El Ayuntamiento de Puerto de la Cruz encomendó en pleno estado de alarma la redacción del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico (PEPCH), adjudicada a la empresa pública Gestión y Planeamiento Territorial y Medioambiental (Gesplan) por casi 275.000 euros. Esta decisión del gobierno PSOE-ACP puso fin a un periodo de 12 años en los que la ciudad ha perdido tiempo y dinero, unos 178.000 euros, por continuar sin un documento urbanístico clave para "garantizar la conservación del casco portuense y articular medidas para ordenarlo y revitalizarlo; facilitar la vida de los residentes; favorecer el emprendimiento, y agilizar la tramitación de licencias e inversiones", según explica el edil de Ciudad Sostenible y Planificación, David Hernández (ACP).

El concejal portuense destaca que el plan que se encargó en el año 2008 "se metió posteriormente en un cajón y ya no sirve para nada". Recuerda que quedaron pendiente responder las alegaciones de los ciudadanos y que "hasta ahora", ningún gobierno había decidido retomar "esta herramienta de planificación indispensable".

El nuevo encargo. "Adjudicarlo en el primer mandato es un objetivo muy importante que hemos conseguido y que nos permitirá planificar el futuro de Puerto de la Cruz a medio y largo plazo", subraya David Hernández. El encargo a Gesplan tiene un plazo de ejecución de 24 meses y cuenta con un presupuesto de 274.558 euros, que serán abonados por el Ayuntamiento en tres anualidades. Para 2020, el importe asciende a 165.400 euros, con cargo a la aplicación presupuestaria de redacción de proyectos de Urbanismo. El consistorio, a través del área de Ciudad Sostenible y Planificación, también ha logrado que el Cabildo de Tenerife aporte una subvención para financiar el PEPCH.

Hernández resalta que este encargo no se limita a la redacción del documento, "sino que también incluye su digitalización total para ponerlo a disposición de vecinos y técnicos en un portal web, y el encargo de un completo proceso de participación ciudadana que comenzará en breve".

Desde 1999. La historia de este plan arranca en el año 1999, con la aprobación de la Ley 4/1999 de Patrimonio Histórico de Canarias, que establece que la ordenación y gestión de áreas afectadas por la declaración de conjunto histórico se dispondrá mediante la formulación de planes especiales de protección.

En el año 2006 se produce la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del casco de Puerto de la Cruz con la categoría de conjunto histórico y, a partir de ese momento, el PEPCH se convierte en un documento imprescindible.

La primera adjudicación. En 2008 por fin sale a concurso la redacción del PEPCH, que se adjudica a Arquitectura, Urbanismo y Cooperación, un equipo liderado por María Luisa Cerrillos, quien inicia la redacción. Entre finales de 2009 y principios de 2010 se ultiman los trámites para la aprobación inicial del plan. Un primer paso que se pretende completar, a partir de 2011, con la adjudicación a la misma empresa y arquitecta del contrato de elaboración del documento para la aprobación definitiva. El mismo año se sacó a información pública y se presentaron alegaciones, que nunca se llegaron a ?contestar.

"Lo dejaron morir". A finales de 2012, Cerrillos acusó al grupo de gobierno de la época (CC-PP) de "dejar morir" el plan y criticó su "falta de interés". Ya en 2013, Cerrillos insistió en la idea de que al gobierno municipal "no le importa el documento" y lo estaba "dejando morir". Un año después, en 2014, Cerrillos advertía de que al pasar cinco años desde su redacción, el plan ya debía revisarse. Las alegaciones seguían pendientes de respuesta por parte del consistorio. A principios de 2015 se aprobó la resolución del contrato para el documento de aprobación definitiva del plan entre el Ayuntamiento y el equipo de Cerrillos.

El plan quedó en un cajón del consistorio y se siguieron aprobando nuevas leyes que afectaban al contenido del PEPCH: la Ley del Suelo y de los Espacios Naturales Protegidos de Canarias, en 2017, y el Reglamento de Planeamiento de Canarias, que entró en vigor en 2019. En 2020, Gesplan tiene el reto de aprobar de forma definitiva un documento que empezó a gestarse en 2008 y que acumula ya 12 años perdidos.