflejan el acierto de la estrategia puesta en marcha desde el comienzo de la presidencia de Pedro Martín para impulsar el agua regenerada y dar mayor estabilidad y calidad al suministro de agua de regadío». En el caso de Tegueste, tal y como detalla el responsable insular del campo tinerfeño, se ha producido un incremento de más de 14 hectáreas de frutales, principalmente de cultivos más exigentes en agua, como el del aguacate, y se han incorporado 43 hectáreas de cultivos hortícolas, en algunos casos como ampliación de superficie agrícola y en otros como reconversión. Lo mismo ocurre en las zonas de Tejina y Valle de Guerra, en el municipio de La Laguna, donde también se ha incrementado la superficie de frutales, principalmente de aguacate.

No obstante, el suministro en estos núcleos poblacionales ha tenido que ser modulado, «generándose turnos y limitando el volumen de regadío a la misma cantidad suministrada en 2021». «Es una situación que esperamos poder revertir en el próximo mes de octubre», aclaró el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca.

La gerente de Balsas de Tenerife, Ana Sánchez Espadas, asegura que «se ha trabajado intensamente para hacer posible un cambio de modelo similar al del sur, pero en este caso apoyados en el despliegue del agua regenerada en cotas bajas». De esta manera, se ha impulsado agua regenerada desde la Estación Depuradora y Regeneradora de Aguas Residuales del Noreste de Tenerife , ubicada en Valle Guerra, hasta la balsa de Valle Molina, en Tegueste, lo que ha permitido, junto a otros aportes, regar toda la cuenca de Tejina, Tegueste y Valle de Guerra con agua de excelente calidad.