Agoney Melián dirige la Asociación de Jóvenes Empresarios de Canarias (AJE) desde hace tan solo cuatro meses pero ya ha puesto en marcha su primer proyecto: el Punto Amigo. En él se ofrecerá acompañamiento a la nueva generación de emprendedores. Melián destaca la importancia de facilitar la creación de empresas a los millennials como él, que cuentan con un fuerte compromiso social por la igualdad, el medioambiente y la diversidad.

Agoney Melián fue sastre y confeccionaba trajes como los que hoy en día luce. Hoy confecciona las medidas para los nuevos emprendedores. El presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Canarias (AJE) y fundador de las empresas Valtia y Uebos fue víctima de la crisis de 2008 y decidió reinventarse emprendiendo. Primero creó Valtia, una empresa de formación profesional, y luego nació Uebos, una agencia de comunicación. AJE representa y apoya a los jóvenes tinerfeños de hasta 41 años en las empresas y los proyectos que llevan a cabo. Para Melián, de 37 años, no fue un camino fácil y, por ello, desde su silla de director intenta proporcionar las herramientas que él echó en falta a la hora de crear su primera firma.

El 70% de los jóvenes tinerfeños están en paro, ¿qué supone este dato?

Tenemos que entender que la juventud está pasando por una época muy complicada. No tener futuro a nivel laboral nos conduce a una sociedad pobre, precaria y con baja autoestima. El drama es doble si sumamos lo difícil que es abrir un negocio, sobre todo para los jóvenes, que tienen menos recursos y menos acceso a la financiación, además de sufrir más trabas burocráticas. En Jóvenes Empresarios pretendemos convertirnos en un aliado para la sociedad porque entendemos que creando empresas y apoyando a los pequeños emprendedores vamos a conseguir diversificar la economía y convertirnos en una región puntera.

¿Con qué medidas cuenta AJE para cambiar esta situación?

Hemos creado el Punto Amigo, un espacio para que la gente joven con una idea empresarial que quiere poner en marcha no vaya de ventanilla en ventanilla, sino que tenga a alguien a su lado que le apoye. El acompañamiento no se resume a la parte administrativa o financiera, sino también a la parte emocional, uno de los ámbitos más complicados a los que se enfrenta la juventud.

¿Se encontró con muchas trabas a la hora de crear su primera empresa?

Recuerdo mi primer año como una experiencia horrible. Me encontré con poca gente dispuesta a ayudar. No tenía nadie al que pedirle un consejo. Yo lo llamo la soledad del emprendedor. Por ello, en todos los proyectos que estoy realizando como presidente de AJE intentó cubrir todas esas necesidades que tuve al principio. Sobre todo ese consejo de alguien que lo ha vivido. Fui uno de los damnificados de lo difícil que es emprender no solo en Canarias, sino también en España.

¿Usted recomendaría emprender en estos momentos?

Siempre recomiendo emprender, aunque en este contexto aconsejaría que quien emprenda tenga claro lo que supone. Por ejemplo, lo evitaría si es por una cuestión de necesidad y de autoempleo para salir de una situación grave. En ese caso, tengo un miedo atroz porque esa persona que emprende por necesidad puede sufrir la pobreza y no cumplir el objetivo de ganarse la vida, ya que emprender a veces te obliga a no tener sueldo y afrontar muchos gastos.

¿A qué le gustaría que se dedicaran los jóvenes empresarios?

Los jóvenes deben liderar los nuevos sectores de negocio que se dan en Canarias. Tenemos que asumir la responsabilidad de crear una economía en el contexto que nos ha tocado vivir. Se nos debería exigir ser revolucionarios y liderar esos nichos de mercado que pueden ser una gran oportunidad para toda la juventud y el impulso que necesita Canarias para convertirse en una región innovadora. En todos, los sectores podremos encontrar a jóvenes que estén luchando por ese impulso que necesita nuestra tierra.

