Mejor lector que deportista

Admite que de joven no cargó piñas de plátanos ni cajas de tomates en su Guía de Isora natal, pero sí que pasó unos cuantos veranos y muchas vacaciones de Navidad detrás del mostrador de un negocio familiar. Eso sí, el presidente del Cabildo de Tenerife acudió más de una vez a coger uvas a la finca de su abuelo. "Mi padre siempre nos decía que la única herencia que nos podía dejar eran los estudios", recuerda uno de los seis hijos de un matrimonio que regentaba dos pequeñas tiendas en el centro de la localidad isorana.

De su padre heredó su espíritu socialista y de su madre la "moderación y la intuición" que le guió hasta Barcelona. A la capital catalana se fue a estudiar Psicología. "Mi hermana vivía allí y esa opción era mucho más barata que realizar la matrícula en La Laguna". Ese capítulo del pasado lo acaba de revivir hace unos días con su hija Estrella. "A pesar de tener un 9,5 no ha obtenido plaza en la ULL para estudiar lo mismo que su padre y, por lo tanto, tendrá que irse fuera... Eso es algo que no llego a entender, pero le vendrá bien", comenta sobre la experiencia que acometerá el curso que viene en tierras barcelonesas. No es el único miembro de la familia que se ha ido de casa. Pablo, el mayor de los dos niños, estudia y trabaja en Edimburgo (Escocia). "Se fue porque aquí no encontró el módulo de Formación Profesional que le interesaba y ahora compagina las dos cosas... El más pequeño (Jaime) es el deportista, que es algo que no ha heredado de mí. Practica el boxeo. Esa afición le tuvo que llegar por parte del abuelo", confiesa antes de volver a su infancia. "¿Por qué me hice socialista?", se autopregunta para liquidar una cuestión que había quedado en el aire. "Cuando tienes un padre que te despertaba cantando la Internacional eso acaba generando cierta inclinación (sonríe)... En casa había personas con un gran sentimiento republicano y las primeras lecturas también ayudaron".

Los libros continúan siendo su gran refugio. "Llevo una vida bastante sedentaria y de deportes entiendo lo justo, es decir, que debía buscar un entretenimiento. Esa hora que le quito al día para leer es lo que me permite evadirme de la política", confiesa un socialista que comenzó a mostrar dotes de liderazgo durante su etapa universitaria. "Fui presidente de una asamblea estudiantil de la Facultad de Psicología y ahí fue cuando me di cuenta de que el trabajo en comunidad no se me daba mal".

Su etapa como becario (o de prácticas) la pasó trabajando para el Ayuntamiento de Barcelona, pero quiso regresar a casa y su primera oportunidad laboral se la otorgó el Consistorio de Adeje. "Echo de menos la psicología", cuenta con un halo de nostalgia uno de los impulsores de la Universidad de Verano de Adeje. Casado con Ana, antes de llegar a la presidencia del palacio insular lideró seis gobiernos locales en Guía de Isora, ha sido diputado autonómico, vicepresidente de la Fecam y actualmente es secretario insular del PSC-PSOE. En su despedida como alcalde se ató a una frase que concentra la grandeza del paso que acaba de dar. "Espero que mis vecinos entiendan que se puede luchar por los intereses de Guía de Isora desde el Cabildo", institución a la que llega con el propósito de trabajar: "No asumo esta presidencia con una mentalidad inquisitorial. No voy a levantar alfombras, pero no voy a callar si me encuentro con alguna sorpresa", avisa.