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El Norte, desbordado por los daños causados por el viento y el fuego

Los ayuntamientos reconocen que tardarán varios días en resolver infinidad de incidencias

El Norte, desbordado por los daños causados por el viento y el fuegoCarsten W. Lauritsen

El norte de Tenerife despertó de la pesadilla del domingo aún en estado de shock. Bajo una intensa calima, los municipios más afectados por las fortísimas rachas de viento y una sucesión de 27 incendios se afanaban ayer en empezar a reparar infinidad de destrozos. Ningún ayuntamiento pudo cerrar un balance fiable de daños, se mire donde se mire hay algún desperfecto y los gobiernos locales reconocen que aún tardarán varios días en recuperar la normalidad. La comarca está desbordada y, para añadir más dificultades, en la tarde de ayer se reactivó un foco en Los Realejos, que obligó a cortar de nuevo la TF-5.

Pese a que los ayuntamientos han activado todos los recursos disponibles, las tareas pendientes son tantas que se acumulan y es necesario priorizar, lo que significa que hay labores necesarias que aún tardarán días en ejecutarse. La Orotava, con una población de 42.000 habitantes y unos servicios municipales modélicos, se ha visto obligada a cerrar todos sus parques y plazas con arboleda ante la imposibilidad de garantizar la seguridad. Ayer, con muchas calles y carreteras llenas de ramas y árboles caídos, sólo se pudo actuar en la plaza Franchy Alfaro. El resto de espacios públicos se irán revisando en estos días, pero no podrán reabrirse hasta que se revise cada árbol "rama por rama".

Fuentes de gobiernos municipales han asegurado a EL DÍA que la situación actual no tiene precedentes por la cantidad, variedad y extensión de los daños causados. Con el agravante del fuego, la preocupación por las reactivaciones, y los vecinos con propiedades severamente dañadas. Faltan manos para retirar ramas y árboles, arreglar farolas y señales, o reparar cables y tuberías.

Santa Úrsula es la zona cero del inolvidable temporal de viento, calima y fuego que se vivió el domingo 23 de febrero. Esta población con 14.679 habitantes sufrió incendios en 16 zonas diferentes, que obligaron a desalojar a 860 personas, de las que solo diez seguían ayer fuera de sus hogares. Ardieron al menos cinco viviendas, hay decenas de vehículos afectados por el fuego y se han producido cortes de agua, telefonía y electricidad por la existencia de numerosos cables y tuberías quemadas o rotas.

El fuego llegó a lugares como Cantillo, Ojitos, Monroy, El Porvenir, Los Castaños, La Quinta, Tijarafe, Zumacal, Zarzales, Cala, Paseo de Cala, Tosca de la Iglesia, la plaza del casco, barranco de la plaza, Lomo Román o Camino del Mar. El fuego en Monroy, que se reactivó a media mañana, quedó finalmente controlado. Sólo reponer los servicios en toda la localidad costará días. Los vecinos de varias calles y edificios seguían ayer sin agua o sin luz en zonas de La Quinta o el casco urbano.

El fuego aún se mantiene humeante en lugares como la costa de Los Realejos; La Quinta, donde las Brigadas Forestales (Brifor) seguían refrescando el terreno en la tarde de ayer, o la calle Paseo de Cala, con tres casas completamente quemadas que amenazan con venirse abajo. Allí los vecinos esperaban la llegada de técnicos que les informaran del futuro de estas edificaciones.

En Paseo de Cala se desalojó otra vivienda, en la que residen dos vecinos, como medida de precaución. Este inmueble no resultó afectado por las llamas, pero se tomó esta decisión ante el riesgo de derrumbe de un inmueble cercano.

En el edificio Jardines de La Quinta, que fue rodeado por el fuego el domingo, uno de los garajes ardió por completo y los vecinos lamentaban la falta de medios para acabar con un fuego que se les vino encima sin previo aviso.

Las llamas quemaron cinco viviendas, pero también causaron daños en varias bodegas, locales y cuartos de aperos. Solo en la zona de Ojitos y Monroy, la superficie quemada alcanza las ocho hectáreas, fundamentalmente de terrenos con viña, palmeras y matorrales. Aún se está evaluando la extensión de superficie afectada en la calle Los Castaños y la plaza.