¿Cuál es la zona de Tenerife en la que los empresarios se han visto más afectados?

La zona más afectada es el sur de la Isla por el sector turístico, la hostelería y los pequeños comercios. Pero siendo honestos, creo que cada uno en su sector lo ha vivido de forma diferente y perjudicial.

¿Hemos dependido demasiado del turismo?

No es un debate que toque ahora. En este momento de crisis hay que ponerse a trabajar. No creo que sea prudente mirar hacia atrás. Nadie esperaba que llegase una pandemia de estas características, así que decir que hemos dependido demasiado del turismo no es una opción porque el turismo funcionaba; producía empleo y riqueza. El debate no debe ser si hemos hecho algo bien o mal sino cómo vamos a ser resilientes. El sector turístico es y será importantísimo en Canarias y espero que no desaparezca. Aunque aprendiendo la lección, deberíamos intentar ser punteros en otros sectores.

¿Cuáles son los mayores retos al convertirse en empresario siendo joven?

Hay que trabajar mucho en dos planos. En el plano exterior, porque tienes que ganarte el respeto y la confianza que ser joven te resta, ya que cuando somos jóvenes y queremos poner en marcha algún proyecto tenemos menos credibilidad. En el plano interno, tienes que trabajar mucho la soberbia típica de la juventud. Creemos que lo sabemos todo y luego nos damos contra una pared. Para evitarlo hay que escuchar mucho y abrir la mente. De esta forma se aprende, sobre todo de las críticas.

¿Cuáles son las principales diferencias entre los empresarios millennials y los de otras generaciones?

La mayor diferencia es la forma de entender el mundo. En las empresas millennials ponemos sobre la mesa temas que antes no se hablaban, como sentimientos, igualdad, diversidad y el valor añadido que queremos aportar a la sociedad. Esta influencia millennial no solamente está calando en los jóvenes empresarios, sino también en los de otras generaciones. Ellos hasta ahora no habían tratado estos temas por una cuestión generacional y ya están integrando este discurso en sus empresas.

¿Cree que las empresas lideradas por millennials son más responsables con el medioambiente?

Todas las empresas que tienen un corte millennial no solo están comprometidas con el cambio climático, sino con los objetivos de desarrollo sostenible. Desde AJE hablamos de diversidad e igualdad. Cada vez existen más empresas comprometidas y con mucha responsabilidad corporativa que quieren contribuir a construir un mundo mejor. En esta nueva etapa de AJE que me ha tocado liderar estamos convencidos de que tenemos que hacer proyectos que beneficien a la sociedad.

El 80% de los jóvenes cree que España no tiene un buen ecosistema para emprender. ¿Opina igual?

España no es un buen sitio para emprender si nos enfocamos en la fiscalidad. Es un país con mucha burocracia, convirtiendo el emprendimiento en una cuestión muy compleja. Sin embargo, es un gran país para vivir y eso a veces lo olvidamos. A mí me gusta mucho ser empresario español y canario porque creo que mis negocios en Tenerife me dan mucha felicidad, el tipo de cliente y sobre todo la calidad de vida que puedes tener en nuestro país es inigualable.

¿Han obtenido apoyo por parte del Gobierno de Canarias?

Sí, justamente el pasado 2 de marzo aprobaron el paquete de medidas para autónomos y pymes (pequeñas y medianas empresas). Si tengo que hacer una reclamación a las administraciones públicas sería la agilidad a la hora de poner en marcha estos planes.

¿Algunos consejos para los jóvenes que quieren emprender en Canarias?

Lo primero, que vayan al Punto Amigo para poder ayudarles. En segundo lugar, es importante tener clara la idea de negocio que se quiere plantear, contar con una gran capacidad para sufrir y buscar información veraz. Además, intentar no dejarse llevar por la pasión, no solo sirve tener un sueño también hay que tener muchos aliados por el camino. Y por último, que se dejen sorprender por el mundo de la empresa.