El alcalde de Buenavista del Norte, Antonio González Fortes (Sí se Puede), espera que el próximo 8 de noviembre concluyan las obras de mejora de la seguridad del sendero del barranco de Masca y que "lo antes posible" acaben las gestiones para que Costas entregue la concesión del embarcadero al ayuntamiento. Mientras se ultiman estos trámites claves, Fortes subraya que "acceder al barranco está prohibidísimo"; que "tampoco es legal usar el embarcadero", y advierte a "las personas que se aventuren a desembarcar allí o a entrar en el barranco, que lo hacen bajo su propia responsabilidad y asumen un elevado riesgo".

González Fortes está a la espera de reunirse con las autoridades insulares responsables de las obras. Mientras, el consistorio avanza en las gestiones ante Costas para lograr una cesión temporal de la gestión del embarcadero, "antes de que se ejecuten las obras definitivas para que sea oficialmente una zona de desembarco".

Se trata de dos pasos fundamentales entre "varias cuestiones pendientes" que deben resolverse antes de la reapertura controlada del barranco, cerrado desde febrero de 2018 por riesgo de desprendimientos y por obras.

"Cuando acaben los trabajos, quedará pendiente la regulación del acceso, así como los permisos e informes necesarios. El Ayuntamiento de Buenavista del Norte ya trabaja en una ordenanza reguladora del aparcamiento en Masca, que es una cuestión previa a la reapertura controlada", detalla el alcalde.

"Evidentemente, el barranco debería abrirse lo antes posible porque su cierre genera importantes perjuicios económicos a muchas personas. Queremos que se abra, pero que se haga bien", explica Fortes.

El embarcadero de la desembocadura del barranco de Masca se ha utilizado hasta ahora como un punto de evacuación, "pero para que sea realmente un embarcadero es necesario ejecutar una nueva obra". Una vez reparados los daños en la estructura, el consistorio tramita con Costas una concesión provisional para la que ya se han tramitado informes económicos y de seguridad".

Según Fortes, el consistorio no ha recibido quejas reiteradas de que se esté accediendo al barranco ni al embarcadero, "aunque dada su lejanía y la orografía de la zona, es posible que alguien se pueda colar". Ante esta posibilidad, el alcalde es contundente: "Nadie tiene permiso para desembarcar o recoger personas allí, si lo hacen, lo hacen ilegalmente. Tampoco se puede acceder al barranco y, si alguien entra, asume un riesgo muy elevado porque es una zona en obras".