Una de las cuestiones que más preocupa en Santa Úrsula es el suministro de agua. Los incendios afectaron a varias tuberías y el viento provocó otro problema en Chimoche, en el canal de Aguamansa, lo que impide parte del suministro. Aún se está analizando el alcance del problema y la puesta en marcha de un operativo para suministrar agua a todas las familias afectadas.

La cobertura de telefonía móvil, especialmente de las compañías Orange y Vodafone, también se ha visto mermada por los daños en un repetidor.

El Ayuntamiento santaursulero mantendrá cerradas hasta nuevo aviso las instalaciones municipales mientras se valoran sus cuantiosos desperfectos.

En La Orotava, el consistorio se está centrando en reparar todos los desperfectos causados por el viento en los centros educativos para "garantizar el regreso seguro de los alumnos el próximo lunes". Los CEIP Manuel de Falla y Ramón y Cajal tienen los daños más importantes. El edil de Ordenación del Territorio y Seguridad, Narciso Pérez, señala que la tarea es tan inmensa que la Villa "aún tardará días en recuperar la normalidad". Respecto a la valoración de daños, 24 horas después, Pérez reconocía que era imposible cuantificar los destrozos: "Mires a donde mires, hay desperfectos".

Tras asegurar los colegios, el consistorio dará prioridad a las instalaciones deportivas. Los campos de fútbol de Los Cuartos, La Florida o Quiquirá tendrán que seguir cerrados varios días, al igual que el pabellón cubierto del mismo nombre.

"Hablas con gente que lleva décadas trabajando en emergencias y te dicen que nunca habían visto algo así. El fuego siempre iba delante de nosotros", lamenta Narciso Pérez. En la Villa se quemaron dos casas en la zona de Las Candias, y hay al menos cinco coches afectados por el fuego o por la caída de un muro. El vivero municipal, en el polígono San Jerónimo, se quemó por completo.

En Los Realejos, tras los seis incendios del domingo y las fortísimas rachas de viento, el consistorio tampoco había sido capaz de cerrar un balance fiable de daños sufridos. El trabajo continuo no dio tregua.

Los bomberos y la Brifor tuvieron que volver a actuar en la tarde de ayer en una ladera próxima a la playa del Socorro, en la zona de El Riego. Dado lo escarpado del terreno y la cercanía de la TF-5, el tráfico se tuvo que interrumpir temporalmente en ambos sentidos. En torno a las 19:00 horas se dio por controlado.

En San Juan de la Rambla y La Guancha, y también en Icod el Alto, preocupan especialmente los daños en cultivos como las papas bonitas y los frutales. La alcaldesa ramblera, Fidela Velázquez, afirma que su municipio y el resto de la comarca viven "horas muy complicadas y tristes" tras el paso del temporal. "Se dijo por confusión que habíamos sufrido un incendio, pero no fue así, afortunadamente. Tuvimos el fuego muy cerca del límite con Los Realejos, pero no llegó a entrar en el término municipal. Podemos decir que aquí no hay unos daños muy llamativos en las infraestructuras y espacios públicos, pero la cantidad es tan grande que queda muchísimo trabajo por hacer".

Puerto de la Cruz, que sufrió dos incendios, uno en La Asomada y otro en la zona de Las Águilas, informa de que la Policía Local ya ha restablecido toda la señalización vertical, mientras continúan las arduas labores de limpieza, en las que se da prioridad a las actuaciones que "propicien el libre acceso de personas y vehículos tanto en aceras como en vías públicas". También se ejecuta la limpieza de los imbornales.

Una dotación de bomberos ha repasado todos los edificios que habían sido dañados por el temporal, retirando elementos inestables de fachadas, balcones y azoteas para evitar que afectaran a las vías públicas.

El complejo turístico Costa Martiánez, conocido como el Lago, permaneció ayer cerrado por labores de limpieza y evaluación de daños. El ICIA informa de que el Jardín Botánico permanecerá cerrado durante toda la semana.

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