El Plan General de Ordenación (PGO) de El Rosario, un documento urbanístico por el que el municipio espera desde hace años, continúa en el listado de objetivos para este mandato del Ayuntamiento rosariero. La primera teniente de alcalde, Sara Cabello, explica que la previsión es que pueda salir a licitación durante 2021 y, más concretamente, en el transcurso del primer trimestre.

"Esperemos que los técnicos cumplan con el compromiso que tienen conmigo y lo tengamos a licitación en el primer trimestre de 2021", manifestó la político de Iniciativa por El Rosario-Verdes (IR-Verdes), antes de añadir que una profesional del consistorio se dedicará en exclusiva, a partir de este mes, a la preparación de los pliegos.

También señaló que desde la parte técnica del Ayuntamiento han estado "reuniéndose con empresas y haciendo un estudio de mercado" para determinar qué precio de licitación se le pone de base al contrato. Esa cantidad, continuó, la van a incorporar en el presupuesto del próximo año.

Las líneas maestras para ese documento ya las han venido trazando desde el gobierno local en los últimos años. Sin ir más lejos, el alcalde, Escolástico Gil (IR-Verdes), hablaba en julio del pasado año de un "PGO sostenible". Semanas más tarde, y coincidiendo con las entrevistas de principio de mandato, el concejal de Urbanismo, Juan Jesús del Rosario empleaba un discurso en la misma línea. "Tenemos previsto un PGO para no más de 25.000 habitantes. No queremos masificar. Apostar por un documento para 50.000 ciudadanos sería equivocarnos", expresó el edil.

"Ya sabemos lo que ocurrió con el anterior y el tiempo que estuvo vigente. No se hizo bien y eso es lo que no quiero que suceda. Evidentemente se tendrá que contratar fuera", manifestó en la misma entrevista. Desde entonces, indicó que el municipio se viene rigiendo por unas normas subsidiarias de en torno a 2005. "Son muy antiguas. Están hechas poco menos que con una máquina de escribir. Los planos hay que medirlos con escalímetros porque no están digitalizados", dijo el responsable urbanístico sobre la situación que ha marcado la labor municipal en los últimos años.

En concreto, lo que sucedió años atrás fue que el Tribunal Supremo (TS) desestimó los recursos de casación interpuestos por el Ayuntamiento y por el Gobierno de Canarias contra la sentencia dictada en abril de 2012 por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), declarando la nulidad del PGO y fundamentando tal decisión en el vicio de procedimiento consistente en la insuficiente justificación del no sometimiento del Plan General de Ordenación rosariero a la evaluación ambiental estratégica.

El TS sustentó la decisión de anular el planeamiento en la falta de motivación de la ausencia de evaluación ambiental estratégica, documento que la hoy desaparecida Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) corroboró como innecesario. El por entonces alcalde, Macario Benítez, explicó tras aquello que en las mismas fechas en las que se aprobó de forma definitiva el PGO de El Rosario se dio el visto bueno a otros planeamientos municipales de la Isla a los que la Cotmac también justificó la exención de la evaluación ambiental estratégica.