Expulsados del PSOE José Julián Mena y Luis García, el Grupo Municipal Socialista en Arona pasa a contar con 12 concejales, hasta ahora divididos equitativamente en favor del alcalde y del exconcejal de Urbanismo, respectivamente. Todos ellos serán llamados a presentar una moción de censura contra Mena por la dirección del PSOE cuando este pase a tener la condición de no adscrito, hecho que debe producirse en la próxima sesión plenaria, que debería celebrarse a las siete de la tarde del jueves próximo, en el Centro Cívico de Cabo Blanco. Aquellos ediles socialistas que no secunden la propuesta habrán “actuado al margen de las directrices recibidas por parte de los órganos de dirección del partido”, lo que fue uno de los argumentos que sirvió a la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE para determinar y comunicar la expulsión de Mena y García.

El cambio en la Alcaldía de Arona pasa, inexcusablemente, por censurar a su actual titular. En este periodo de crisis, José Julián Mena mantuvo y mantiene que no dimitirá, por lo que el relevo tendrá que producirse a través de una moción de censura que, mientras sus partidarios sostienen que es inviable (legalmente), en el PSOE los hay que sí la consideran posible teniendo en cuenta que el censurado no sería un miembro del Partido Socialista, formación por la que concurrió a las elecciones y de la que continuarían formando parte los ediles censurantes que pertenecen al gobierno. Todo queda a expensas del informe que tendrá que emitir el secretario del Ayuntamiento de Arona.

Reacción de Mena

Dispuesto a mantener el gobierno municipal y la Alcaldía para sí, para hacer prosperar la moción de censura el PSOE buscará en los partidos de la oposición tantos como cuantos apoyos le sean necesarios, en función de cuántos de los seis concejales que hoy se mantienen afines a José Julián Mena rechacen censurarlo. Los órganos socialistas perciben que hay “sensibilidad” entre los opositores a apoyar el relevo en la Alcaldía aronera como el mecanismo para resolver la situación inestable actual y para garantizar la gobernabilidad del Consistorio. Los contactos habidos entre las distintas formaciones en el transcurso de los meses de crisis de gobierno municipal han tenido carácter informal.

Composición del Pleno

La composición del Pleno de Arona la lidera el PSOE, con 14 concejales (tendrá 12 desde el momento en que Mena y García pasen a ser no adscritos), Coalición Canaria, con 4; Partido Popular, con 3; Ciudadanos por Arona, con 2; Ciudadanos, con 1, y Sí Podemos Arona, con 1. La mayoría absoluta requiere de 13 concejales. De momento, la única que ha rechazado públicamente tomar parte en una moción de censura ha sido Antonela Aliotti, edil de Sí Podemos.

“Espero que los 25 concejales de la corporación sepamos responder a las expectativas de nuestro pueblo”, publicó ayer José Julián Mena en su cuenta de Facebook en la misma inserción en la que, refiriéndose a su expulsión como militante socialista, escribió: “No comparto esa decisión y en los próximos días ejerceré los derechos que me corresponden para defender la dignidad y la legitimidad de una Alcaldía obtenida gracias al respaldo de las urnas”. Mena intenta atrincherarse en la Alcaldía y anuncia que actuará en la vía judicial contra una medida “injusta” y adopta “con una rapidez inaudita y en menos de 10 días”, expresó en una entrevista concedida a Onda Tenerife, en la que también valoró que en este conflicto “el objetivo no ha sido otro que ir a por Mena”. A su juicio, El único motivo esgrimido para exigirle el acta “ha sido haber ejercido mi responsabilidad y cesar a un concejal cuyo comportamiento consideraba, y considero, poco ético”.

El alcalde de Arona anunció que pedirá la colaboración de las restantes fuerzas políticas con representación municipal y demandó diálogo “para buscar la estabilidad” en la gestión municipal, mostrándose convencido de que la moción de censura ”no es viable legalmente”, aunque es consciente de que “está ahí”.

El comienzo de la crisis

El comienzo de la crisis del gobierno municipal de Arona se sitúa en el último año del mandato anterior, cuando José Julián Mena llegó a plantearse incluir o no a su concejal de Urbanismo en la candidatura, algo que finalmente hizo. Las diferencias entre ambos aumentaron en el primer ejercicio del mandato actual, lo que llevó a Luis García a poner en conocimiento de sus compañeros de grupo y del regidor presuntas irregularidades y coacciones a empresarios y técnicos municipales para acomodar la gestión urbanística a unos intereses particulares.

García rechazó la renuncia que le pidió el alcalde posteriormente y, por pérdida de confianza, Mena optó por destituirlo. García trasladó a la Fiscalía las supuestas irregularidades, dando lugar a la apertura de una investigación aún no resuelta. A partir de ahí, se acentúa la pérdida de control del Pleno por parte del alcalde aronero, se produce la destitución de la dirección de la Agrupación Local del PSOE, cuyo presidente, Agustín Marichal, apoya al regidor y se pronuncia contra el partido y algunos funcionarios municipales y se abre el expediente de expulsión, que llevará a Mena y a García a ser ediles no adscritos.