El TSJC no ve razones para reducir la pena al cocinero que degolló a su jefe en Lanzarote

El acusado fue condenado a 17 años de prisión por matar a otro varón en Puerto del Carmen

Ciudad Justicia de Las Palmas de Gran Canaria.

Ciudad Justicia de Las Palmas de Gran Canaria. / E. D.

La Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha rechazado el recurso presentado por la defensa del cocinero condenado a 17 años de cárcel por degollar con un cuchillo a su jefe el 1 de agosto de 2019, en Puerto del Carmen (Lanzarote), por lo que mantiene la pena.

La defensa, según la sentencia hecha pública este lunes por el TSJC, alegó que el estado físico y psíquico del acusado Federico E.M. era "muchísimo más grave" que el considerado por la sección primera de la Audiencia de Las Palmas, que lo calificó como simple anomalía psíquica, así como que no concurrió alevosía en la acción del procesado, que fue declarado culpable de asesinato por un Jurado, entre otras consideraciones.

La Sala de lo Penal del TSJC fundamenta en su sentencia que el acusado padecía cuando efectuó su agresión una alteración psíquica que sólo tuvo una mínima incidencia en su responsabilidad criminal, y ello fruto de un "razonamiento coherente, que, en modo alguno, puede ser tachado de irracional, ilógico o arbitrario, sino consecuencia directa de una valoración de las pruebas practicadas conforme a su desarrolle en el acto del juicio".

En cuanto a la no existencia de la alevosía que alega la defensa, el TSJC señala que concurrió esa agravante en toda la acción del procesado y que el ataque que sufrió el dueño del restaurante fue sorpresivo.

Además, la Sala de lo Penal no aprecia que se pueda aplicar al caso dilaciones indebidas, como también solicitaba la defensa, ni que se haya producido en el procedimiento "mala praxis" en relación a la declaración del acusado en la fase de instrucción, ya que dispuso de la oportunidad de declarar antes del juicio y, si no lo hizo, fue porque no lo consideró oportuno.

Federico E. M. mató intencionadamente a Rachid B.C., a quien primero acuchilló en el cuello cuando se encontraba desprevenido realizando labores de limpieza en el restaurante y, posteriormente, a la altura de un callejón a unos 35 metros del local, le dio otra cuchillada con la que le seccionó la totalidad de la vena yugular.