“La pesca artesanal, al menos tal y como se ha entendido la actividad hasta ahora, desaparecerá de la Isla si no se crean las Reservas Marinas de Interés Pesquero (RMIP) de Teno y Anaga”. Así de contundente se muestra el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Tenerife, Javier Parrilla. La corporación insular ha retomado e impulsado la vieja idea, nada menos que del año 2002, de darle cuerpo legislativo al desarrollo de estas zonas de costa.

Parrilla valora: “Tenemos una partida de 100.000 euros destinada a realizar un primer estudio, probablemente de carácter sociológico, el ámbito más desfasado de hace diez años a hoy, para responder al aval que ha dado recientemente el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación”. Parrilla destaca “la estrecha colaboración con el Gobierno de Canarias y en concreto el apoyo del Director General de Pesca, el biólogo marino, –y pescador– Carmelo Dorta”. De hecho, adelanta, “ya está en marcha la configuración de un equipo técnico conjunto de ambas administraciones”.

Hace diez años del detallado trabajo de los fondos costeros de las Islas, una batimetría que dio lugar a sendas memorias de las futuras reservas con dos posibles espacios preferentes: Anaga y Teno.

La iniciativa, explica Parrilla “se paró y la retomamos al llegar al gobierno porque hay que tener en cuenta que prácticamente toda la flota de la Isla es artesanal y se hace necesaria la regulación de la actividad”. Recuerda Parrilla que “no se trata de reservas integrales, hay lugares donde se podrá pescar sino de conservar a los alevines y renovar las especies a capturar”. Pone los ejemplos de las tres reservas que existen en Canarias: La Restinga (El Hierro), el Archipiélago Chinijo (Lanzarote) y el Sur de La Palma. Después de la llegada del actual equipo de gobierno insular “volvimos a enviar a Madrid toda la extensa documentación sobre esta petición. Y el Ministerio ha respondido”. Parrilla pone en valor este respaldo del Gobierno central a las reservas marinas de Teno y Anaga.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa) impulsa un estudio para la caracterización de las actividades –sectores pesquero profesional, de la pesca recreativa o de actividades subacuáticas, entre otros–, una evaluación socioeconómica y otra del estado ambiental de las áreas.

“Es un paso de gigante en el procedimiento que llevaba una década en la gaveta y viene a refrendar nuestro compromiso para relanzar la pesca artesanal de Tenerife”, explica Parrilla. Y añade: “Con un esfuerzo inversor que tan solo entre 2020 y 2021 es superior al de los presupuestos de los cinco años anteriores”, asegura el consejero.

Javier Parrilla subraya que tras la recepción del amplio expediente remitido por el Cabildo, el Mapa ha encargado la tramitación de ese estudio que incluirá la evaluación de propuestas para establecer el sistema de vigilancia. Se desarrollará en el marco del Fondo de Recuperación y Resiliencia y bajo la línea de Modernización de las RMIP. Todo esto se ha planteado en una reunión telemática con el Ministerio que ha tomado en consideración ambas reservas.

Parrilla revela: “Hay lista de espera e incluso La Gomera ha pedido una reserva marina”. Por eso, subraya “este es un gran avance”. Detalla que ya se analizan posibles espacios en Buenavista y La Punta del Hidalgo, los lugares ideales, para ubicar los centros de interpretación que deben desarrollarse en ambos espacios.

El consejero pone el ejemplo de La Restinga “25 años después de la declaración de reserva. El primer año el aumento del volumen de viejas y lapas fue bestial. Y se ha sostenido en el tiempo. Ahora no hay cama para tanta gente y en lugar de un club de buceo hay ocho. Genera actividad y riqueza”. Parrilla insiste: “Esta es una iniciativa crucial para el futuro a corto plazo de la pesca artesanal en Tenerife. Ambas zonas reúnen similares características y son ideales para las reservas marinas”.